El Hospital El Escorial y la Fundación MTP desarrollan un innovador programa para frenar el deterioro cognitivo

ActivaMente es una iniciativa fruto de un acuerdo de colaboración entre Hospital Universitario El Escorial y la Fundación MTP, que nace bajo el sello de calidad de la Comunidad de Madrid, Madrid Excelente.
El objetivo de este programa es frenar la evolución del deterioro cognitivo en personas mayores de 75 años a través de la estimulación cognitiva, funcional y emocional con el soporte de tecnología accesible como tabletas adaptadas y herramientas clínicas validadas (Vivifrail, MemorIA GYM).
Laura Albarrán, presidenta de la Fundación MTP, explica que, tanto desde el Servicio de Geriatría del hospital como desde la Fundación MTP, detectaron la necesidad de ofrecer a determinados pacientes un apoyo específico para estimular y mantener sus capacidades cognitivas, y así nació este programa. “Se trata de una intervención que complementa el tratamiento médico habitual, con el fin de prevenir o retrasar el deterioro cognitivo en las personas mayores y, al mismo tiempo, mejorar su bienestar emocional y social, promoviendo así un envejecimiento activo y saludable”, señala.
ActivaMente se desarrollará con sesiones presenciales, diseñadas por el equipo clínico del hospital y apoyadas tecnológicamente por la citada entidad, que supondrá intervenir precozmente en el deterioro cognitivo leve para evitar su progresión y preservar la funcionalidad de los pacientes.
El origen de esta iniciativa surgió en un foro de Madrid Excelente. Así lo resalta Rosa Fernández, gerente del Hospital Universitario del Escorial: “El proyecto nació en este foro en el que estaba la Fundación MTP y también nuestro coordinador de calidad, José Antonio Vinagre. Durante ese encuentro, estuvimos hablando del buen trabajo que hace el servicio de Geriatría del hospital, y de ahí nació la iniciativa de aunar tanto los intereses de la fundación, cuyo objetivos es la inclusión digital de colectivos más desfavorecidos, como los nuestros que es la promoción de la salud y del envejecimiento activo. Por eso, se pensó en incluir en dispositivos electrónicos, como las tabletas, unos determinados software de estimulación cognitiva validados que mejoran o ralentizan el avance del deterioro”.
El programa se desarrollará en grupos reducidos de diez personas, en un entorno hospitalario controlado y humanizado. Actualmente, ya están completos los tres primeros programas, con 30 personas mayores ya seleccionadas. Rosa Fernández explica que los pacientes se seleccionaron a través de la consulta de Geriatría, con un perfil determinado: personas mayores de 75 años, con deterioro cognitivo leve.
Todos los participantes son voluntarios y en el proceso de selección se valoró especialmente “su disposición y motivación para implicarse en las sesiones, factores determinantes para garantizar el buen desarrollo y el éxito del programa”, añade Laura Albarrán.

Mediciones frecuentes y evaluación final
Cuando comience el programa, los participantes realizarán una sesión presencial de una hora y media a la semana, durante dos meses, para entrenar con los programas instalados en las tabletas. A continuación pasarán a realizarlos en sus domicilios.
Otra parte importante del programa son las mediciones. “Se realizarán una serie de evaluaciones que se basarán en pruebas neuropsicológicas estandarizadas que permiten analizar áreas como la memoria, la atención, el lenguaje y las funciones ejecutivas, junto con escalas que miden el estado de ánimo y la calidad de vida. Estas mediciones se realizan al inicio, a mitad y al final del programa, lo que facilita valorar de forma objetiva la evolución de cada participante y la eficacia global del programa”, señala la presidenta de la Fundación MTP.
Laura Albarrán: «Aspiramos a que ActivaMente se consolide como un modelo de referencia»
En este aspecto, Rosa Fernández añade que pasados unos ocho meses se comprobarán las mejoras de la evolución clínica a nivel cognitivo de estos pacientes respecto a los que no hayan utilizado estos programas.“Estamos muy ilusionados porque creemos que es una herramienta que es extensible a otras personas tanto de este hospital como de otros centros”, afirma Fernández.
En esta misma línea se sitúan las expectativas de la Fundación, que trabajan con la finalidad de probar la eficacia de esta intervención para mejorar la reserva cognitiva, retardar el envejecimiento mental y potenciar el ánimo de los participantes. Y también trabajan con una perspectiva de futuro, puesto que apuestan porque será un modelo replicable en otros centros, beneficiando a más nuevos grupos de personas.
Rosa Fernández: “Creo que estamos dando grandes pasos sensibilizando hacia la mejora de la atención”
Un programa validado por los expertos
ActivaMente ha sido presentado en foros especializados en medicina, envejecimiento activo y calidad asistencial, y ha sido nominado a varios premios del sector sociosanitario. Laura Albarrán explica que la acogida está siendo muy positiva. “Los expertos subrayan que es innovador porque integra una intervención con base clínica sólida en un formato estructurado y fácil de aplicar.
Además, valoran especialmente que el programa incorpore el componente tecnológico, acercando las herramientas digitales a los mayores y favoreciendo su inclusión. De este modo, no solo se trabaja en la estimulación cognitiva, sino también en la reducción de la brecha digital, un aspecto clave para su bienestar y autonomía. La colaboración entre el hospital y la Fundación aporta, además, una visión integral que refuerza su impacto.