La atención al envejecimiento y la igualdad por edad, asignaturas empresariales pendientes
Para impulsar activamente el debate, la Fundación Empresa y Sociedad presenta el libro Empresa y envejecimiento activo, con 100 reflexiones y propuestas elaboradas por 150 autores

“Poco puedo argumentar que no caiga por su propio peso”. Son palabras de uno de los 150 autores del libro que la Fundación Empresa y Sociedad, que se presentará el miércoles 21 de noviembre en Zaragoza con motivo de la clausura oficial del Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional que presidirá la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Doña Ana Mato. Titulado Empresa y envejecimiento activo y editado por LID Editorial (www.lideditorial.com ), la Fundación se propone impulsar activamente el debate ante la paradoja de que sea un tema tan ignorado como importante a medio plazo, dados los aplastantes datos demográficos y las tendencias que dejan claro que los sistemas públicos de pensiones y bienestar ya son insuficientes.
“Cada vez nos incorporamos más tarde al mundo laboral, lo abandonamos antes y tenemos una esperanza de vida mayor. Si añadimos el inminente inicio de la jubilación de los babyboomers, el reto está servido”. Son palabras de Francisco Abad, experto en innovación social y coordinador del equipo de autores. “Recordemos que el padre de la jubilación fue el canciller Bismarck, que a finales del siglo XIX estableció la edad de jubilación nada menos que a los 70 años, tan tarde que en 1916 el gobierno lo adelantó a los 65 porque apenas nadie llegaba. Dada nuestra esperanza de vida, equivale a que hoy fuera por encima de los 90.” Aunque en una situación más compleja, ya que “el ciudadano español ha pasado de recibir pensión durante 6 años a hacerlo durante 29, mientras que el periodo de actividad se ha reducido de 48 a 28 años, y todo esto en tan sólo 30 años. ¿Alguien puede explicar cómo se puede mantener el sistema sin un cambio a fondo?”.
Aunque hay honrosas excepciones, se puede decir que las grandes empresas apenas le prestan atención todavía al envejecimiento, ni en relación con su actividad económica ni con la vida laboral.
En relación con la actividad económica, la mayor parte de las empresas ya están afectadas por los 8 millones de mayores de 65 años que somos en España, un 17% de la población. En 30 años seremos el doble, casi 16 millones y el 30% de la población. Su poder adquisitivo ya es más del 50% del total y todas las previsiones auguran un continuo crecimiento, que aumenta porque los mayores también influyen muy directamente en sus familias y entorno.
En relación con la vida laboral, las empresas apenas aprovechan el conocimiento y experiencia adquiridas con la edad, como refleja el hecho de que el desempleo de los mayores de 55 años sea prácticamente el mismo que el de los jóvenes, superior al 50%. Por eso la Fundación Empresa y Sociedad ha empezado por estudiar las empresas del IBEX35. En un primer análisis que presentará próximamente resulta que el 40% no informaron sobre la diversidad de sus plantillas por edad en su Informe 2011 a pesar de ser un indicador internacional habitual de transparencia y buen gobierno. “Ni siquiera varias que estos días están lanzando campañas dirigidas al público mayor ni unas cuantas de las más reconocidas por sus Informes de Sostenibilidad, que invito a que descubran”.
“Por eso tampoco se interesan demasiado los responsables políticos, cuyo horizonte temporal se mide por legislaturas. Ni los ciudadanos, que también vivimos concentrados en un día a día tan duro que nos hace dejar para víspera la preparación del examen que supone afrontar la etapa posterior a la jubilación, a pesar de que será la más larga de nuestra vida”.
El libro es el resultado de un trabajo colaborativo entre los 150 invitados, apoyado en las redes sociales a partir de la siguiente pregunta “¿Qué tres argumentos darías a las empresas, desde tu especialidad, para que le concedan más importancia al envejecimiento en su actividad habitual?”
Las ideas de los autores se articulan en los siguientes capítulos:
-Un cambio a nivel personal, educativo, macroeconómico y empresarial.
-Los mayores activos y su aportación a la sociedad.
-La actividad económica de los mayores y el mercado.
-Una nueva cultura laboral.
-Una comunicación con futuro.
-Una responsabilidad y acción social coherentes.
“Cada vez nos incorporamos más tarde al mundo laboral, lo abandonamos antes y tenemos una esperanza de vida mayor. Si añadimos el inminente inicio de la jubilación de los babyboomers, el reto está servido”. Son palabras de Francisco Abad, experto en innovación social y coordinador del equipo de autores. “Recordemos que el padre de la jubilación fue el canciller Bismarck, que a finales del siglo XIX estableció la edad de jubilación nada menos que a los 70 años, tan tarde que en 1916 el gobierno lo adelantó a los 65 porque apenas nadie llegaba. Dada nuestra esperanza de vida, equivale a que hoy fuera por encima de los 90.” Aunque en una situación más compleja, ya que “el ciudadano español ha pasado de recibir pensión durante 6 años a hacerlo durante 29, mientras que el periodo de actividad se ha reducido de 48 a 28 años, y todo esto en tan sólo 30 años. ¿Alguien puede explicar cómo se puede mantener el sistema sin un cambio a fondo?”.
Aunque hay honrosas excepciones, se puede decir que las grandes empresas apenas le prestan atención todavía al envejecimiento, ni en relación con su actividad económica ni con la vida laboral.
En relación con la actividad económica, la mayor parte de las empresas ya están afectadas por los 8 millones de mayores de 65 años que somos en España, un 17% de la población. En 30 años seremos el doble, casi 16 millones y el 30% de la población. Su poder adquisitivo ya es más del 50% del total y todas las previsiones auguran un continuo crecimiento, que aumenta porque los mayores también influyen muy directamente en sus familias y entorno.
En relación con la vida laboral, las empresas apenas aprovechan el conocimiento y experiencia adquiridas con la edad, como refleja el hecho de que el desempleo de los mayores de 55 años sea prácticamente el mismo que el de los jóvenes, superior al 50%. Por eso la Fundación Empresa y Sociedad ha empezado por estudiar las empresas del IBEX35. En un primer análisis que presentará próximamente resulta que el 40% no informaron sobre la diversidad de sus plantillas por edad en su Informe 2011 a pesar de ser un indicador internacional habitual de transparencia y buen gobierno. “Ni siquiera varias que estos días están lanzando campañas dirigidas al público mayor ni unas cuantas de las más reconocidas por sus Informes de Sostenibilidad, que invito a que descubran”.
“Por eso tampoco se interesan demasiado los responsables políticos, cuyo horizonte temporal se mide por legislaturas. Ni los ciudadanos, que también vivimos concentrados en un día a día tan duro que nos hace dejar para víspera la preparación del examen que supone afrontar la etapa posterior a la jubilación, a pesar de que será la más larga de nuestra vida”.
El libro es el resultado de un trabajo colaborativo entre los 150 invitados, apoyado en las redes sociales a partir de la siguiente pregunta “¿Qué tres argumentos darías a las empresas, desde tu especialidad, para que le concedan más importancia al envejecimiento en su actividad habitual?”
Las ideas de los autores se articulan en los siguientes capítulos:
-Un cambio a nivel personal, educativo, macroeconómico y empresarial.
-Los mayores activos y su aportación a la sociedad.
-La actividad económica de los mayores y el mercado.
-Una nueva cultura laboral.
-Una comunicación con futuro.
-Una responsabilidad y acción social coherentes.