El consejero de Salud del Gobierno Vasco, Alberto Martínez, con el objetivo de ampliar –del 80% al 100%– el consenso en los contenidos de la la Mesa del Pacto de Salud en torno a la colaboración público-privada, ha realizado una propuesta para reforzar y modernizar el sistema público vasco, “bajo los principios de eficiencia, equidad y calidad, garantizando su sostenibilidad a largo plazo, y poniendo al paciente en el centro”. Se trata de la única cuestión que resta para cerrar el acuerdo histórico para la sanidad de Euskadi.

No obstante, el consejero de Salud destacó el nivel de consenso alcanzado en este proceso, que ha permitido acordar un diagnóstico, los principios y valores del futuro sistema, en 22 de las 24 líneas estratégicas definidas, más de 150 objetivos e indicadores, y cerca de 300 iniciativas.

De ahí que, ante la falta de pleno consenso, esta semana, en la décima sesión del pacto celebrada en Vitoria-Gasteiz, donde presentaban los dos últimos documentos, Martínez haya formulado una propuesta de modernizar el sistema público para su estudio por parte de los agentes participantes.

Para lograr alcanzar los objetivos de la propuesta del consejero de salud, se plantean varias líneas de acción, entre ellas, inventariar la prestación de servicios con participación de operadores privados, incluyendo contratos, conciertos, convenios, subvenciones y otros instrumentos; además de evaluar cada colaboración público-privada; o fortalecer la capacidad pública de planificación y contratación. Además, se buscará adecuar el marco normativo que regule la colaboración público-privada en salud en Euskadi y establece como indicador el porcentaje de gasto sanitario dedicado a la prestación de servicios mediante algún modelo de colaboración público-privada, garantizando la calidad y accesibilidad de los servicios, la sostenibilidad financiera del sistema público y la transparencia y rendición de cuentas. En este sentido, fija como meta no superar el actual 6%.

CONSOLIDACIÓN DE LA CARTERA DE SERVICIOS

Por otro lado, la décima reunión de la Mesa del Pacto ha fijado, también, las bases para consolidar una cartera de servicios, que priorice los recursos públicos para todos los territorios, y tenga en cuenta la población más vulnerable, la perspectiva de género y la participación.

En esta línea estratégica, se pretende también ampliar la cartera de servicios comunitaria; crear un modelo que permita incorporar y aprovechar las nuevas tecnologías e innovaciones sanitarias; alinearla con las necesidades de salud; reforzar la participación ciudadana; y favorecer algunas especialidades como la salud visual, auditiva, la funcionalidad física, así como la salud mental, la buco-dental, la asistencia de enfermedades minoritarias, y la coordinación-continuidad con servicios sociales y educativos.