“No sé qué está pasando, ya no soy yo”

Carpe Diem es una icónica expresión que se asoció a la película El Club de los Poetas Muertos en su día y que fue un leiv motiv que muchos interiorizaron. Su protagonista, Robin Williams, que interpretaba a John Keating, un elocuente e inspirador profesor, también dejó otra importante lección condensada en El deseo de Robin, dirigida por Tylor Norwood (Filmin, 2021), que profundiza en los últimos días y las circunstancias de la muerte del actor.
Su viuda, Susan Schneider, fue la impulsora de este biopic que buscaba limpiar el nombre y la memoria del intérprete ante los rumores y el ruido mediático que suscitó la noticia de su suicidio en agosto de 2014.
El actor padecía una enfermedad que ni él sabía y que pudo averiguarse en su autopsia: demencia por cuerpos de Lewy. Es impactante escuchar a Shawn Levy, director de la tercera entrega de Noche en el museo, el último rodaje del actor, recordar lo que le dijo un día: “No sé qué está pasando, ya no soy yo”. Tres meses después, tuvo lugar el suceso.

Además de indagar en la vida y obra de Williams, la película aborda las características específicas de la demencia con cuerpos de Lewy a partir de los síntomas que presentaba: deterioro mental, alucinaciones, delirios, paranoias y unos temblores que se asemejan a los del Parkinson, y que tanto le desasosegaban.
Por tanto, el documental aborda una dimensión científica interesante, en la que los expertos reclaman la interacción de dos disciplinas que pueden arrojar mucha luz sobre esta dolencia: la neurología y la psicología.
Y también inciden en respetar esas enfermedades que se manifiestan a través de una sintomatología más atípica y que alteran la mente y el comportamiento.
No sabemos realmente cuál era el deseo de Robin Williams, pero sí sabemos que todos los afectados desean que la visibilidad que aportó este film sirva para visibilizar una enfermedad tan dolorosa y, además, anime aseguir profundizando en su investigación.