La Unidad de Coordinación de Fracturas por Fragilidad se encarga de evitar segundas roturas en personas mayores
Una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años presentará una fractura por fragilidad. Así lo afirma, la doctora Ángela Patricia Mozo, responsable de la Unidad de Coordinación de Fractura del Hospital Universitario Infanta Leonor. Las fracturas por fragilidad ósea son aquellas que se producen tras un traumatismo de baja energía, generalmente, tras una caída de nuestra propia altura.
Las más conocidas, porque son las más graves y representan gran parte de la mortalidad y gastos en atención médica, son las vertebrales y las de cadera, pero existen otras como las fracturas de muñeca y hombro, y todas ellas con consecuencias importantes en la calidad de vida de los pacientes. Provocan dolor y discapacidad con una pérdida de independencia y mayor riesgo de enfermedad y mortalidad. Un alto porcentaje de mortalidad y discapacidad En el caso de fracturas de cadera, la mortalidad es del 30% en el año posterior a su fractura, pero también es muy importante la discapacidad que genera, ya que se pierde autonomía.
El 30% de los pacientes que sobrevive a una fractura queda incapacitado para llevar una vida independiente y solo un 50% recupera la situación funcional previa al año de la fractura, afirma Patricia Mozo. Las fracturas vertebrales son frecuentes, en el mundo, hay una cada 22 segundos, pero están infradiagnosticadas y solo una de cada tres tiene atención médica. En Europa, la prevalencia es del 12% y generan dolor de espalda, pérdida de altura, deformidad, inmovilidad y aumento del número de días de hospitalización. Reducen la calidad de vida como resultado de la pérdida de autoestima, distorsión de la imagen corporal y depresión con gran impacto negativo en las actividades de la vida diaria. Con todos estos datos y cifras trabaja la Unidad de Coordinación de Fractura o FLS (FLS-HUIL) que comenzó a funcionar abril del año 2015 con el objetivo de tratar correctamente este problema y, sobre todo, promover la prevención secundaria de fracturas, un trabajo en el que está implicado todo el hospital y que, gracias a una labor coordinada, puede evitar segundas y terceras fracturas en las personas mayores.
Un trabajo coordinado y multidisciplinar
La FLS-HUIL está coordinada por Ángela Patricia Mozo y formada por un equipo multidisciplinar de profesionales de los Servicios de Reumatología, Medicina Interna, Geriatría, Traumatología, Rehabilitación, Endocrinología, Nefrología, Admisión, Urgencias, Fisioterapeutas y Terapeutas Ocupacionales, así como Dirección de Continuidad Asistencial y Atención Primaria.
Entre ellos, destaca la enfermera gestora de casos, figura relevante en la coordinación entre todos los profesionales implicados. Este equipo, además de la labor asistencial a los pacientes con roturas por fragilidad, realizan reuniones periódicas para el desarrollo de la propia FLS, siguiendo como guía el Best Practice Framework (BPF) de la International Osteoporosis Foundation (IOF), guía clínica reconocida internacionalmente, para la prevención secundaria de fracturas osteoporóticas.
La doctora Ángel Patricia explica que el principal objetivo de esta unidad de coordinación de fracturas es detectar a los pacientes que ya han presentado fracturas por fragilidad para prevenir que vuelvan a padecer otra. “Se trata de potenciar la prevención secundaria y de dar una atención de calidad a los mayores. En primer lugar, nos planteamos identificar a todos los pacientes que pasan por el hospital con fracturas por fragilidad y esto lo hemos conseguido gracias al trabajo en equipo de muchos profesionales implicados que han sabido valorar la importancia del proyecto (médicos, enfermeros, profesionales de informática, etcétera) y por supuesto con el apoyo del Equipo Directivo del Hospital, que ha apostado por ello”.
Entre los objetivos más importantes conseguidos por la FLS del hospital se encuentran: la puesta en marcha del ‘Proceso de fractura de cadera por fragilidad en el anciano’; la identificación de los pacientes mediante una marca en la historia clínica denominada ‘Huesito’, que implica a todo el hospital en la prevención de fracturas; la contratación de una enfermera a tiempo completo, que ha supuesto una mejora en la atención de calidad a los mayores; la Escuela de Prevención de Caídas, que hemos podido implementar durante este año 2024; y la participación en una base de datos nacional de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral, que trabaja de la mano de la IOF pudiendo contribuir al avance en investigación de esta patología. “Seguimos creciendo y nuestro objetivo a corto plazo es mejorar la coordinación con AP, integrándolos en este gran equipo para el beneficio de nuestros pacientes”, resalta la doctora.