lunes, 10 febrero 2025
Inicio-EmpresaMario, Julia, Fernanda… los perfiles sénior a los que puede beneficiar más la hipoteca inversa de Santander MAPFRE

Mario, Julia, Fernanda… los perfiles sénior a los que puede beneficiar más la hipoteca inversa de Santander MAPFRE

¿No quieres dejar tu vivienda, pero necesitas liquidez?, ¿opciones como la nuda propiedad te incomodan? o ¿la casa en la que resides es muy costosa de mantener? La hipoteca inversa puede ser la solución que andas buscando

PUBLICIDAD

La hipoteca inversa de Santander MAPFRE está pensada para todo tipo de personas mayores, pero existen perfiles sénior a los que puede beneficiar más este tipo de productos que nos permite conseguir los ingresos extra que necesitamos mientras mantenemos nuestro hogar.

Como su nombre indica, la hipoteca inversa de Santander MAPFRE funciona prácticamente al contrario que una tradicional. Quien lo contrata es ya propietario de una vivienda y la pone como garantía del préstamo, que va recibiendo en cuotas mensuales a lo largo de su vida. El hipotecado mantiene la propiedad de la vivienda y puede seguir viviendo en ella hasta que quiera. Al final de sus días, sus herederos podrán liberar la hipoteca de la vivienda, pagando la deuda que se haya acumulado, o venderla y cancelar el préstamo.

Pero ¿quién es el cliente ideal para contratar una hipoteca inversa de Santander MAPFRE? El primer factor para tener en cuenta es, obviamente, la edad. Por imperativo legal hay que tener al menos 65 años, pero los expertos aconsejan tener algunos más. “La explicación es sencilla: el importe del préstamo que se recibe mensualmente se calcula en función de la esperanza de vida del cliente, así que una edad más avanzada permite recibir cantidades mayores cada mes”, explican desde Santander MAPFRE Hipoteca Inversa. Por este motivo, desde Santander MAPFRE Hipoteca Inversa recomiendan a los clientes que durante los primeros años desde la jubilación “vayan haciendo líquidos sus ahorros en otros productos como planes de pensiones, fondos de inversión, seguros, segundas residencias… y que contraten la hipoteca inversa después de haber consumido otros ahorros”.

Otro requisito imprescindible para contratar la hipoteca inversa de Santander MAPFRE es tener una vivienda en propiedad y residir en ella. “La vivienda tiene que estar situada en una zona de suficiente dinamismo comercial, es decir, donde se pueda vender rápidamente y los precios no sufran excesiva volatilidad”, aconsejan.

Estas reglas generales dibujan un marco en el que es fácil imaginar qué perfiles de personas son los que más pueden beneficiarse de la contratación de un producto de estas características, qué situaciones vitales pueden verse aliviadas y qué problemas puede solucionar.

MARIO: “NO PUEDO SOLO Y NO QUIERO QUE MIS HIJOS SE PELEEN”

Un claro ejemplo de ello es el caso de Mario, quien acaba de formalizar la contratación de su hipoteca inversa. Mario tiene 97 años, es viudo, y vive en su casa de Madrid desde hace una vida. “Es la casa que compartió con su mujer, donde crecieron sus hijos y no la quiere dejar”, señalan desde Santander MAPFRE Hipoteca Inversa.

Mario, pese a gozar de muy buena salud, necesita a alguien que le ayude con las tareas cotidianas y que le haga compañía. “No puedo solo y no quiero que mis hijos se peleen”, explica Mario. Sus ingresos ya no cubren los gastos necesarios para contratar estos cuidados y, además, está recibiendo ayuda financiera de sus hijos, algo con el que no se siente cómodo y que está empezando a generar cierta fricción.

En este caso, fueron los hijos de Mario los que se enteraron de la existencia de la hipoteca inversa de Santander MAPFRE como solución. “Mario recibe ahora una renta mensual que le permite sufragar todos sus gastos y vivir sin preocupaciones”, aseguran desde Santander MAPFRE Hipoteca Inversa. Además, con esta alternativa sus hijos están contentos, porque no todos parten de la misma situación económica y, para algunos, ayudar económicamente a su padre se estaba transformando en un problema.

De esta manera, cuando llegue el momento, los hijos de Mario decidirán si rescatar o vender la vivienda en función de su situación.

JULIA: “NO QUIERO QUE NADIE DESEE QUE ME VAYA”

Julia tenía otro objetivo cuando se acercó al banco para preguntar por la hipoteca inversa de Santander MAPFRE. Tiene 85 años, una salud de hierro, ningún hijo y se acaba de quedar viuda. Julia tiene buenos ingresos, pero también muchos proyectos vitales de futuro que quiere realizar. Le propusieron vender su casa en nuda propiedad, pero no le gustaba la idea. “No quiero vivir sabiendo que hay alguien deseando que me vaya de este mundo lo antes posible”, reconoce Julia.

Así que, cuando empezó a oír hablar de la hipoteca inversa de Santander MAPFRE no dudó en ir a preguntar y lo que escuchó la convenció. Contrató este producto con seguro de renta vitalicia, para garantizarse que estos ingresos opcionales no se interrumpirán en ningún momento. Ahora recibe unos 1.800 euros al mes y su única preocupación es “organizar el siguiente viaje con sus amigas de las clases de Pilates”, asegura.

FERNANDA: “EL CHALET ES MUY COSTOSO DE MANTENER”

Fernanda, de 79 años, también se quedó viuda hace poco. “El chalet que compartía con mi marido es muy costoso de mantener y mi pensión es más bien baja”, explica. Los hijos viven lejos, se ven poco y no están en condición de ayudarla. Fernanda estaba bastante desesperada y no veía otra opción que vender su casa para buscarse un piso más pequeño y fácil de mantener. Sin embargo, esa posibilidad le entristecía, porque no quiere dejar su pequeño jardín, al que tantas horas dedica cada día, no quiere renunciar a la pequeña pero preciosa biblioteca que su marido construyó y que juntos rellenaron con tantos libros a lo largo de los años.

La hipoteca inversa de Santander MAPFRE ha sido su solución. “Habló con sus hijos, quienes la animaron a seguir adelante. Ahora cuenta con unos ingresos mensuales añadidos de casi 1.200 euros al mes, que le permiten vivir más tranquilamente y cuidar de su casa”, resuelven desde Santander MAPFRE Hipoteca Inversa. Fernanda tiene claro que, dentro de unos años, cuando su movilidad se vea reducida por el avanzar de la edad, la venderá, pero por ahora es feliz de haber encontrado la manera de poder seguir disfrutándola.

Lo más visto

Redacción EM
Redacción EM
Información elaborada por el equipo de redacción.

Más información