Más de tres décadas de diferencia entre los países con mayor y menor esperanza de vida

El nuevo Informe mundial sobre los Determinantes Sociales de la Equidad en Salud, que acaba de presentar la OMS, muestra que estos determinantes pueden ser responsables de una drástica reducción de la esperanza de vida saludable. Por ejemplo, las personas del país con la esperanza de vida más baja vivirán, en promedio, 33 años menos que las nacidas en el país con la esperanza de vida más alta. Estos condicionantes pueden influir en la salud de las personas más que las influencias genéticas o el acceso a la atención médica.
“Nuestro mundo es desigual. El lugar donde nacemos, crecemos, vivimos, trabajamos y envejecemos influye significativamente en nuestra salud y bienestar”, explicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la organización. “Pero es posible cambiar para mejor. Este informe mundial ilustra la importancia de abordar los determinantes sociales interrelacionados y ofrece estrategias basadas en la evidencia y recomendaciones de políticas para ayudar a los países a mejorar los resultados de salud para todos”.
Este análisis es el primero de su tipo publicado desde 2008 que establece las metas para 2040 destinadas a reducir las brechas entre los países, y aunque los datos son escasos, ya evidencia que estas metas no se alcanzarán.
Actualmente, 3.800 millones de personas en el mundo carecen de una cobertura de protección social adecuada, lo que repercute directa y duraderamente en su salud. La elevada carga de la deuda ha mermado la capacidad de los gobiernos para invertir en estos servicios, y el valor total de los pagos de intereses de los 75 países más pobres del mundo se ha cuadruplicado en la última década. Por eso, la OMS hace un llamamiento a la acción colectiva.