“La intervención y el acompañamiento psicosocial son clave ante los escenarios de vulnerabilidad que se pueden dar”
Pregunta.- La DANA está teniendo un impacto social, como calificaron desde el CGTS, “devastador”. ¿Cuáles son las consecuencias más graves que han identificado hasta el momento?
Respuesta.- Desde el primer momento que se tuvo conocimiento de las graves consecuencias de la DANA en los diferentes municipios afectados, en el Consejo General del Trabajo Social, a través del Grupo Estatal de Intervención en Emergencias Sociales (GEIES), nos pusimos a disposición del Colegio Oficial de Trabajo Social de Valencia para prestar apoyo donde más se necesitase. Las trabajadoras sociales en esta situación de emergencia claramente nos hemos encontrado ante un desafío, municipios enteros en los que se ha visto afectada el 100% de la población. En estos casos, la intervención y el acompañamiento psicosocial son clave, ante los escenarios de vulnerabilidad que se pueden ocasionar. Porque, ni a todas las personas les afecta por igual, ni todas tienen las mismas condiciones, posibilidades o habilidades para enfrentarse a las fracturas materiales y emocionales. Porque bien sabemos desde esta profesión que la vulnerabilidad puede derivar o generar espacios de exclusión social producida por los grandes desastres. Afirmamos que se trata de una catástrofe devastadora por las dimensiones de la misma en términos sociales, especialmente, porque genera nuevas situaciones de vulnerabilidad e intensifica las que existían previamente, haciendo más necesaria que nunca la intervención de las trabajadoras sociales con un refuerzo de la red de protección social.
P.- ¿Vuelven a ser las personas mayores y/o con dependencia, como en otras circunstancias de emergencia social, uno de los grupos que más está sufriendo esta situación?
R.- Como comentábamos, las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad se ven afectadas con mayor intensidad cuando sucede una catástrofe de estas dimensiones. Es una realidad visible que las personas mayores, así como las personas en situación de dependencia, se han visto mucho más afectadas que otros grupos poblaciones, prueba de ello es la subvención especial que ha recibido el Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) por parte del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Esta medida política no es, sino, una muestra de que, desde la Administración pública, en colaboración con entidades privadas que velan por los derechos de las personas mayores y/o dependientes, se es plenamente consciente de la envergadura de los efectos sociales de la DANA. Conocemos de primera mano, porque nos lo han traslado las trabajadoras sociales que están interviniendo en el terreno, que son muchos los casos de personas mayores que se han quedado atrapadas en sus domicilios y que están precisando la intervención de profesionales para poder reconstruir sus vidas. Son también muchos los casos de personas mayores que han perdido sus hogares, con lo que esta situación conlleva para una cualquier persona, pero más aún para una persona mayor. Es aquí donde debe estar el Trabajo Social, acompañando estas situaciones que golpean los procesos vitales.
P.- -Precisamente, la prioridad del GEIES es la atención de las personas más vulnerables. ¿Cómo se articula este grupo?
R.- El GEIES está conformado por un grupo director, un grupo de profesionales expertas y también por los grupos de intervención en emergencias conformados por los 36 Colegios Oficiales de Trabajo Social de España. En el caso de una emergencia, como la situación de la DANA, se busca la disponibilidad de las personas que forman parte del Consejo Asesor y del Consejo Director para poder trasladarse al territorio. Con respecto a los grupos de intervención de los colegios, se busca la disponibilidad de aquellos que se encuentren más cerca y que hayan intervenido en situaciones similares (por ejemplo, en el caso de la DANA, que ya hubieran intervenido en inundaciones). En cuanto a los grupos organizados a nivel logístico, se busca que intervengan los días necesarios, con turnos bien definidos y siempre respetando los descansos para que las profesionales intervinientes puedas descansar, física y emocionalmente, de los efectos que la intervención directa en territorios implica. Nos gustaría reseñar que todos los participantes e intervinientes de estos grupos son profesionales, trabajadoras sociales formadas específicamente en emergencias, y que van a realizar labores como tal, de trabajadoras sociales expertas en situaciones de emergencias. Del mismo modo, las personas que realizan funciones de asesoría son también personas con un rol profesional.
P.- Desde el CGTS destacaban el rol clave que juegan los trabajadores sociales en la coordinación de la ayuda que se está prestando. ¿Cuáles son los puntos o cuestiones que requieren una respuesta más urgente cuando nos enfrentamos a una catástrofe así?
R.- En una catástrofe de la envergadura de la DANA se realizaron funciones de urgencia que estaban estrechamente vinculadas con necesidades inmediatas tales como la cobertura de alternativas residenciales temporales, alimentación y agua potable. Pero estas cuestiones son de necesidad inmediata para poder contar con una base mínima sobre la que comenzar a diseñar y desarrollar intervenciones sociales que se sustentan en el acompañamiento social en situaciones de emergencia, pues, al fin y al cabo, hay personas y familias que lo han perdido absolutamente todo. Es por ello que, una vez gestionada la cobertura de necesidades básicas de urgencia, el Trabajo Social continuará la intervención psicosocial en el durante y en el después de la catástrofe, asegurando la continuidad de los cuidados y de la relación de ayuda característica de nuestra profesión. Cuestiones tales como asegurar la vida independiente de las personas mayores, el acceso a los centros educativos, culturales y de ocio de los menores y adolescentes, el diseño de nuevos itinerarios y oportunidades laborales para quienes han perdido su empleo temporal o definitivamente, la restitución de la cohesión social y de los vínculos comunitarios de índole vecinal. Esto es una continuidad de los cuidados que,previsiblemente, se demorará durante años, pues, al fin y al cabo, la intervención de las trabajadoras sociales expertas en emergencias en los municipios afectados solo terminará cuando el retorno a la normalidad sea posible.