Paraguay aprueba el Plan Nacional de Políticas para Adultos Mayores
Actualmente, este país cuenta con 531.180 personas con más de 60 años y se prevé un agravamiento del envejecimiento de la población en los años venideros. Este hecho ha motivado que el Ministerio de Salud Pública haya tomado cartas en el asunto promoviendo esta iniciativa
Como se ha dado a conocer a principios de julio, el Ministerio de Salud de Paraguay acaba de aprobar el Plan Nacional de Políticas para Adultos Mayores, una herramienta que busca promover y proteger los derechos humanos de las personas adultas mayores, apuntando a la creación de condiciones de participación social y educación que fomenten la plena inclusión de esta franja etaria en la sociedad.
Según señaló Jorge Quintás, director de Adultos Mayores, “la implementación de este Plan Nacional de Políticas para Adultos Mayores, se plasma en la ejecución de los Servicios y los 14 Programas que desarrolla la Dirección de Adultos Mayores, ente Rector Nacional, dependiente del Instituto de Bienestar Social, y que también fueron aprobados mediante la Resolución Ministerial SG Nº 612/12, generando inmejorables condiciones para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y el respeto a sus derechos”.
Este hecho se produce en un momento en que este país se encuentra dentro del proceso de una agudización del envejecimiento progresivo. Un dato constatado por las proyecciones de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, que inciden en que actualmente existen 531.180 personas mayores de 60 años en Paraguay y que para el 2020 se prevé que este colectivo representará el 9,67% de la población total, mientras que los menores de 0 a 14 años el 20,32%. Y más allá, para el 2050 el porcentaje será del 17,52% y 20,56% respectivamente.
Así pues, en este contexto, el Ministerio de Salud Pública, en virtud de la Resolución Nº 612/2012 dispuso la reciente aprobación del Plan Nacional de Políticas para Adultos Mayores, que apunta a promover acciones que contribuyan a la igualdad de oportunidades, favorezcan el desarrollo integral, la inclusión y participación activa de las personas adultas mayores en el desarrollo integral, la inclusión y participación activa en el desarrollo del país, siendo un asunto de justicia social y derechos humanos que requieren de un gran esfuerzo de coordinación sectorial e interinstitucional y la activa participación de la familia, la comunidad y sociedad.
Según señaló Jorge Quintás, director de Adultos Mayores, “la implementación de este Plan Nacional de Políticas para Adultos Mayores, se plasma en la ejecución de los Servicios y los 14 Programas que desarrolla la Dirección de Adultos Mayores, ente Rector Nacional, dependiente del Instituto de Bienestar Social, y que también fueron aprobados mediante la Resolución Ministerial SG Nº 612/12, generando inmejorables condiciones para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y el respeto a sus derechos”.
Este hecho se produce en un momento en que este país se encuentra dentro del proceso de una agudización del envejecimiento progresivo. Un dato constatado por las proyecciones de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, que inciden en que actualmente existen 531.180 personas mayores de 60 años en Paraguay y que para el 2020 se prevé que este colectivo representará el 9,67% de la población total, mientras que los menores de 0 a 14 años el 20,32%. Y más allá, para el 2050 el porcentaje será del 17,52% y 20,56% respectivamente.
Así pues, en este contexto, el Ministerio de Salud Pública, en virtud de la Resolución Nº 612/2012 dispuso la reciente aprobación del Plan Nacional de Políticas para Adultos Mayores, que apunta a promover acciones que contribuyan a la igualdad de oportunidades, favorezcan el desarrollo integral, la inclusión y participación activa de las personas adultas mayores en el desarrollo integral, la inclusión y participación activa en el desarrollo del país, siendo un asunto de justicia social y derechos humanos que requieren de un gran esfuerzo de coordinación sectorial e interinstitucional y la activa participación de la familia, la comunidad y sociedad.
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