martes, 18 marzo 2025
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DOCTORA EN BIOMEDICINA Y RESPONSABLE DEL EQUIPO DE NUTRICIÓN Y SALUD DE NOOTRIC

Isabel Martorell: “Contar con el apoyo de profesionales puede hacer que esta transición sea más llevadera, asegurando que cada mujer tenga un plan adaptado a su ritmo de vida y sus objetivos”

Con la experta en Biomedicina abordamos cómo una buena nutrición puede aliviar algunos de los síntomas habituales cuando entramos en la menopausia, una fase, que como Martorell señala “nuestro cuerpo está cambiando y debemos acostumbrarnos desde el autocuidado y la comprensión”

PREGUNTA.- Sabemos que una buena alimentación es vital en cualquier etapa de la vida. Pero, ¿cuánto de importante es cuando llegamos a la menopausia?

RESPUESTA.- La menopausia es una fase de transformación en la vida de la mujer, en la que el cuerpo experimenta cambios hormonales que pueden influir en la salud ósea, cardiovascular y metabólica. Adaptar la alimentación en este momento puede ayudar a minimizar ciertos síntomas, a la vez que supone una oportunidad para fortalecer el bienestar a largo plazo.

Además de la nutrición, la actividad física –especialmente el ejercicio de fuerza– juega un papel fundamental para mantener la masa muscular, la densidad ósea y la salud metabólica, lo que ayuda a transitar esta etapa con energía y vitalidad.

P.- ¿Qué hábitos nutricionales sería conveniente adquirir cuando se llega a la menopausia?, ¿qué alimentos no deben faltar en nuestra dieta?, ¿alguno que deberíamos evitar?

R.- Más que centrarnos en lo que se debe evitar, es importante enfocarnos en lo que podemos incorporar. Priorizar alimentos ricos en calcio y vitamina D, como los lácteos, pescados azules y frutos secos, ayuda a preservar la densidad ósea. Mantener una ingesta adecuada de proteínas de calidad es clave para prevenir la pérdida de masa muscular, que tiende a disminuir con la edad. Además, los ácidos grasos saludables, presentes en el aceite de oliva, el aguacate y el pescado azul, favorecen la salud cardiovascular.

Durante la menopausia, muchas mujeres aumentan el consumo de ciertos nutrientes como el calcio y la vitamina D, aunque en muchos casos su suplementación no está justificada sin un déficit diagnosticado. También es común recurrir a suplementos dietéticos ‘naturales’ o plantas ‘medicinales’ para aliviar síntomas, pero hay que tener en cuenta que la evidencia científica sobre su efectividad es limitada y que algunos pueden tener efectos adversos. Por eso, antes de empezar a tomarlos, es recomendable consultar con un profesional sanitario que valore su necesidad según cada caso particular.

En este sentido, el equipo de nutricionistas especializados en salud hormonal y acompañamiento de la mujer de Nootric también es una buena opción.

P.- ¿Varían las necesidades nutricionales según nos encontremos en la perimenopausia, la menopausia o la posmenopausia?

R.- Sí, las necesidades cambian a lo largo de estas fases. En general, durante la perimenopausia, que es el período previo a la menopausia, la alimentación puede ayudar a mantener la energía y a mitigar los primeros síntomas, como los cambios en el estado de ánimo o el metabolismo. En la menopausia, el foco está en el cuidado de la salud ósea y cardiovascular, asegurando un buen aporte de nutrientes esenciales. En la posmenopausia, el objetivo es mantener un estado óptimo de salud y prevenir enfermedades crónicas, ajustando la alimentación y la actividad física al nivel de energía y masa muscular de cada persona.

P.- ¿Qué consejos daría a una mujer que se encuentre en esta fase?

R.- A una mujer que se encuentre en esta fase le aconsejaría que entienda la menopausia como una etapa de transición natural, en la que nuestro cuerpo está cambiando y debemos acostumbrarnos a esos cambios desde el autocuidado y la comprensión. Y, en ese camino, pequeñas adaptaciones en la alimentación y nuestro estilo de vida pueden ayudarnos a sentirnos mejor.

Mantenerse activa, especialmente con ejercicios de fuerza, ayuda a conservar la masa muscular y la salud ósea. En cuanto a la alimentación, no se trata de restricciones, sino de hacer ajustes inteligentes que favorezcan el bienestar, incorporando alimentos frescos, nutritivos y adaptados a nuestras necesidades individuales. Además, contar con el apoyo de profesionales de la salud puede hacer que esta transición sea más llevadera, asegurando que cada mujer tenga un plan adaptado a su ritmo de vida y sus objetivos.

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Emma Vicente
Emma Vicentehttps://entremayores.es/
Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Cubre la información de salud e internacional de entremayores y la edición de Castilla y León.

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