Los Premios al Voluntariado de la Fundación Esplai reconocen a sus ciudadanos más comprometidos

El Auditorio Centro Cultural José Luis Sampedro, en Madrid, acogió recientemente una de las citas más relevantes de Fundación Esplai: la entrega de los Premios Fundación Esplai a la Ciudadanía Comprometida, que ha tenido lugar en el marco del Foro Juventud comprometida con las TIC y los Valores del deporte.
Con estos premios se reconoce la labor de las personas voluntarias que colaboran en causas sociales, su compromiso para transformar el mundo en el que vivimos y su solidaridad.
En esta XVI edición, las personas que han resultado ganadoras son: Gloria Cavanna Trugeda, reconocida con el premio en la categoría Trabajo por la Comunidad. Le entregó el galardón Cristóbal Sánchez Blesa, presidente de Solidarios para el Desarrollo y director de la Fundación Paco de Lucía. Jezabel Albelda Mínguez, premiada en la categoría Voluntariado contra la brecha digital. Recibió el premio de manos de Yolanda Florido Maldonado, coordinadora del Área de Integración Social de la Asociación Prodiversa y patrona de Fundación Esplai. Rubén Barba Pizarro, distinguido con un accésit en la categoría Voluntariado contra la brecha digital. El reconocimiento fue entregado por Mª José Navarrete Pérez, patrona de Fundación Esplai y de Fundesplai.
POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS VULNERABLES
Con 91 años, Gloria Cavanna Trugeda ha sido reconocida por su compromiso inquebrantable con la justicia social y el desarrollo comunitario. Durante décadas, Cavanna ha estado dedicada al activismo y a la defensa de los derechos de las personas más vulnerables, incluso en contextos muy difíciles. Desde joven, ha impulsado causas relacionadas con la inclusión, los Derechos Humanos y la participación ciudadana.
Ya jubilada, continúa participando en iniciativas comunitarias en la Asociación Vecinal Valle Inclan y en la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) con la convicción de que una sociedad mejor solo es posible si todas las personas cuentan. “Lo que recibimos es para darlo a los demás y es la mayor satisfacción que podemos tener. Puedes participar, tienes valores, puedes compartirlos y hay gente que lo necesita, los necesitamos todos”, ha asegurado al recibir el galardón.
CONTRA LA BRECHA DIGITAL EN EL RURAL
Jezabel Albelda Mínguez ha sido galardonada por su valiosa contribución a la comunidad en la lucha contra las brechas digitales en el ámbito rural. Desde hace casi 20 años, lidera iniciativas de voluntariado que promueven la inclusión digital de personas mayores, mujeres desempleadas, infancia, juventud y personas con diversidad funcional, a través de espacios accesibles para el aprendizaje, la autonomía y la participación comunitaria convencida de que “cada clic puede cambiar la vida de alguien”.
Su trabajo va más allá de la capacitación de habilidades digitales; ya que ha promovido talleres específicos para profesionales, ha fortalecido los vínculos entre la administración local y el tercer aector, mediante la colaboración activa con diversas entidades y ha impulsado redes de apoyo con impacto real en la vida de su comunidad.
Durante el acto, ha expresado que la voluntad de ayudar importa: ser útil a tu comunidad, defender los derechos digitales como derechos universales y creer que incluso una pequeña acción puede cambiar cosas. “Si te implicas, aportas tu tiempo, tu energía y tu voz puedes cambiar más de lo que imaginas porque cuando ayudas a otra persona a conectarse, también la conectas con nuevas oportunidades”; así ha animado a la juventud a hacer voluntariado.
ROMPIENDO ESTEREOTIPOS
Rubén Barba Pizarro ha sido reconocido con el accésit en la categoría Trabajo por la Comunidad por su compromiso transformador con el barrio de Sant Cosme, en El Prat de Llobregat (Barcelona), donde inspira a jóvenes y rompe estereotipos desde la acción cotidiana.
Su historia personal está profundamente vinculada al centro de ocio y tiempo libre educativo del barrio, al que llegó como niño participante, luego fue monitor y, en un momento crítico, asumió el cargo de director para revitalizar el esplai, convirtiéndolo de nuevo en un espacio clave para la infancia y la juventud de Sant Cosme. Actualmente, continúa activo dinamizando su entorno con alegría y compromiso.
Durante su intervención, ha recordado que empezó como niño en el esplai y que a día de hoy, sigue comprometido con la juventud, principalmente en Sant Cosme, rompiendo clichés desde la acción cotidiana. e impulsando la tecnología como herramienta para la inclusión.