Pregunta.- En su opinión, ¿qué ventaja supone este nuevo dispositivo a la hora de diagnosticar la insuficiencia cardíaca con respecto a los métodos existentes?
Respuesta.- La principal ventaja con respecto a los métodos existentes es que se basa en detectar los biomarcadores en saliva y no en sangre, con lo cual es muy poco invasivo. Los dispositivos de similar tamaño que ya existen para sangre requieren algunos centímetros cúbicos de muestra, por lo que es necesaria una extracción. Y lo mismo ocurre, naturalmente, si se realiza un análisis de sangre convencional en laboratorio, que además tiene un tiempo de respuesta mucho más largo.
P.- ¿Cuánto se tardaría en evaluar una muestra de saliva con esta nueva herramienta?
R.- Aproximadamente media hora.
P.- Los resultados que arroje, ¿cuánta fiabilidad tienen?
R.- No podemos dar una respuesta rigurosa a la pregunta, porque la pandemia de Covid-19 ha impedido la realización de los ensayos clínicos previstos en el proyecto, que habrá que realizar más adelante.
Sí hemos podido verificar en medidas con saliva real realizadas con el dispositivo en laboratorio, que tiene la sensibilidad y la selectividad adecuadas para una detección correcta de los biomarcadores en los rangos de concentraciones relevantes para el diagnóstico de la insuficiencia cardíaca. Se espera, por ello, que la fiabilidad diagnóstica sea por lo menos equivalente a la de los métodos convencionales.
P.- ¿Visualiza el uso de esta herramienta en los hospitales o centros de salud próximamente?
R.- Es de esperar que, a medio plazo, esta herramienta se pueda efectivamente usar en hospitales o centros de salud. Se requerirá, sin embargo, un cierto tiempo para, en primer lugar, realizar los ensayos clínicos que se han visto retrasados por la pandemia de Covid-19, y seguidamente completar las fases de desarrollo industrial del dispositivo.