JOSÉ DE LA UZ / ALCALDE DEL AYUNTAMIENTO DE LAS ROZAS
“La personas mayores pusieron los cimientos de lo que somos hoy, con mucho trabajo y esfuerzo. Se lo debemos”

Pregunta.- El Ayuntamiento de Las Rozas presentó, a finales del pasado octubre, un Plan de Salud Mental muy completo, dirigido no solo a intervenir, sino también a prevenir. ¿Cuáles son los principales objetivos de esta iniciativa?
Respuesta.- Todos conocemos a personas que sufren o han sufrido una enfermedad mental, si es que no la padecemos nosotros mismos. Tres de cada diez españoles toman algún tipo de psicofármaco, y el 41% de nuestros adolescentes admite haber tenido una dolencia de este tipo. Es un gran problema, y nos afecta a todos. A quienes lo padecen en primera persona, a sus familias, a sus cuidadores. La salud mental es esencial para el bienestar integral de las personas y de la comunidad. Partiendo de esa premisa, nuestro objetivo es desarrollar una sociedad más comprensiva e inclusiva, en la que todos puedan lograr un bienestar no solo mental, también emocional, físico, social e incluso espiritual. Nuestro Plan de Salud Mental tiene dos pilares. Uno es la intervención. Atendemos rápidamente los casos más urgentes, con un equipo de psicólogos creado con este fin. El otro es, como dices en tu pregunta, la prevención, la clave de nuestra estrategia. En España, una persona con un problema mental tarda tres años de media en pedir ayuda profesional desde que empieza a padecer síntomas. Este dato subraya la importancia de la prevención, que es una línea de trabajo más lenta pero más eficaz a medio y largo plazo. Para fomentarla, formamos a actores clave, como directores de colegios, docentes, orientadores, padres, miembros de la Policía Local, la Guardia Civil y el SAMER, trabajadores municipales… La suma de estos dos vectores, atención y prevención, ha dado como resultado un plan que comprende unas 200 actividades, talleres y campañas para personas de cualquier edad. Se encuadran en diez programas que abarcan ámbitos tan diversos como el ocio, el entorno laboral, la educación, la naturaleza y la relación con la tecnología. Persiguen una transformación social profunda en la que participan todos los ciudadanos de Las Rozas.
P.- Este plan lleva un gran trabajo previo que se realizó a través de mesas de trabajo en las que participaron muchas personas de Las Rozas. Dentro del colectivo de personas mayores, ¿cuáles son las principales necesidades que detectaron?
R.- Nuestra gestión se basa en conocer el municipio a fondo. Preguntamos a los vecinos cuáles son sus problemas y necesidades, y luego actuamos. Así es como ha nacido el Plan de Salud Mental, gracias a más de 35 mesas de trabajo y reuniones en las que ha participado toda la sociedad roceña, y al apoyo de todas las concejalías y los empleados del ayuntamiento, imprescindible para lanzar propuestas y coordinar y materializar las muchas y buenas ideas propias y de los ciudadanos. Hemos prestado atención a cualquiera que quisiera señalar problemas y aportar soluciones, a ciudadanos y a asociaciones y fundaciones con mucho arraigo en el municipio. Y, por supuesto, hemos hablado con las personas mayores. Una de las banderas de Las Rozas es la ayuda a las familias. En ellas son parte fundamental los mayores, a pesar de que son cada vez más los que sufren una soledad no deseada, precisamente uno de los grandes problemas que hemos detectado en ese colectivo. En nuestro municipio contamos con ellos, y sería una estupidez no hacerlo, además de una crueldad, porque somos la segunda ciudad de España en esperanza de vida (85,3 años), y estamos en la región líder en esperanza de vida de la UE (85,4 años). Es absurdo desaprovechar ese caudal de experiencia y conocimiento. Al desarrollar el plan constatamos otras necesidades de nuestros mayores, además de la de paliar la soledad no deseada. Por supuesto, les preocupa su salud. Y nos piden ayuda para mantenerse activos, física y mentalmente, para aprender y seguir siendo miembros funcionales de la sociedad. Gracias a la ciencia, vivimos cada vez más y mejor. Los años que siguen a la jubilación ya no son una sala de espera, se pueden llenar de vida. De lo que nos han contado se deduce una necesidad principal: no quieren que los aparten en un rincón.
P.- En este plan se enmarca un programa de voluntariado para acercar el arte a las residencias. ¿En qué consiste esta iniciativa y cuáles son los resultados que esperan conseguir?
R.- El arte nos humaniza, nos proporciona placer y da sentido a la vida. Numerosos estudios científicos indican que nos hace bien a cualquier edad. Lo hemos tenido en cuenta en nuestro Plan de Salud Mental, y por eso lanzamos a finales del año pasado un nuevo programa de voluntariado para acercar el arte a las residencias de ancianos de Las Rozas, con conciertos, actuaciones de danza, teatro, talleres y otras actividades. Está funcionando muy bien. Las actuaciones corren a cargo de los alumnos y profesores de las diferentes escuelas y talleres municipales, y ya han habido conciertos, talleres de pintura y actuaciones de danza en diversos centros. La iniciativa tiene un doble objetivo: mejorar la experiencia de los residentes en los diferentes centros de la localidad, y ampliar la oferta de voluntariado. Sabemos que las dos cosas tienen un importante impacto positivo en la salud mental y el bienestar de quienes participan en ellas.
P.- El plan se enfoca mucho en la prevención. ¿Se han contemplado acciones para prevenir problemas como el aislamiento social o la soledad?
R.- Por supuesto. En el caso de las personas mayores, hemos detectado que los factores más preocupantes son la pérdida de las redes de apoyo; la soledad, como ya dije antes; la muerte de sus seres queridos y la falta de propósito tras la jubilación. Los que más nos preocupan son los que no acuden a clubes sociales o a algunas de las muchas actividades que organiza el ayuntamiento. Queremos llegar a ellos, porque hemos comprobado que casi todos los que salen de casa tienen redes de apoyo bien organizadas y se encuentran mejor, física, mental y emocionalmente. Muchas de las alrededor de 200 actividades previstas en los diez programas del Plan giran en torno a prevenir el aislamiento social y la soledad. Si me apuras, la mayoría lo hacen. Dentro de esos diez programas hay dos dirigidos a ese objetivo: el programa de acción social, que fomenta el altruismo, la ayuda y el apoyo entre vecinos y voluntarios; y el programa de dinamización social, que incluye actividades para promover el bienestar a través de la participación ciudadana, y un mayor sentimiento de conexión y comunidad. Lógicamente, no puedo citar todas las acciones previstas en este ámbito, muchas de ellas pensadas para los mayores, los principales perjudicados por la soledad. Animo a todos a participar en las actividades que hemos diseñado. Por ejemplo, en las tertulias y charlas en los centros de mayores; en los talleres de pintura; en el voluntariado en huertos y bibliotecas escolares; en las actividades pensadas para que se relacionen nietos y abuelos; en las salidas a la naturaleza; en ‘Jubilarte’, que va a ser una guía para ayudar a las personas jubiladas o a punto de jubilarse a asumir bien su nueva situación; en los ciclos de conferencias… Si sigo se acaba aquí la entrevista.
P.- ¿Qué otros programas se impulsan desde el ayuntamiento para promover el envejecimiento activo y saludable?
R.- Nuestra atención a los mayores no nace con el Plan de Salud Mental, este viene a mejorarla. Llevamos casi una década de gobierno, y una de nuestras prioridades ha sido siempre impulsar las actividades, los talleres y el voluntariado en nuestros dos centros, en los que, por cierto, hemos llevado a cabo importantes mejoras para acondicionarlos a personas con discapacidad, problemas de movilidad o alteraciones cognitivas. Por ejemplo, nos hemos adherido a la Red de Atención a la Soledad No Deseada de la Comunidad de Madrid. Como ya he dicho, estamos reforzando las actividades enfocadas al envejecimiento activo y saludable, trabajamos en programas orientados a reducir la brecha digital y fomentamos una mayor participación de nuestros mayores en la vida de la ciudad. Los tenemos siempre presentes. En mayo y junio del año pasado celebramos la “Quincena del Mayor”, un conjunto de actividades culturales, de ocio y de naturaleza con el objetivo de favorecer las relaciones sociales y el envejecimiento activo de nuestros mayores. Seguiremos haciéndolo, porque se merecen todo nuestro respeto y mucho más reconocimiento. Por supuesto, estas medidas se suman al apoyo para los que peor lo están pasando. Tenemos ayudas para la adaptación de viviendas y la adquisición de productos de apoyo para personas mayores usuarias de centros de día, para gastos excepcionales (medicinas, gafas, audífonos, traslados, atención bucodental), apoyo económico a personas mayores en situaciones de urgencia o especialmente graves y sobrevenidas…
P.- En materia de voluntariado, ¿los vecinos de Las Rozas son solidarios, es decir, participan en iniciativas de forma altruista?
R.- Lo son. En el caso de la dana, la reacción de los roceños fue espectacular, como lo es siempre que se dan circunstancias excepcionales. Pero las mesas de trabajo para el diseño del Plan de Salud Mental y nuestra colaboración permanente con las asociaciones del Tercer Sector nos han enseñado que padecemos un déficit de voluntariado. Por eso impulsamos el programa de voluntariado municipal en atención social primaria, con personas mayores y el intergeneracional. Vamos a invertir más dinero en este ámbito, y queremos crear una app que facilite el ser voluntario. En el caso de los mayores, las residencias del municipio nos dicen que les cuesta encontrar voluntarios. En definitiva, es necesario fomentar la ayuda desinteresada a los demás, y a eso se enfocan bastantes de las iniciativas del Plan de Salud Mental, con especial atención a los jóvenes. Hay que sembrar en ellos las semillas del voluntariado, que mejora su salud mental y la de toda la comunidad.
P.- Los dos centros de mayores del municipio ofrecen una gran oferta de talleres, cursos, salidas culturales… ¿Estas iniciativas cuentan con una buena participación?
R.- En Las Rozas viven más de 18.000 personas mayores de 60 años, lo que supone más del 20,5% de la población, y de ellas más de 6.000 participan en alguna actividad de nuestros centros municipales de mayores. El dato es bueno, desde luego, pero para nosotros es insuficiente. Queremos que participen mucho más, pero no por engordar las cifras y ‘venderlas’, sino porque sabemos que eso va a contribuir a su bienestar emocional, como indican los expertos. Las Rozas es una ciudad familiar, y los mayores son el pilar de las familias. Si nuestra ciudad es una de las más prósperas y dinámicas de España es porque nos hemos subido sobre sus hombros. Ellos pusieron los cimientos de lo que somos hoy en años muy duros, de mucho trabajo y esfuerzo. Se lo debemos.
P.- Para terminar, ¿cree que la población roceña está sensibilizada con el respeto y apoyo a los vecinos de mas edad?
R.- Como dije antes en el caso del voluntariado: lo está, pero no lo suficiente. En el caso de la salud mental, hemos detectado que falta concienciación de la gravedad del problema, y en el caso del apoyo y el respeto a los mayores pasa lo mismo que en el resto de la sociedad: está muy lejos de ser el debido. Uno de los objetivos del Plan de Salud Mental es concienciar a toda la población de que el bienestar emocional y psicológico tiene mucho de trabajo en comunidad, y en ese terreno entra la ayuda a los que nos han precedido. El respeto y el cuidado de nuestros mayores es esencial en nuestro proyecto para hacer de Las Rozas una ciudad mejor, más amable e inclusiva, una ciudad en la que cualquiera querría vivir.