Luciano Poyato / Presidente de la Plataforma del Tercer Sector (PTS)
“Se ha demostrado que las entidades del tercer sector somos un aliado estratégico en las situaciones de emergencia”
Pregunta.- ¿Cómo fue la respuesta que ofrecieron de manera inmediata desde la PTS?
Respuesta.- Desde el primer momento, después de las gravísimas inundaciones que afectaron principalmente a la Comunitat Valenciana, pero también a localidades de Castilla-La Mancha y Andalucía, las entidades sociales actuaron con rapidez y coordinación para dar respuesta a las trágicas consecuencias provocadas por la DANA. Las organizaciones del tercer sector habilitaron centros de acogida y albergues de emergencia para atender a las personas que habían perdido sus hogares. También se organizó la distribución de kits de emergencia, con alimentos no perecederos, agua potable y productos básicos de primera necesidad y se ofreció, en un primer momento, acompañamiento emocional a las personas que se enfrentaron a la tragedia. De este modo, se ha demostrado que las entidades del tercer sector somos un aliado clave y estratégico en las situaciones de emergencia porque hemos estado, desde el primer momento, atendiendo la emergencia sobre el terreno, actuando con celeridad, transparencia y en coordinación con las Administraciones locales, atendiendo a las necesidades de las personas afectadas.
P.- ¿Son las personas mayores, o en situación de dependencia, las que más pueden estar sufriendo esta situación?
R.- Siempre. En situaciones de emergencia, las personas que parten de una situación de vulnerabilidad tienen más riesgo de resultar afectadas y, además, la emergencia también agrava las desigualdades sociales que ya existían. En este caso, sabemos que las inundaciones han provocado graves afectaciones en las infraestructuras, en servicios esenciales y en dispositivos de apoyo, con las consecuencias que todo ello está ocasionando en la autonomía y el bienestar de las personas. Además, muchas residencias y centros de día y atención temprana han sufrido daños estructurales o, incluso, han quedado totalmente inutilizados. Y la interrupción de estos servicios ha dejado a muchas personas sin el apoyo necesario. Nos enfrentamos a una situación muy compleja en la que la necesidad de atención especializada ha aumentado, pero, a la vez, en estos momentos los recursos son más limitados y las redes de apoyo están desbordadas o son directamente, inaccesibles. En este sentido, la PTS de la Comunitat Valenciana ha organizado una Mesa de Colaboración junto con la Consejería de Servicios Sociales –y otras entidades– para coordinar esfuerzos, centralizar y supervisar las ayudas y agilizar los procesos de comunicación y logística para conseguir revertir esta situación.
P- El voluntariado, en situaciones tan dramáticas como esta, es clave. Teniendo en cuenta que desde la plataforma representan a 28.000 entidades sociales, ¿cómo están coordinando las tareas de los voluntarios?
R.- La Red de la PVE –Plataforma del Voluntariado de España– se ha organizado, desde el primer momento, para apoyar a las personas afectadas. Ha canalizado la solidaridad de la forma más coherente y efectiva, atendiendo al mensaje principal, que es colaborar siempre a través de una organización. La tarea voluntaria debe realizarse de forma organizada, contando con la supervisión de equipos técnicos profesionales que definen las prioridades en cada momento y velan por la seguridad de las personas voluntarias.
P.- Desde la PTS señalaban que “es fundamental que la solidaridad se mantenga en los próximos meses”. ¿Qué apoyo es esencial, estos próximos meses, para mantener esa solidaridad?
R.- Tras las graves inundaciones, durante los próximos meses se deberá abordar la recuperación inmediata a través de medidas concretas, como la reparación de las viviendas dañadas y la reconstrucción de las infraestructuras básicas que han resultado afectadas. También se deberán abordar medidas para garantizar la provisión de las ayudas para las familias y para los negocios afectados. Y, por supuesto, una medida fundamental va a ser el apoyo psicológico y psicosocial a las personas que están en situación de mayor vulnerabilidad, como personas mayores, personas en situación de dependencia y menores. Por eso, las entidades sociales ya han planificado su actuación en las zonas afectadas, en el corto, pero también, en el medio y largo plazo, para poder atender las necesidades de todas las personas que han resultado damnificadas por la DANA, hasta que puedan recuperar, en la medida de lo posible, la normalidad.