‘Mi intención es apostar por políticas públicas en espacios de equidad, que atajen la indefensión social y la desprotección’

Respuesta-La afronto con mucha ilusión, y tal vez, con algo de sensata incertidumbre pero, en cualquier caso, con determinación. Cuando me hicieron la propuesta solo dije que me lo pensaría de verdad si los militantes lo veían viable y razonable. Y hasta que no acabó la última de las asambleas no dije sí. Es un sí sin condiciones, pero con convicciones, y contra la resignación.
P.-¿Cuáles van a ser sus prioridades si llega a ser presidente de la Comunidad de Madrid? ¿En qué le puede servir su experiencia como ministro de Educación en el Gobierno de Zapatero?
R.-Mis prioridades van encaminadas a atender a las personas en situación de vulnerabilidad, a luchar contra el desempleo, el subempleo y el empleo de mala calidad. A atender, en definitiva, a quienes se encuentren en situación de indefensión social.
Todas las experiencias vividas son valiosas. Mi etapa en el Ministerio lo fue. Y sigo defendiendo que son determinantes los acuerdos y el consenso. Trabajé por un pacto educativo que no se llegó a firmar pero sí a acordar. Yo estoy dispuesto a trabajar por acuerdos y consensos. Esto no quiere decir que para alcanzar acuerdos haya que empezar por ratificar el estado actual de las cosas. No comparto lo que está pasando y si me piden complicidad con lo que ocurre en diversos ámbitos no la van a tener. Ahí no me van a encontrar. Mi voluntad es mejorarlo y, en su caso, transformarlo.
P.-Ha declarado que la Educación y la Sanidad van a ser absolutas prioridades si accede al Gobierno regional. ¿Qué carencias y dificultades encuentra en el sistema sanitario madrileño?
R.-Tanto la Educación como la Sanidad son fundamentales para el bienestar y la salud social. En estas elecciones, la Sanidad y la Educación están en el centro porque las autonómicas son también los comicios de la gestión de los servicios públicos esenciales. No se trata solo de subrayar que hacen falta más recursos. Necesitamos gestión con eficacia, transparencia y rendición de cuentas. Necesitamos buen gobierno. Es sabido que en Madrid se han tomado decisiones que no van en esa dirección. Y eso no lo comparto ni me gusta. Ni es admisible ni es el camino. Buscamos argumentar y proponer soluciones.
P.-El último dictamen del Observatorio de la Dependencia vuelve a suspender a la Comunidad de Madrid, que baja su nota de 4,6 a 4,2. ¿Qué se puede hacer para mejorar la atención a la dependencia?
R.-Cuando antes me refería a indefensión social estaba aludiendo, entre otras cosas, a aquellos que se encuentran en situación crítica y necesitan soluciones. Y hemos de afrontar las situaciones injustas. Los beneficiarios de la Ley de Dependencia han de ser atendidos sin demora. La Ley de la Dependencia, que es una buena ley, debe ser desarrollada en Madrid con criterios razonables y lo antes posible. Sin unos servicios sociales fuertes y eficaces no se pueden resolver los problemas que atraviesan muchos madrileños en estos momentos. Estas políticas públicas necesitan un refuerzo contundente. Yo apuesto por ello sin alharacas, pero con firmeza.
P.-En relación con los servicios sociales. ¿Cuáles son las principales medidas que tiene en mente? ¿Cómo encaja el fomento del envejecimiento activo y la autonomía, y la protección judicial de las personas mayores y con discapacidad en su plan de Gobierno?
R.-Estamos trabajando ahora en el diseño del programa y, por tanto, no puedo concretarle qué vamos a hacer en este aspecto concreto. Sí le reitero mi intención de apostar por políticas públicas en espacios de equidad. Por políticas que atajen la indefensión social y la desprotección que viven, entre otros colectivos, personas mayores y quienes se encuentran desamparadas. Se requiere efectivamente un plan, evaluar el impacto de lo que se viene haciendo y una estructura clara de financiación.
P.-Usted es hombre de palabras. ¿Cómo se conjuga eso con la política actual?
R.-En política importan las propuestas y las medidas. Las personas son relevantes, son decisivas como fines, aquellos a quienes nos dirigimos, los ciudadanos y las ciudadanas, que nunca son medios. No son precisos los protagonismos de los políticos, ni uno tiene que considerarse un personaje. Nuestra palabra decisiva es nuestro obrar, nuestra forma de vivir.
La política debe estar a la altura de la dignidad de los seres humanos. Hay miles de ciudadanos que están cansados de la política, de politiquerías basada en la descalificación. Soy un ciudadano de tantos y me quiero poner en el lugar de muchos que quieren que esto sea distinto.
Tengo una manera de acercarme a la realidad que voy a seguir manteniendo. A estas alturas no voy a cambiar. No quiero disfrazarme de nada. Soy como soy y participo en este proceso con ese aval. Y me alienta no sentirme solo, sino con quienes comparten esta decisión y esta tarea.