Mitos y realidades de la incontinencia urinaria en mujeres y hombres
• La incontinencia urinaria es una patología propia de las personas mayores
A medida que se envejece se incrementa la incidencia de esta patología, pero no es el único condicionante.
En mujeres hay momentos clave como el embarazo, después del parto o durante la menopausia. En los hombres, la IU está directamente relacionada con otras afecciones como el cáncer de próstata, sobrepeso, diabetes y trastornos neurológicos como Alzheimer o Parkinson.
• Beber menos líquido o cortar la micción previenen la incontinencia urinaria
Al beber menos líquido la vejiga se puede irritar y en consecuencia, se hacen más visitas al baño.
Por otra parte, cortar la micción se desaconseja totalmente ya que las contracciones del suelo pélvico durante la micción producen un corte en el flujo de la orina alterando su normal funcionamiento y aumentando el riesgo de infección.
• No existen productos para las pérdidas de orina en hombres
En el mercado existen variedad de productos destinados al público masculino, pero solo el 7% de ellos los usan. Es más, el 35% no conoce la existencia de productos específicos para las pérdidas de orina masculina.
• La incontinencia urinaria afecta a la erección
No existe relación alguna que vincule la IU con la reducción de la erección.
• La incontinencia urinaria no tiene cura en las mujeres
La solución pasa o bien por rehabilitación para fortalecer la musculatura, o bien por una intervención quirúrgica.
• Los productos de higiene femenina sirven también para la orina
Aunque muchas mujeres utilizan compresas o protege slips cuando empiezan a observar pérdidas de orina, estos productos no están diseñados para las características propias de la orina.
Realidades
• Además de la cirugía, existen otros tratamientos efectivos contra la incontinencia urinaria
Además de la intervención quirúrgica existen otras alternativas como terapias de la conducta, fármacos, ejercicios físicos específicos y una amplia gama de productos para cubrir las distintas necesidades.
• Padecer incontinencia urinaria no implica tener que reducir la actividad física
En muchos casos, la IU viene motivada por el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico, por lo que realizar ejercicios será beneficioso para reforzarlos. Sin embargo, en determinados casos hay que consultar con el especialista ya que hay deportes que implican movimientos bruscos.
• La incontinencia urinaria afecta igual a hombres y a mujeres
Aunque afecta a un buen número de hombres, sobre todo después de una cirugía de próstata, el 63% espera hasta un año para acudir a un profesional sanitario.
• Los ejercicios de Kegel también mejoran la vida sexual de las mujeres
Estos ejercicios fortalecen los músculos vaginales, aprendiendo a contraerlo y relajarlo, y proporcionan a las mujeres un mayor placer durante las relaciones sexuales.