La Diputación Foral de Bizkaia sigue avanzando en el modelo de personalización de los cuidados de larga duración con la expansión de unidades convivenciales en diversas residencias del territorio. Así, y en la actualidad, el número de plazas en funcionamiento ha alcanzado ya las 476 en una docena de centros residenciales, mientras que más de 900 están en proceso de implementación en otras 14 residencias del territorio.

La diputada general, Elixabete Etxanobe, ha dado cuenta de estos datos en el transcurso de la visita que ha realizado, esta semana, al centro residencial Leioa, gestionado por el Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS). Etxanobe ha señalado que, a finales de 2022, el territorio contaba con 225 plazas autorizadas, funcionando en unidades convivenciales. “Hoy –ha dicho– son más del doble”. 

Etxanobe ha destacado que, en estos momentos, Bizkaia cuenta con 1.400 plazas con ubicación concreta que señalan ya una transformación real de la red: “Proyectos para las personas. Para cuidar a las personas como ellas quieran, necesiten y decidan:  en casa y, si no es posible, como en casa. Transformando las residencias a escala humana y cambiando la mirada hacia los cuidados”.

El modelo de cuidados centrados en la persona que impulsa la diputación a través de las unidades convivenciales representa “un cambio fundamental en la manera en que se proporcionan los cuidados a personas en situación de dependencia, priorizando la personalización y adaptación de los servicios a las necesidades específicas de cada residente”, aseguran desde la institución. Este enfoque promueve un entorno lo más parecido a un hogar, “más familiar y acogedor”, remarcan, con residencias abiertas a la comunidad.

“Las unidades convivenciales van más allá del aspecto físico y arquitectónico. Lo fundamental es lo que sucede dentro, que debe ser la vida y las relaciones, dando un paso más allá de lo que entendemos por cuidados”, subrayó Etxanobe. Lo que debe transformarse, añadió, “es la esencia del cuidado, pasando de atender exclusivamente necesidades básicas o instrumentales, a acompañar a las personas en situación de dependencia. El cuidado es, sobre todo, relación”.

Esta actuación estratégica de la diputación forma parte del ‘Plan para la transición en los cuidados de larga duración’ y su objetivo es sentar las bases hacia una mayor personalización de la atención residencial, “que avance en la atención a la diversidad y la evolución de las necesidades, expectativas y preferencias de las personas que necesitan de apoyos para desarrollar su proyecto de vida”, indican desde la institución.

La diputada general ha visitado las dos primeras unidades convivenciales que se han puesto en marcha de las seis con las que contará el centro residencial de Leioa, dependiente del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS). Ambas unidades son independientes y están ubicadas en la cuarta planta del edificio. Cada una de ellas, que llevan el nombre de dos barrios del municipio (Artaza y Mendibile), tiene capacidad para atender a un máximo de 22 personas en sus 20 habitaciones. Además, disponen de zonas comunes de convivencia (zona de estar, cocina doméstica abierta e integrada a la zona de comedor y terraza).

Cuando el proceso de transformación de la totalidad de las plantas esté concluido, el centro contará con una capacidad de 132 plazas residenciales repartidas en seis unidades convivenciales y albergará, en su primera planta, una unidad sociosanitaria de 25 plazas a cuyas obras, ya en marcha, se acercó también Etxanobe.

Dichas obras de acondicionamiento y mejora del centro, se están realizando de manera progresiva, ya que están llevando a cabo con las personas residentes y las profesionales viviendo y trabajando en el centro.

Con las dos unidades convivenciales de la cuarta planta funcionando y las obras de reforma en la primera planta para la creación de la unidad sociosanitaria en marcha, posteriormente se acometerán las obras previstas en la segunda y tercera planta para su adaptación a unidades convivenciales.

El coste de esta transformación superará los 20,8 millones de euros financiados por los Fondos Next Generation EU, en el marco del Plan estatal de Transformación, Recuperación y Resiliencia.