‘Se impone la necesidad de apostar por la fuerza laboral que representan las personas mayores de 45 años’
Por comunidades autónomas, lidera el envejecimiento Asturias, con un índice del 207,2% (207 mayores por cada 100 menores de 16), seguida de Galicia (190,5%) y Castilla León (187,5%). En el otro lado, Ceuta y Melilla, Murcia, Andalucía y Baleares son las únicas regiones con una mayor proporción de jóvenes. Se calcula que en 2030 los mayores de 65 supondrán el 30% de la población, frente al 18% actual. En este momento, cuando empiecen a jubilarse en masa los babyboomers (nacidos entre 1958 y 1977), unas cohortes sensiblemente más reducidas deberán soportar el coste de la atención de las pensiones y sus cuidados sociosanitarios.
Según Mesonero, “la relación cotizante-pensionista es actualmente de 2,2, considerándose una ecuación sostenible a partir de 2,5 contribuyentes por cada jubilado. Si continúa esta tendencia, para 2052 se estima que, por cada persona inactiva, habrá poco más de una persona trabajando, lo que sin duda pone en peligro la sostenibilidad de nuestro sistema”.
Nuevas apuestas
Con estas cifras es evidente la necesidad de apostar por la fuerza laboral que, hasta el momento, ha sufrido más discriminación en su acceso al empleo, principalmente los mayores de 45 años que experimentan exclusión de edad. Según Mesonero, “aunque actualmente los mayores de 45 años están ocupando buena parte del empleo creado, esta situación obedece más a una cuestión estadística (representan aproximadamente el 40% de desempleados), unida a otros factores como la posibilidad que tienen las empresas de contratar a estos profesionales por condiciones más económicas o la necesidad de compensar la marcha del talento joven a otros países, en busca de mejores condiciones”.
Sin embargo, “el gran reto es convencer a las empresas de que recuperar el talento senior es una ventaja competitiva. Hemos de dar por clausurada la etapa de discriminación al trabajador mayor de 45 años, cuentan con valores que les hacen altamente competitivos como la experiencia, la madurez o el control emocional”, recalca Mesonero.
Pero además de los mayores, existen otros sectores de la población, tradicionalmente más inactivos, que van a resultar clave para que nuestra economía sea sostenible. Nos referimos a personas con discapacidad o mujeres con responsabilidades familiares no compartidas, ”nuestra economía necesita de su talento para ser sostenible en el tiempo”, puntualiza el director general de la Fundación Adecco.