Ambas etapas son muy significativas en la vida de hombres y mujeres y poco hablamos de ello. Es por esto la importancia de destacar que no solo implican cambios físicos y síntomas, sino también existen profundos impactos psicológicos y emocionales, por lo que, entenderlos es fundamental para abordar este momento en la vida de una manera sana, y así promover, el bienestar de cada persona en este periodo importante de transición.
Los hombres en la andropausia pueden presentar, por ejemplo, sentimientos de pérdida y ansiedad: en los hombres disminuyen los niveles de testosterona lo que puede llevarlo a sentimientos de perdida, de vitalidad y de virilidad. En muchas ocasiones esto puede desencadenar en ansiedad y depresión.
También experimentan cambios en la autoestima: la reducción de la masa muscular y el aumento de la grasa corporal afectan a la autoimagen y la autoestima. Pueden sentirse menos atractivos o competentes, afectando su confianza personal y profesional.
Además, sufren
cambios de humor: la fluctuación hormonal causa irritabilidad, y una disminución general de la tolerancia al estrés lo que puede impactar en las relaciones interpersonales, la calidad de vida y la propia autopercepción.
Pueden sentir, además, aislamiento social, la percepción de no estar cumpliendo con los roles tradicionales de género puede llevar a sentimientos de vergüenza y aislamiento social. Los hombres pueden evitar hablar sobre sus síntomas por temor a ser percibidos como débiles.
Por su parte, las mujeres, en el torbellino emocional y psicológico de la menopausia, pueden presentar, por ejemplo, el síndrome del nido vacío. Muchas mujeres experimentan la menopausia durante la misma época en que sus hijos/as dejan el hogar, lo que puede llevar a un sentimiento de vacío y pérdida. Este cambio puede desencadenar depresión y ansiedad.
También sienten cambios en la identidad. La menopausia marca el final de la capacidad reproductiva, lo que puede ser percibido como el final de una etapa significativa de la vida. Esto puede provocar una crisis de identidad y sentimientos de inutilidad.
Ansiedad y depresión, porque los cambios hormonales pueden causar síntomas similares a los de la depresión y la ansiedad, como insomnio, irritabilidad y una sensación general de tristeza. La falta de sueño también puede exacerbar estos síntomas.
Dificultades en las relaciones, es decir, los cambios físicos, como la sequedad vaginal, pueden afectar la vida sexual y, en consecuencia, a las relaciones íntimas. La incomodidad y la falta de comunicación sobre estos problemas pueden generar distancia emocional entre las parejas.
Las estrategias personales a considerar en esta etapa de la vida se deberían relacionar, directamente, con el Manejo Emocional y los Pensamientos por lo que si tu vida se está viendo afectada de manera significativa busca Terapia y Apoyo Psicológico. Tanto hombres y mujeres pueden beneficiarse de la terapia para abordar la depresión, la ansiedad y los cambios de identidad.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es especialmente efectiva para modificar patrones de pensamiento negativos y una educación sobre los cambios físicos y emocionales asociados con la andropausia y la menopausia. Mantener una rutina de ejercicio regular en particular libera endorfinas que mejoran el estado de ánimo. Fomenta y esfuérzate en mantener una comunicación abierta con la pareja, familia y/o amigos/as sobre los cambios y sentimientos que estas experimentando.
La andropausia y la menopausia son más que simples transiciones físicas, son periodos que afectan profundamente el bienestar emocional y psicológico. Reconocer y abordar estos aspectos puede mejorar significativamente la calidad de vida durante esta etapa. La empatía, el apoyo y la educación son clave para enfrentarse a estos cambios con resiliencia y esperanza.
* Andrea Suazo es la directora-fundadora de
PsicoCenter, en Barcelona, un centro médico especializado en Psicología Clínica y Salud Sexual que ofrece un servicio integral a todas las personas que necesiten ayuda.