La Diputación de Bizkaia especifica el proceso que desembocará en la nueva concertación de residencias
El departamento de Acción Social traslada en la Comisión permanente de centros de la red foral de residencias las líneas de la nueva concertación que avanza en la especialización y en la atención centrada en los mayores
El Departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia ha trasladado a la Comisión Permanente de Centros integrados en la red foral de residencias para personas mayores en situación de dependencia del territorio, las líneas más destacadas de la nueva concertación de plazas. En esta comisión están representadas residencias como las del IFAS, las municipales o las concertadas.
El modelo, que entrará en vigor el próximo 1 de julio, transformará la actual red de centros en una red avanzada y centrada en las personas, donde ellas mismas podrán elegir dónde y de qué forma quieren ser atendidas.
La nueva concertación, cuyos trámites se acaban de poner formalmente en marcha, es uno de los contratos más importantes de la Diputación Foral de Bizkaia por su volumen presupuestario: la Diputación invertirá 89.800.950 euros anuales. Contempla 2.880 plazas frente a las 2.593 actuales, lo que supone un 11% más. Estos datos reflejan el importante esfuerzo de priorización de la Diputación Foral de Bizkaia, que no sólo mantiene las plazas de atención a las personas en situación de dependencia, sino que avanza en niveles de atención y cobertura.
Así, esta nueva concertación arrancará con 150 plazas para la atención específica de perfiles con una alta complejidad de cuidados. Los grupos incluidos en este perfil son personas que necesitan cuidados extensivos o especiales o tienen una complejidad clínica importante.
La nueva concertación residencial avanza igualmente hacia una mayor libertad de elección de las personas usuarias. En este sentido, al objeto de ayudar en esa elección, todos los centros concertados deberán informar periódicamente sobre una serie de ítems: los ratios de atención directa e indirecta, la acreditación de la formación del personal, los servicios complementarios que ofrezca (como fisioterapia, psicólogo, terapia ocupacional, podología…); la interacción del centro en la comunidad en la que se ubica, el conocimiento de lenguas cooficiales por parte del personal del centro y los sistemas de calidad en la gestión con los que esté acreditado el centro.
El nuevo modelo de concertación se vehiculiza mediante un contrato al que se invitará a todas las residencias autorizadas del territorio a que ofrezcan plazas para su ocupación por la Diputación al precio de 81 euros al día, IVA incluido, para plazas ordinarias, y a razón de 85 euros para las plazas de alta complejidad de cuidados ocupadas.
Los pliegos de condiciones técnicas incorporan una exigencia de ratio de atención directa para los centros concertados del 0,36 jornadas de profesionales por cada persona residente, un 23% superior al exigible actualmente, con especificación del ratio de personal cuidador.
El contrato también prevé el seguimiento de los Programas de Atención Individual de las personas residentes, de forma ordinaria, mediante equipos de médicos colegiados que se desplazarán a los centros de forma aleatoria. Su deficiente cumplimiento, o la reducción del nivel asistencial, por cualquier causa, se contemplan expresamente como causas de penalización, llegando incluso a la rescisión del contrato su hubiera reiteración.
Con este modelo, la Diputación Foral de Bizkaia traduce en hechos su prioridad: las personas. Este contrato compromete presupuesto para las personas en situación de dependencia, incluso en un escenario de recaudación como el actual; avanza en personalizar la atención en función de las necesidades, con plazas especializadas para situaciones de cuidado complejas, y pone a la persona como centro de la decisión, dándole la posibilidad de elegir centro.
El modelo, que entrará en vigor el próximo 1 de julio, transformará la actual red de centros en una red avanzada y centrada en las personas, donde ellas mismas podrán elegir dónde y de qué forma quieren ser atendidas.
La nueva concertación, cuyos trámites se acaban de poner formalmente en marcha, es uno de los contratos más importantes de la Diputación Foral de Bizkaia por su volumen presupuestario: la Diputación invertirá 89.800.950 euros anuales. Contempla 2.880 plazas frente a las 2.593 actuales, lo que supone un 11% más. Estos datos reflejan el importante esfuerzo de priorización de la Diputación Foral de Bizkaia, que no sólo mantiene las plazas de atención a las personas en situación de dependencia, sino que avanza en niveles de atención y cobertura.
Así, esta nueva concertación arrancará con 150 plazas para la atención específica de perfiles con una alta complejidad de cuidados. Los grupos incluidos en este perfil son personas que necesitan cuidados extensivos o especiales o tienen una complejidad clínica importante.
La nueva concertación residencial avanza igualmente hacia una mayor libertad de elección de las personas usuarias. En este sentido, al objeto de ayudar en esa elección, todos los centros concertados deberán informar periódicamente sobre una serie de ítems: los ratios de atención directa e indirecta, la acreditación de la formación del personal, los servicios complementarios que ofrezca (como fisioterapia, psicólogo, terapia ocupacional, podología…); la interacción del centro en la comunidad en la que se ubica, el conocimiento de lenguas cooficiales por parte del personal del centro y los sistemas de calidad en la gestión con los que esté acreditado el centro.
El nuevo modelo de concertación se vehiculiza mediante un contrato al que se invitará a todas las residencias autorizadas del territorio a que ofrezcan plazas para su ocupación por la Diputación al precio de 81 euros al día, IVA incluido, para plazas ordinarias, y a razón de 85 euros para las plazas de alta complejidad de cuidados ocupadas.
Los pliegos de condiciones técnicas incorporan una exigencia de ratio de atención directa para los centros concertados del 0,36 jornadas de profesionales por cada persona residente, un 23% superior al exigible actualmente, con especificación del ratio de personal cuidador.
El contrato también prevé el seguimiento de los Programas de Atención Individual de las personas residentes, de forma ordinaria, mediante equipos de médicos colegiados que se desplazarán a los centros de forma aleatoria. Su deficiente cumplimiento, o la reducción del nivel asistencial, por cualquier causa, se contemplan expresamente como causas de penalización, llegando incluso a la rescisión del contrato su hubiera reiteración.
Con este modelo, la Diputación Foral de Bizkaia traduce en hechos su prioridad: las personas. Este contrato compromete presupuesto para las personas en situación de dependencia, incluso en un escenario de recaudación como el actual; avanza en personalizar la atención en función de las necesidades, con plazas especializadas para situaciones de cuidado complejas, y pone a la persona como centro de la decisión, dándole la posibilidad de elegir centro.