La Junta concede una subvención de 500.000 euros a entidades de enfermos de Alzheimer

A todos los recursos propios que la Administración regional pone a disposición de estos enfermos, se suma el apoyo expreso de la Junta de Castilla y León a las propias asociaciones, que les ha permitido contar, en la actualidad, con 751 plazas en estancias diurnas y 617 en unidades de respiro, un 10% más que el pasado año. No en vano, los efectos del Alzheimer en la persona afectada y en su núcleo familiar, en especial cuando la enfermedad se encuentra en fases más avanzadas, hace que entre los servicios más idóneos para afrontar sus necesidades destaquen estas estancias diurnas y unidades de respiro.
Además de apoyar el funcionamiento de los centros, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, consciente de las necesidades crecientes de las personas con Alzheimer y de sus familiares, ha diseñado un modelo de atención social desde una perspectiva integral y bajo tres prismas: atención a la persona, apoyo a la familia y formación de los profesionales. Y es que, aunque las necesidades de atención, en un primer momento, se sitúan en la persona enferma, todo el entorno familiar se ve afectado también.
De esta manera, el programa de atención individual a las personas con Alzheimer incluye servicios que tienen como finalidad el mantenimiento de las capacidades de las personas afectadas durante el mayor tiempo posible y la ralentización del deterioro que caracteriza a esta enfermedad. Para ello, se les proporciona, de manera individual, estimulación cognitiva, funcional, ejecutiva, física y socio-afectiva. El objetivo es intervenir de forma temprana para tratar de detectar y reducir los efectos de la enfermedad.
Entorno del enfermo
El programa no se limita a los pacientes, sino que se extiende al entorno del enfermo de Alzheimer. A los familiares se les ofrece, a través de personal cualificado, información especializada sobre la enfermedad, se les orienta sobre los recursos y ayudas existentes, y se les asesora sobre la utilización de medios técnicos que puedan ser útiles a la hora de que la persona aquejada de Alzheimer gane autonomía y capacidad funcional. Junto a esto, se oferta a los familiares que ejerzan como cuidadores, apoyo psicológico que les permita descargar parte de la presión que soportan, disminuyan sus sentimientos de aislamiento, estigmatización, angustia o culpabilidad, mejoren sus condiciones sociales y familiares y aumenten sus redes sociales. También se pone a disposición del entorno familiar grupos de autoayuda y se le proporciona formación y entrenamiento para que adquiera estrategias que redunden en un mejor cuidado a sus familiares.
Para los profesionales
Los programas tampoco se olvidan de los profesionales. De este modo, se facilitan acciones formativas y cursos de reciclaje a los profesionales de las asociaciones para facilitar su conocimiento sobre esta enfermedad, sobre todos los aspectos que la rodean y condicionan, y permitir su adaptación a la constante evolución del Alzheimer.