Gerente del Clúster SIVI
Montse Fernández Chimente: “El Clúster SIVI ha demostrado, en estos años, ser un motor de innovación y cooperación en el sector de los cuidados”

PREGUNTA.- Este año se cumplen 12 años desde su creación. ¿Qué balance hace de la evolución del Clúster SIVI en esta etapa?
RESPUESTA.- Efectivamente, contamos ya con 12 años que han supuesto un viaje increíble para el Clúster SIVI y todo nuestro ecosistema en general. Hemos sido mucho más que una mera asociación: hemos sido un foco de colaboración y crecimiento, proporcionando a todos una plataforma única para compartir conocimientos, experiencias y recursos. En este espíritu de unidad, hemos sembrado y cosechado grandes frutos, impulsando la investigación, la tecnología y la atención sociosanitaria para la vida independiente en nuestra región y más allá.
Este 2025 está siendo un nuevo año decisivo para el Clúster SIVI, que comenzó con la realización de la segunda edición de Fitecu –Feria Internacional de Innovación y Tecnología al Servicio de los Cuidados–, realizada en Zamora, la cual se consolida como un antes y un después en el sector para exhibir de forma práctica a los 4.200 asistentes la innovación tecnológica y social aplicada a los cuidados por parte de los 54 expositores participantes y reuniendo a 40 ponentes expertos de los cinco continentes para una reflexión colaborativa.
Un impulso que ha servido para que, a lo largo del año, el Clúster haya reforzado su carácter cooperativo incorporando a 11 nuevos socios, que nos sitúa por encima de los 80, multiplicando por tres los miembros en los últimos años, y consolidando un equipo multidisciplinar trabajando en proyectos europeos, nacionales y autonómicos. En resumen, el Clúster SIVI ha demostrado en estos años ser un motor de innovación y cooperación en el sector de los cuidados, generando impacto social y económico, y, en la misma línea, seguiremos trabajando para impulsar soluciones tecnológicas que promuevan la vida independiente, fortalezcan la competitividad de las organizaciones y, sobre todo, mejoren la calidad de vida de las personas.
P.- Acaban de celebrar el Encuentro Ecosistema Talento Sénior centrado en el ‘Empleo Sénior y Cohesión Intergeneracional en Castilla y León’. ¿Qué conclusiones destacaría del evento para que este enfoque que aúna diferentes generaciones sirva para avanzar en el entorno de la Silver Economy?
R.- Este encuentro subrayó el enorme valor que aporta la experiencia de los profesionales sénior en el sector de los cuidados y la necesidad de integrarla con el talento de nuevas generaciones. La jornada, que contó con la participación de representantes de las 14 organizaciones que formamos parte de este Ecosistema, y con el respaldo institucional de la Junta de Castilla y León, puso de relieve que la diversidad generacional no solo es una oportunidad, sino también un factor estratégico para la competitividad y la innovación en un momento de transformación profunda en el ámbito sociosanitario.
Desde el Clúster SIVI se destacó que la experiencia sénior constituye un pilar fundamental para avanzar en la Silver Economy, ya que permite orientar, fundamentar y enriquecer los procesos de cambio en el sector. La clave está en crear sinergias reales entre generaciones mediante fórmulas como la mentorización, el asesoramiento y el trabajo colaborativo, lo que contribuirá a reducir la desconexión actual entre talento sénior y junior. Aquellas organizaciones que logren integrar con éxito ambos perfiles profesionales, facilitando un aprendizaje mutuo, obtendrán una clara ventaja competitiva y estarán mejor preparadas para los desafíos del futuro.
El encuentro ha servido para valorar las posibles vías de trabajo e impulso ágil de las iniciativas planteadas.

P.- El Living Lab del ‘Hub de Innovación Tecnológico La Aldehuela’ de Zamora es realmente uno de los ejemplos fehacientes de su esfuerzo y que les sitúa a la vanguardia y en el escenario competitivo europeo –como se pudo comprobar en su presentación europea este verano–. Pero, ¿qué es un living lab, cómo surge este espacio y qué oportunidades puede ofrecer?
R.- El Living Lab del Hub de Innovación Tecnológico La Aldehuela en Zamora es un espacio pionero impulsado por la Junta de Castilla y León, en colaboración con el Clúster SIVI, concebido como un laboratorio en vivo donde empresas, entidades sociales, universidades y administraciones trabajan conjuntamente para diseñar, probar y perfeccionar soluciones tecnológicas que mejoren la autonomía y la calidad de vida de las personas, especialmente mayores y dependientes. Este entorno simula una vivienda real en la que se incluyen y testean productos de apoyo innovadores –como andadores inteligentes, sistemas de teleasistencia avanzada, camas asistidas o duchas adaptadas–, que permiten experimentar en primera persona cómo la tecnología puede transformar los cuidados y facilitar la vida independiente.
El living lab tiene una vocación prioritaria como entorno demostrador y participativo abierto a profesionales sociosanitarios y usuarios finales, que pueden conocer, interactuar, dar su opinión y proponer mejoras en los prototipos y soluciones demostradoras. Su valor radica en ser un campo de pruebas que promueve la adopción tecnológica, fomenta la conexión intergeneracional y genera un ecosistema de innovación social y tecnológica. Además, actúa como motor de emprendimiento en Zamora al acoger a diferentes entidades del ecosistema, atraer talento y facilitar encuentros profesionales y visitas demo-formativas, posicionándose como una plataforma estratégica única para el desarrollo de soluciones de futuro en el ámbito de los cuidados.
P.- Precisamente, este verano comenzaron las ‘Demo formativas’ en este Living Lab La Aldehuela. Realmente fue una prueba de fuego que estableció un contacto con las personas de la calle. ¿Cómo fue la acogida y cuál es su proyección?
R.- Las visitas ‘Demo formativas’, que comenzaron este verano en el Living Lab del Hub de Innovación Tecnológico La Aldehuela, tuvieron una acogida excelente, con gran participación y valoraciones muy positivas de profesionales, usuarios y entidades sociales. Actividades como la Semana de la ‘Jardinería Social y Terapéutica’ o los talleres de ‘Movilizaciones y Transferencias’, permitieron acercar la innovación tecnológica y social a la ciudadanía de una forma práctica, inclusiva y vivencial. Estas sesiones no solo sirvieron para divulgar nuevas metodologías y tecnologías aplicadas a los cuidados, sino también para sensibilizar sobre la importancia de la empatía, la autonomía y la humanización en la atención sociosanitaria. Así, la proyección es clara: continuarán realizándose nuevas ediciones con temáticas variadas, consolidando al Living Lab como un espacio de referencia en la formación y la experimentación en innovación social y tecnológica. De hecho, después del verano hemos vuelto con fuerza con dos nuevos talleres: ‘Experimentación de limitaciones para la mejora de la empatía’ y ‘Roboterapia terapéutica’, que acaban de celebrarse, con el objetivo de seguir fomentando la capacitación continua, la participación ciudadana y la creación de soluciones útiles para los cuidados, manteniendo ese contacto directo con la sociedad que enriquece los proyectos y asegura su aplicabilidad real.
Desde su inicio se han realizado ya siete talleres donde han participado 48 personas mayores y de otros colectivos y 146 profesionales del entorno socio sanitario de la región, especialmente de Zamora. El programa tiene previsto la realización de otros ocho talleres más hasta final de año para continuar trabajando otras temáticas y diseño de programación para 2026.
P.- La colaboración público-privada, en el Clúster SIVI, juega un papel muy importante. ¿Cuáles son los mayores retos a la hora de articular proyectos entre Administración pública, empresas y entidades sociales, académicas, etcétera?
R.- La colaboración público-privada es la esencia del Clúster SIVI, pero articular proyectos entre Administraciones, empresas, entidades sociales y el ámbito académico supone importantes retos. Entre ellos destacan la necesidad de alinear intereses y tiempos –muy distintos entre la gestión pública, la investigación académica o la lógica empresarial–, así como garantizar una coordinación eficaz técnico-económica que permita transformar las ideas en proyectos viables y sostenibles. A esto se suma el reto de movilizar recursos, generar confianza mutua y mantener un enfoque centrado en la persona para que las soluciones tecnológicas y sociales respondan realmente a las necesidades de la ciudadanía.
Aun con estos retos sobre la mesa, el Clúster ha demostrado que la colaboración es posible y fructífera, participando en 25 proyectos en estos dos últimos años y logrando atraer más de 3,5 millones de euros en subvenciones y movilizar más de 10,5 millones en proyectos de impacto. Nuestra integración en redes europeas y nacionales, como la ECHAlliance, MetaCluster MedicNest, o Acesabio, refuerzan nuestro papel como nodo de referencia en innovación sociosanitaria y nos sitúan como un modelo de cooperación público-privada a escala global. El gran reto ahora es seguir consolidando el ‘Ecosistema Care&Health’ para que Castilla y León, en particular, y España, en general, siga posicionándose como un referente en salud, cuidados e innovación tecnológica al servicio de las personas.