Víctor Hugo Carrasco / Presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile
‘Nuestra prioridad es que Chile estructure la atención de salud de los mayores, reconociendo sus infinitas particularidades’
Acaba de pasar a liderar una Sociedad que cobra, día a día, una especial relevancia en este país, aunque su vinculación a la misma se remonta a bastante tiempo atrás. Es por ello, que conoce de primera mano y con gran exactitud por dónde irá el futuro de los senior chilenos, por dónde debería ir, y qué habría que prever de cara a un colectivo al alza. Por lo pronto, el doctor Carrasco denuncia que 'seguimos abordando a las personas mayores con una inexistente continuidad de los cuidados'
Pregunta.- Acaba de ser nombrado presidente de esta Sociedad. ¿Cómo asume este nombramiento?
Respuesta.- Ésta es una Sociedad aún pequeña, pero pujante y con mucha energía. En ese sentido, asumo esta responsabilidad con muchas fuerza y muchas ganas de continuar el buen trabajo del presidente y del directorio anterior. Estoy convencido de que el grueso de los problemas de las personas mayores están directamente vinculadas o son del ámbito de su salud y creo que es un deber nuestro estar presentes en todas las instancias de la Administración del Estado, donde se discutan y sancionen medidas que tiendan a mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.
P.- En su declaración de intenciones de su llegada al cargo, habla de “plan nacional de envejecimiento”, “un nuevo modelo asistencial para los mayores”, “encauzar políticas públicas”… ¿Cuál es su opinión sobre la realidad actual de los mayores chilenos?
R.- La realidad de nuestros mayores es bastante dispareja. En los últimos años ha existido un importante avance en muchos temas, como en la integración a actividades sociales, recreativas, turísticas, culturales, etcétera. Sin embargo, en el área sanitaria estamos extremadamente atrasados, pues nuestro modelo estatal de salud sigue estructurado como hace 50 años, cuando el perfil demográfico y epidemiológico era muy diferente. Seguimos abordando a las personas mayores por “partes”, es decir, por apartados y, por lo tanto, siguen expuestos a múltiples visiones y prescripciones con escasa o nula integración, y por cierto, con una inexistente continuidad de los cuidados. Para dar un ejemplo gráfico: la Atención Primaria de salud está a cargo de los municipios (ayuntamientos) en su administración, gestión y provisión, sin embargo, la atención especializada y hospitalaria, está a cargo de los servicios de salud dependientes del Ministerio de Salud, por lo que los puentes entre ambos no son necesariamente expeditos.
Por otra parte, las enormes diferencias sociales en Chile, hacen que los que tienen recursos, puedan obtener una atención de salud de primer nivel, sin embargo, la mayoría, que no dispone de éstos, debe conformarse con prestaciones de segundo orden y en muchas ocasiones se llega, además de mal, demasiado tarde.
P.- ¿Qué prioridades deberían contemplarse cuanto antes en las actuaciones dirigidas al colectivo senior en este país?
R.- Las personas que ahora son de edad avanzada, fueron las permitieron que un país pequeño como Chile, tenga un cierto bienestar, por lo que merecen tener una vida digna en esta etapa. Y como mencionaba, el aspecto más determinante en la vida de los mayores es su salud, por ende, nuestro Estado debería modificar sustantivamente la forma de ver la salud de los mayores. En concreto, cuando hablamos de un plan nacional de envejecimiento, estamos pensando en integración social de los mayores y de coordinación intersectorial de todas las instancias que se ocupan del tema. Es decir, la visión global de cómo queremos y que haremos en nuestra propia vejez. Y cuando hablamos de cambio en el modelo de atención, nos referimos específicamente a un sistema que incluya integradamente y coordinadamente, los distintos niveles asistenciales, partiendo desde los Servicios de Geriatría en los Hospitales de Agudos, hasta la supervisión de la atención primaria en el domicilio.
Por cierto, que, a la par debe ir la formación planificada y programada de recursos humanos en Geriatría, tanto de médicos especialistas, como de otros profesionales de la salud y de otras áreas de la gerontología. (En Chile hay 2,7 millones de personas mayores y sólo 50 geriatras acreditados!).
En suma, nuestra prioridad es que el Estado de Chile estructure la atención de salud de las personas mayores, reconociendo sus infinitas particularidades.
Respuesta.- Ésta es una Sociedad aún pequeña, pero pujante y con mucha energía. En ese sentido, asumo esta responsabilidad con muchas fuerza y muchas ganas de continuar el buen trabajo del presidente y del directorio anterior. Estoy convencido de que el grueso de los problemas de las personas mayores están directamente vinculadas o son del ámbito de su salud y creo que es un deber nuestro estar presentes en todas las instancias de la Administración del Estado, donde se discutan y sancionen medidas que tiendan a mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.
P.- En su declaración de intenciones de su llegada al cargo, habla de “plan nacional de envejecimiento”, “un nuevo modelo asistencial para los mayores”, “encauzar políticas públicas”… ¿Cuál es su opinión sobre la realidad actual de los mayores chilenos?
R.- La realidad de nuestros mayores es bastante dispareja. En los últimos años ha existido un importante avance en muchos temas, como en la integración a actividades sociales, recreativas, turísticas, culturales, etcétera. Sin embargo, en el área sanitaria estamos extremadamente atrasados, pues nuestro modelo estatal de salud sigue estructurado como hace 50 años, cuando el perfil demográfico y epidemiológico era muy diferente. Seguimos abordando a las personas mayores por “partes”, es decir, por apartados y, por lo tanto, siguen expuestos a múltiples visiones y prescripciones con escasa o nula integración, y por cierto, con una inexistente continuidad de los cuidados. Para dar un ejemplo gráfico: la Atención Primaria de salud está a cargo de los municipios (ayuntamientos) en su administración, gestión y provisión, sin embargo, la atención especializada y hospitalaria, está a cargo de los servicios de salud dependientes del Ministerio de Salud, por lo que los puentes entre ambos no son necesariamente expeditos.
Por otra parte, las enormes diferencias sociales en Chile, hacen que los que tienen recursos, puedan obtener una atención de salud de primer nivel, sin embargo, la mayoría, que no dispone de éstos, debe conformarse con prestaciones de segundo orden y en muchas ocasiones se llega, además de mal, demasiado tarde.
P.- ¿Qué prioridades deberían contemplarse cuanto antes en las actuaciones dirigidas al colectivo senior en este país?
R.- Las personas que ahora son de edad avanzada, fueron las permitieron que un país pequeño como Chile, tenga un cierto bienestar, por lo que merecen tener una vida digna en esta etapa. Y como mencionaba, el aspecto más determinante en la vida de los mayores es su salud, por ende, nuestro Estado debería modificar sustantivamente la forma de ver la salud de los mayores. En concreto, cuando hablamos de un plan nacional de envejecimiento, estamos pensando en integración social de los mayores y de coordinación intersectorial de todas las instancias que se ocupan del tema. Es decir, la visión global de cómo queremos y que haremos en nuestra propia vejez. Y cuando hablamos de cambio en el modelo de atención, nos referimos específicamente a un sistema que incluya integradamente y coordinadamente, los distintos niveles asistenciales, partiendo desde los Servicios de Geriatría en los Hospitales de Agudos, hasta la supervisión de la atención primaria en el domicilio.
Por cierto, que, a la par debe ir la formación planificada y programada de recursos humanos en Geriatría, tanto de médicos especialistas, como de otros profesionales de la salud y de otras áreas de la gerontología. (En Chile hay 2,7 millones de personas mayores y sólo 50 geriatras acreditados!).
En suma, nuestra prioridad es que el Estado de Chile estructure la atención de salud de las personas mayores, reconociendo sus infinitas particularidades.
