La residencia Albertia Moratalaz colabora en un proyecto de investigación sobre la enfermedad de Alzheimer
El proyecto está basado en la estimulación acústica. El doctor Gálvez realiza diversas pruebas a los mayores de este centro para analizar su actividad cerebral
El Laboratorio de Neuroacústica de la Universidad Politécnica de Madrid, tiene como objetivo avanzar en la línea original de terapias acústicas. También desarrollan métodos diagnósticos a través del procesado de señales acústicas o el estudio de actividad motora grupal bajo sonido. Dirigido por el doctor Manuel Recuero, el equipo está formado por neuropsicólogos, médicos, físicos e ingenieros. En esta línea, actualmente, el doctor Gerardo Gálvez, junto a su equipo, está realizando una investigación sobre la estimulación acústica y enfermedad de Alzheimer, a través de diferentes pruebas a varios de los mayores de la residencia Albertia Moratalaz.
Cada sesión se dividió en dos partes. La primera prueba consistió en una audiometría, para evaluar la capacidad para escuchar sonidos. Los sonidos varían de acuerdo con el volumen (intensidad) y con la velocidad de vibración de las ondas sonoras (tono). La audición se produce cuando las ondas sonoras estimulan los nervios del oído interno. El sonido luego viaja a lo largo de las rutas nerviosas hasta el cerebro. La segunda parte del estudio, consistió en la realización de un electroencefalograma (EEG). Esta técnica de neuroimagen permite el estudio de la actividad cerebral a partir de los campos magnéticos que de forma natural genera el cerebro. Es un método totalmente inofensivo y no ocasiona ningún efecto secundario.
De este modo, se recogieron datos de la actividad cerebral de cada participante en reposo y realizando pruebas sencillas de memoria en el ordenador. Estas pruebas se acompañaban de la audición de diferentes sonidos creados por los investigadores.
Desde el grupo Albertia Servicios Sociosanitarios señalan que "esperan ansiosos los resultados del estudio, deseando que sean satisfactorios y poco a poco se encuentren tratamientos más eficaces para combatir la Enfermedad de Alzheimer".
Cada sesión se dividió en dos partes. La primera prueba consistió en una audiometría, para evaluar la capacidad para escuchar sonidos. Los sonidos varían de acuerdo con el volumen (intensidad) y con la velocidad de vibración de las ondas sonoras (tono). La audición se produce cuando las ondas sonoras estimulan los nervios del oído interno. El sonido luego viaja a lo largo de las rutas nerviosas hasta el cerebro. La segunda parte del estudio, consistió en la realización de un electroencefalograma (EEG). Esta técnica de neuroimagen permite el estudio de la actividad cerebral a partir de los campos magnéticos que de forma natural genera el cerebro. Es un método totalmente inofensivo y no ocasiona ningún efecto secundario.
De este modo, se recogieron datos de la actividad cerebral de cada participante en reposo y realizando pruebas sencillas de memoria en el ordenador. Estas pruebas se acompañaban de la audición de diferentes sonidos creados por los investigadores.
Desde el grupo Albertia Servicios Sociosanitarios señalan que "esperan ansiosos los resultados del estudio, deseando que sean satisfactorios y poco a poco se encuentren tratamientos más eficaces para combatir la Enfermedad de Alzheimer".