Recientemente, tuvo lugar el seminario web denominado ‘Progresos y prioridades para poner fin al abuso de las personas mayores: Día Mundial de Concienciación sobre el Abuso de las Personas Mayores 2024’, y como se preveía, supuso un importante avance dentro del denominado Decenio de las Naciones Unidas para el Envejecimiento Saludable. En esta misma conmemoración, pero en 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU DESA), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y ONU Mujeres, con el apoyo de la Red Internacional para la Prevención del Abuso de Personas Mayores (INPEA), publicaron ‘Combatir el maltrato de las personas mayores: cinco prioridades para la Década de las Naciones Unidas del envejecimiento saludable (2021–2030)’. En este informe se señalaron, entonces, cinco prioridades que serían revisadas este año, explorando los logros y fijando las futuras prioridades para los dos próximos años.
LA BASE PARA FUTURAS INVESTIGACIONES
En el evento de este año se publicó, además, una
base de datos con intervenciones prometedoras para prevenir y responder al abuso de las personas mayores, y que fue activado para la sociedad civil en fechas recientes. Se trata del
primer producto del proyecto acelerador de intervenciones de la Década de Envejecimiento Saludable de las Naciones Unidas para prevenir estas situaciones en el colectivo sénior (disponible solo en inglés) y tiene por objeto desarrollar una cartera de enfoques eficaces para actuar ante ellas.
La base de datos contiene 89 intervenciones prometedoras identificadas mediante una búsqueda y selección rigurosas de casi 14.000 estudios científicos. Los objetivos de estas intervenciones incluyen: mejorar el conocimiento del maltrato de mayores entre los profesionales para aumentar la probabilidad de detección y denuncia; aumentar la concienciación sobre el problema; reducir los síntomas de salud mental entre las víctimas; y prevenir el maltrato.
Las personas mayores que han sufrido o están en riesgo de sufrir maltrato fueron los principales destinatarios de estas intervenciones, aunque una proporción significativa también se dirigió a los cuidadores, los perpetradores de abusos y las instituciones. Más de la mitad de las intervenciones identificadas se implementaron en los Estados Unidos de América, lo que pone de relieve la necesidad de realizar más investigaciones en países de ingresos bajos y medios.
La nueva base de datos es un rico repositorio de intervenciones basadas en evidencia para abordar el abuso de las personas mayores que puede servir de base para futuras investigaciones y prácticas en este campo por parte de gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil, académicos, profesionales y financiadores. El acelerador de intervenciones del Decenio de las Naciones Unidas para el Envejecimiento Saludable sobre el abuso de las personas mayores se basará en esta base de datos mediante la evaluación adicional de estas intervenciones para su perfeccionamiento, adaptación y prueba en el mundo real.