Solo cuatro de cada diez mayores de 55 reconoce cuidar su salud emocional

Dar sentido a la vida, reforzar los vínculos con la familia y formar parte de grupos sociales son factores que influyen directamente en el bienestar emocional y que, sin darnos cuenta, también contribuyen a cuidarlo. Así, aunque únicamente el 40% de los sénior mayores de 55 años reconoce prestar atención a su salud mental, cuidándola proactivamente, lo cierto es que gran parte de ellos ya desarrollan, de manera cotidiana, prácticas y hábitos que fortalecen su equilibrio emocional, según el estudio Séniors y Salud en España, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre.
En este sentido, un 64% de los encuestados asegura dedicar ahora más tiempo a su familia, lo que no solo estrecha los lazos intergeneracionales, sino que aporta apoyo mutuo y estabilidad, dos pilares esenciales para la salud mental. En esta misma línea, el estudio recoge que el 62% indica reunirse frecuentemente con sus amistades, confirmando el papel central de las relaciones personales en esta etapa de la vida, ya que reducen la soledad no deseada y refuerzan la autoestima.
Además, el 54% de los sénior declara tener ilusión por proyectos futuros. Tener expectativas y motivaciones, incluso en edades avanzadas, se traduce en energía vital, propósito y una actitud positiva hacia el presente y el futuro, factores directamente vinculados con una salud emocional sólida.
Los planes sociales que más prefieren los sénior son las comidas con familiares o amigos (82%), seguidas de los viajes (40%). En el lado opuesto, un 7% afirma no decantarse por ninguna actividad social preferida. Estas respuestas muestran cómo la gran mayoría de los mayores de 55 años valora mantener espacios de encuentro y compañía como parte esencial de su bienestar. En cuanto a la frecuencia, casi la mitad (47%) asegura organizar planes sociales al menos una vez por semana, mientras que un 18% lo hace menos de una vez al mes.
En definitiva, este informe aborda a un colectivo que hoy suponen 12,7 millones de personas en España, pero que dentro de 15 años puede suponer el 40% de la población de nuestro país. Por eso, además, esta investigación tiene como objetivo combatir tres problemas a los que nos estamos enfrentando: el edadismo; el aumento de la esperanza de vida, pero no siempre de vidas más saludables; y la disminución del bienestar emocional al cumplir años.
Para ello, desde el Centro Ageingnomics señalan que «es necesario empezar a prepararse antes de llegar a ser parte de este colectivo, viviendo de manera consciente y respetuosa, y con una planificación financieramente acorde a esta nueva etapa en la que, como veíamos, la familia y los amigos son pilares fundamentales; los planes sociales les llenan de vitalidad; y en la que aceptan este nuevo momento como una oportunidad para mejorar su salud, disfrutar de mayor libertad y tiempo para actividades personales».
Por ello, concluye el informe, es clave concienciar a la sociedad de que, aunque los sénior sigan cumpliendo años, siguen siendo jóvenes y así se sienten: vitales, independientes e ilusionados. «Pero es tarea de todos el contribuir a que siga siendo así, con un propósito, prevención en lugar de medicación y sacando partido a su experiencia y contribución a la sociedad», argumentan.