Estamos a un mes de las elecciones al Parlamento Europeo que, como sabrán, este año se celebran el próximo 9 de junio.
Pese a su importancia real, los comicios europeos en España no cuentan tradicionalmente con la misma relevancia mediática o popularidad de las elecciones nacionales e incluso de las autonómicas. Esto se refleja también en los datos de participación ciudadana, ya que si comparamos los últimos sufragios (2019 vs. 2023), por ejemplo, las europeas bajan diez puntos con respecto a las españolas.
No obstante, ese 60% registrado un lustro atrás en la anterior consulta continental sigue estando muy por encima de la media de los países miembro (50,66%), lo que denota, en general, cierta falta de interés y, al mismo tiempo, se comprende la insistencia por parte de la UE en realizar campañas para animar a la ciudadanía a acudir a las urnas.
Precisamente, en 2024 el lema es ‘Usa tu voto’ (‘Si no otros decidirían por ti’), una campaña que habla de la responsabilidad de mantener la democracia, fruto de la aspiración y lucha de muchos países en el pasado reciente, de hacerla más fuerte y de transmitirla a las generaciones venideras.
Para ello, la institución europea ha realizado un emotivo vídeo de cuatro minutos en el que varias personas mayores cuentan su experiencia personal y explican a sus nietos por qué es importante la democracia.
En la pieza, conocemos la historia de Monique, una mujer francesa de 96 años que vio como, en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, su madre moría por protegerla a ella y su hermana de las balas de los soldados. “Imagínate, cuando tienes 12 años, (…) nunca lo olvidas”, explica a su nieto Robin, que está detrás de las cámaras.
También escuchamos a Samuel, judío holandés que perdió a su padre en Auschwitz, y al que apartaron de su madre cuando solo era un bebé; o conocemos a Franco, un hombre italiano de 80 años que vivió la miseria de una Italia destruida tras la guerra, que asegura “nunca hay que dar por sentada la democracia”.
A mitad del vídeo, las voces protagonistas narran cómo surgió la revolución en algunos países como Letonia, o lo que supuso la caída del Muro de Berlín, “comienzo de la emancipación en toda Europa”.
Todos ellos, cerca del final, leen una carta a sus nietos para recordarles que la libertad y la democracia no siempre existieron, y señalar lo rápido que podemos perderlas si no luchamos por ellas.
La campaña confiere un papel decisivo a ambas generaciones: las personas mayores como transmisoras de un mensaje que las receptoras, las personas más jóvenes, no deben olvidar. Los primeros son los conocedores del contexto, el ‘de dónde venimos’ necesario para advertir de los peligros, de los errores del pasado, para entender el presente y llamar a la acción; los segundos deberán tomar nota –y el testigo– para no dar pasos atrás y que la lucha no haya sido en vano.
Este mensaje intergeneracional positivo contrasta, sin embargo, con la cruda realidad actual, con dos guerras activas (en Ucrania y la Franja de Gaza) que están causando la mismas muertes y desgracias de antaño, y con la amenaza latente de una escalada mundial.
Por este motivo, algunos pensarán que no hace falta retroceder hasta el 39 para entender lo que está en juego. Las nuevas generaciones pueden comprobar a diario, en cualquier informativo, periódico o red social, cuáles son las amenazas y las secuelas.
Pensarán, además, que las próximas elecciones no solo dependerán de los jóvenes, como sugiere la campaña –la cual, probablemente, busque movilizar el voto de este grupo etario por sus bajos porcentajes (aunque creciendo)–, sino también de los sénior, a los que les aguardan años en el horizonte y multitud de reivindicaciones.
Sin irnos más lejos, en España, las asociaciones reclaman, por ejemplo, una convención internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores, con una Mesa Estatal por la causa que ha pasado a la acción recabando más de 50.000 firmas.
La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), por su parte, propone participar de forma activa en esa convención y crear una ‘Agenda social por una Europa para todas las edades’, con la que defender los derechos y la inclusión del colectivo sénior.
Los guardianes de la democracia que vemos en el vídeo de la UE siguen siendo testigos de nuestro tiempo, a veces recogiendo los frutos cosechados, otras, sufriendo las injusticias como el resto –en ocasiones invisibilizados, como en las guerras, o infravalorados, como en la pandemia–; por eso, también usarán su voto para que nadie decida por ellos, porque nadie mejor que ellos sabe cuáles son las consecuencias.