El Gobierno fija la edad legal de jubilación en los 67 años de edad
El Ministerio de Trabajo aseguró que, gracias al llamado acuerdo social, 'se reforzará la sostenibilidad futura del sistema de pensiones español en la línea marcada por el Pacto de Toledo'
Gobierno, patronal y sindicatos concluyeron enero con la aprobación del Anteproyecto de Ley sobre Actualización, Adecuación y Modernización del Sistema de Seguridad Social -una normativa que incluye la negociación de la reforma del sistema de pensiones- y gracias a la que el Ejecutivo consiguió su objetivo de retrasar la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años.
En esta línea, desde el Ministerio de Trabajo explicaron que el nuevo texto legislativo "reforzará la sostenibilidad futura del sistema de pensiones español en la línea marcada por las recomendaciones del Pacto de Toledo y aprobadas por el Congreso de los Diputados el pasado 25 de enero".
Consenso social
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez; el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez; y los presidentes de Ceoe y Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado, respectivamente; fueron los encargados de rubricar -en el Palacio de la Moncloa- el Acuerdo Social y Económico para la reforma de la estructura de la negociación colectiva, la recuperación de las ayudas económicas a los parados y la garantía de las pensiones.
Tras la firma, Toxo apeló a la necesidad de trasladar este acuerdo al Parlamento y a los partidos políticos, que serán, a partir de ahora, los encargados de dar carta blanca al Anteproyecto de Ley. Para Toxo, estos contactos deben recuperar "toda la intensidad” del Pacto de Toledo. “Es un acuerdo que mira hacia el futuro, que apuesta por la transformación de la economía española, porque no es posible en la salida de la crisis reproducir los factores de crecimiento que nos han traído hacia la misma", dijo el secretario general de CC OO, quien también señaló que la reforma de la negociación colectiva es más importante para crear empleo que cualquier otra reforma laboral.
El papel de Jesús Caldera
Una de las personas que jugó un papel más activo en esta reforma fue Jesús Caldera, ex ministro de Trabajo y máximo responsable de la Fundación Ideas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le confió la labor de coordinar la negociación de la reforma de las pensiones con los partidos políticos y, tras los resultados obtenidos, la gestión fue considerada un éxito.
Caldera explicó los beneficios de llevar a cabo esta medida y, según expresó, "la reforma permitirá una revalorización de hasta un 44% de la pensión media en las próximas décadas". Aunque no se puede obviar que esta cifra contrasta con las estimaciones de sindicatos y expertos económicos, que calculan "una rebaja de las pensiones", este dato del 44% en la revalorización es una de las principales conclusiones que presentó el "think tank" del Psoe a finales del mes de enero.
En ese momento, la Fundación Ideas hizo público el informe "La reforma de las pensiones ¿cómo va a beneficiar a la sociedad española?", elaborado por el área de Economía y Sostenibilidad de la Institución, y que concluye que la reforma generará mejores pensiones en el futuro. En este sentido, el documento afirma que la preocupación que existe por que el aumento del tiempo de cotización requerido para el cálculo de la pensión haga que ésta descienda en términos reales es infundada.
Según las estimaciones de la Fundación, si no se hubiera llevado a cabo ningún cambio en el sistema de pensiones, esta prestación habría descendido de los casi 800 euros actuales a 625 en 2030 y hasta los 515 euros en 2050, lo que supondría una pérdida de poder adquisitivo del 35% en términos reales, debido, sobre todo, a que el número de pensionistas superaría ampliamente al número de trabajadores activos.
Desde la Fundación Ideas también dieron fechas concretas y pusieron como fecha 2014 para que el sistema empezara a ser deficitario. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social -la llamada hucha de las pensiones- serviría para amortiguar la situación otros diez años y poder mantener el poder adquisitivo de las pensiones. "Nuestro sistema está hoy plenamente garantizado pero era imprescindible hacer reformas para garantizar las pensiones futuras", manifestó Caldera.
Sin embargo, ésta no es la visión generalizada de los sindicatos. Los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, advirtieron que, aunque se haya alcanzado un primer pacto social, no se puede calificar de "pacto de Estado" el acuerdo alcanzado y, mucho menos, compararlo con los históricos Pactos de la Moncloa de 1977, como sí hizo el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero.
Con el acuerdo social, CC OO y UGT consiguieron, según manifestó Fernando Lezcano, portavoz de Comisiones Obreras, "yugular la pretensión del Gobierno de hacer obligatoria la jubilación a los 67 años de edad".
En la misma lógica, Carlos Bravo, responsable de Seguridad Social y representante de este sindicato en las negociaciones en materia de pensiones, incidió en los logros obtenidos por las organizaciones sindicales "con la reconducción sustancial de las propuestas del Gobierno".
"Los sindicatos hemos conseguido corregir considerablemente la posición del Gobierno" de manera que, a juicio de Fernando Lezcano, para entender la importancia y dimensión del acuerdo hay que "establecer las comparaciones con las medidas que pretendía imponer el Gobierno".
Pregunta:
Respuesta:
En esta línea, desde el Ministerio de Trabajo explicaron que el nuevo texto legislativo "reforzará la sostenibilidad futura del sistema de pensiones español en la línea marcada por las recomendaciones del Pacto de Toledo y aprobadas por el Congreso de los Diputados el pasado 25 de enero".
Consenso social
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez; el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez; y los presidentes de Ceoe y Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado, respectivamente; fueron los encargados de rubricar -en el Palacio de la Moncloa- el Acuerdo Social y Económico para la reforma de la estructura de la negociación colectiva, la recuperación de las ayudas económicas a los parados y la garantía de las pensiones.
Tras la firma, Toxo apeló a la necesidad de trasladar este acuerdo al Parlamento y a los partidos políticos, que serán, a partir de ahora, los encargados de dar carta blanca al Anteproyecto de Ley. Para Toxo, estos contactos deben recuperar "toda la intensidad” del Pacto de Toledo. “Es un acuerdo que mira hacia el futuro, que apuesta por la transformación de la economía española, porque no es posible en la salida de la crisis reproducir los factores de crecimiento que nos han traído hacia la misma", dijo el secretario general de CC OO, quien también señaló que la reforma de la negociación colectiva es más importante para crear empleo que cualquier otra reforma laboral.
El papel de Jesús Caldera
Una de las personas que jugó un papel más activo en esta reforma fue Jesús Caldera, ex ministro de Trabajo y máximo responsable de la Fundación Ideas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le confió la labor de coordinar la negociación de la reforma de las pensiones con los partidos políticos y, tras los resultados obtenidos, la gestión fue considerada un éxito.
Caldera explicó los beneficios de llevar a cabo esta medida y, según expresó, "la reforma permitirá una revalorización de hasta un 44% de la pensión media en las próximas décadas". Aunque no se puede obviar que esta cifra contrasta con las estimaciones de sindicatos y expertos económicos, que calculan "una rebaja de las pensiones", este dato del 44% en la revalorización es una de las principales conclusiones que presentó el "think tank" del Psoe a finales del mes de enero.
En ese momento, la Fundación Ideas hizo público el informe "La reforma de las pensiones ¿cómo va a beneficiar a la sociedad española?", elaborado por el área de Economía y Sostenibilidad de la Institución, y que concluye que la reforma generará mejores pensiones en el futuro. En este sentido, el documento afirma que la preocupación que existe por que el aumento del tiempo de cotización requerido para el cálculo de la pensión haga que ésta descienda en términos reales es infundada.
Según las estimaciones de la Fundación, si no se hubiera llevado a cabo ningún cambio en el sistema de pensiones, esta prestación habría descendido de los casi 800 euros actuales a 625 en 2030 y hasta los 515 euros en 2050, lo que supondría una pérdida de poder adquisitivo del 35% en términos reales, debido, sobre todo, a que el número de pensionistas superaría ampliamente al número de trabajadores activos.
Desde la Fundación Ideas también dieron fechas concretas y pusieron como fecha 2014 para que el sistema empezara a ser deficitario. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social -la llamada hucha de las pensiones- serviría para amortiguar la situación otros diez años y poder mantener el poder adquisitivo de las pensiones. "Nuestro sistema está hoy plenamente garantizado pero era imprescindible hacer reformas para garantizar las pensiones futuras", manifestó Caldera.
Sin embargo, ésta no es la visión generalizada de los sindicatos. Los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, advirtieron que, aunque se haya alcanzado un primer pacto social, no se puede calificar de "pacto de Estado" el acuerdo alcanzado y, mucho menos, compararlo con los históricos Pactos de la Moncloa de 1977, como sí hizo el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero.
Con el acuerdo social, CC OO y UGT consiguieron, según manifestó Fernando Lezcano, portavoz de Comisiones Obreras, "yugular la pretensión del Gobierno de hacer obligatoria la jubilación a los 67 años de edad".
En la misma lógica, Carlos Bravo, responsable de Seguridad Social y representante de este sindicato en las negociaciones en materia de pensiones, incidió en los logros obtenidos por las organizaciones sindicales "con la reconducción sustancial de las propuestas del Gobierno".
"Los sindicatos hemos conseguido corregir considerablemente la posición del Gobierno" de manera que, a juicio de Fernando Lezcano, para entender la importancia y dimensión del acuerdo hay que "establecer las comparaciones con las medidas que pretendía imponer el Gobierno".
Pregunta:
Respuesta:
Durante los días que siguieron a la aprobación de esta reforma, el
portavoz del Partido Popular (PP) en el Pacto de Toledo, Tomás Burgos,
manifestó que el Gobierno "modificó sustancialmente la posición respecto
a la edad de jubilación que venía manteniendo a lo largo de toda la
negociación en el Pacto de Toledo" y consideró que "si ese cambio se
hubiera hecho explícito en su momento, habría sido más fácil alcanzar un
compromiso con el PP". En este sentido, Burgos elogió la actitud de los
sindicatos, que con este acuerdo "han demostrado que no hay líneas
rojas para la negociación" y ponen en evidencia una dosis de adaptación
por parte de CC OO y UGT que será "muy buena para el futuro". En
cualquier caso, Burgos señaló que no es "tiempo de celebraciones, sino
de reflexiones", pues el pacto no deja de implicar "recortes y
sacrificios sin precedentes para los trabajadores que se han tenido que
adoptar como respuesta a una situación límite. Dañar y penalizar a los
ciudadanos, no debe ser motivo de satisfacción", remarcó. "Pero los
ciudadanos tienen derecho a saber por qué hemos llegado a esta situación
extrema y a este indudable sacrificio", añadió Burgos, para quien la
causa es la incapacidad del Gobierno para activar el empleo y evitar la
histórica tasa de paro que registra el país. Burgos aseguró que el
Gobierno "ha introducido importantes elementos de gradualidad y
voluntariedad que refuerzan la contributividad del sistema, lo que
coincide básicamente con lo que el PP ha venido sosteniendo
coherentemente a lo largo de todo el proceso".
En esta línea irían aspectos como el aumento de 15 a 25 años del periodo de cálculo o el aumento de los 35 a 37 años para poder percibir la pensión máxima. "La clave es que la jubilación debe depender en mayor medida de la carrera de cotización y no tanto de la edad legal", indicó.
La opinión de los mayores
Por su parte, la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) y la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) también quisieron mostrar su posicionamiento frente a la nueva normativa. UDP exigió que la reforma de las pensiones debe incluir incentivos con desgravaciones y ayudas a aquellas empresas que mantengan en su plantilla a trabajadores mayores de 50 años.
Además, esta organización cree que se debe flexibilizar la percepción de una pensión con la realización de trabajos remunerados, incentivar la formación continua y los cursos de reciclaje para los mayores de 50 años y penalizar las prejubilaciones, entre otras peticiones. UDP también recuerda que en las próximas cuatro décadas, los mayores de 40 años se duplicarán, hasta alcanzar el 31,9% de la población total. Esto genera que, de cada diez personas en edad de trabajar, casi nueve serán potencialmente inactivas (bien por ser menores de 16 años o bien por tener más de 64).
Por su parte, Raquel Manjavacas, gerente de Ceoma explicó, con respecto a la ampliación de la jubilación a los 67 años, que "nuestra propuesta va encaminada a que cada trabajador pueda elegir cuándo se jubila de forma voluntaria, una vez que cumpla los requisitos de cotización exigidos. Así pues, elevar la edad a los 67 sólo supone obligar a trabajar dos años más a quien quiera jubilarse antes e impedir a muchos trabajadores continuar en su trabajo".
>> Ocho preguntas y respuestas para entender la reforma de las pensiones
>> Valeriano Gómez: 'La reforma nos va a permitir fortalecer nuestro sistema de pensiones'
>> OPINIÓN/ Radiografía de la jubilación en España, por Luis María Sáez de Jáuregui
En esta línea irían aspectos como el aumento de 15 a 25 años del periodo de cálculo o el aumento de los 35 a 37 años para poder percibir la pensión máxima. "La clave es que la jubilación debe depender en mayor medida de la carrera de cotización y no tanto de la edad legal", indicó.
La opinión de los mayores
Por su parte, la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) y la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) también quisieron mostrar su posicionamiento frente a la nueva normativa. UDP exigió que la reforma de las pensiones debe incluir incentivos con desgravaciones y ayudas a aquellas empresas que mantengan en su plantilla a trabajadores mayores de 50 años.
Además, esta organización cree que se debe flexibilizar la percepción de una pensión con la realización de trabajos remunerados, incentivar la formación continua y los cursos de reciclaje para los mayores de 50 años y penalizar las prejubilaciones, entre otras peticiones. UDP también recuerda que en las próximas cuatro décadas, los mayores de 40 años se duplicarán, hasta alcanzar el 31,9% de la población total. Esto genera que, de cada diez personas en edad de trabajar, casi nueve serán potencialmente inactivas (bien por ser menores de 16 años o bien por tener más de 64).
Por su parte, Raquel Manjavacas, gerente de Ceoma explicó, con respecto a la ampliación de la jubilación a los 67 años, que "nuestra propuesta va encaminada a que cada trabajador pueda elegir cuándo se jubila de forma voluntaria, una vez que cumpla los requisitos de cotización exigidos. Así pues, elevar la edad a los 67 sólo supone obligar a trabajar dos años más a quien quiera jubilarse antes e impedir a muchos trabajadores continuar en su trabajo".
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