Aumentan los delitos entre las mayores niponas para ir a prisión, su manera de combatir la soledad

Sentir a alguien cerca, comer tres veces al día y disponer de atención sanitaria. Esto es lo que buscan muchas de las reclusas mayores, gran parte reincidentes, y que están en la cárcel de Tochigi, la prisión de mujeres más grande del país nipón, donde una de cada cinco reas tiene más de 65 años.
Hace escasas semanas, este fue el foco de un reportaje de la periodista Hanako Montgomery, para la CNN. La sensación que transmite no es la propia de una cárcel, más bien de un centro sociosanitario, donde incluso la rutina y las funciones de los trabajadores se asemejan, ya que ahora, ante este perfil, tienen que cambiar pañales, ayudarles a bañarse, a comer…
Lo cierto es que la tasa de criminalidad en Japón es de las más bajas del mundo, pero su sistema penitenciario “está inundado de personas mayores” que ven cada vez más a la prisión como su hogar. En las dos últimas décadas, el número de mayores reclusos casi se ha cuadriplicado. Una de las guardias de seguridad del centro señala que la mayoría no tiene a nadie que las cuide fuera, son abandonadas repentinamente, y buscan el modo de ir –y volver– a la cárcel, porque no tienen donde ir.
Las autoridades japonesas conocen esta situación y ante ello, en 2021, el Ministerio de Bienestar Social afirmó que los reclusos de edad avanzada que recibieron apoyo tras salir de prisión tenían muchas menos probabilidades de reincidir. Desde entonces, han apostado por la intervención temprana y los centros de apoyo comunitario para mayores vulnerables.
En paralelo, el Ministerio de Justicia de Japón también ha iniciado diversos programas para reclusas que ofrecen orientación sobre vida independiente, recuperación de la adicción a sustancias y cómo manejar las relaciones familiares. Se plantean, también, medidas adaptadas a personas mayores para que tengan acceso a una vivienda. En concreto, una decena de municipios de todo el país ya están probando iniciativas de este tipo para apoyar a los sénior sin parientes cercanos.