Casi un millón de personas mayores usan los servicios de teleasistencia, en especial, mujeres de más de 80 años. Pero en España hay casi diez millones de personas con más de 65 años y solamente el 10% cuenta con esta cobertura financiada por las comunidades autónomas .
Son datos de un estudio de la empresa Vivofácil, que ha analizado de qué manera el sector ha experimentado una transformación significativa, tanto en términos de su utilización como en la percepción que la sociedad tiene del servicio, que está marcado por la “desinstitucionalización de los cuidados”, señalan.
Desde Vivofácil indican que “la teleasistencia ha pasado de ser una solución enfocada únicamente en la atención a personas mayores a un servicio versátil y adaptable que abarca diferentes contextos y necesidades”. Es decir, ahora la teleasistencia se aplica no solo al colectivo senior, sino también a personas con discapacidad, pacientes crónicos, personas que viven solas y, en algunos casos, a trabajadores expuestos a situaciones de riesgo o aislamiento. “Teléfonos contra la soledad, para prevenir suicidios, ayudar a las víctimas de la violencia de género o incluso para proteger contra los delitos de odio son algunos ejemplos donde la teleasistencia ha ayudado a muchas personas”, detallan.
“El desarrollo y la disponibilidad de tecnologías más avanzadas han sido un factor clave en el cambio del uso de la teleasistencia”, subrayan en Vivofácil. Con la proliferación de dispositivos inteligentes, aplicaciones móviles y sistemas de monitoreo remoto, “la teleasistencia se ha vuelto más accesible, efectiva y fácil de usar”. Estos avances han permitido que las personas accedan a los servicios de teleasistencia desde cualquier lugar y en cualquier momento, proporcionando una sensación de seguridad y tranquilidad en sus vidas cotidianas.
CAMBIA LA PERCEPCIÓN
La evolución del uso de la teleasistencia ha ido acompañada de un cambio en la percepción social de este servicio. “Anteriormente, la teleasistencia podía ser percibida como una señal de vulnerabilidad o dependencia, lo que a veces generaba rechazo al utilizarla. Sin embargo, la tecnología moderna ha logrado cambiar esta percepción, presentando la teleasistencia como una herramienta empoderadora que brinda autonomía y seguridad a las personas”, señalan en Vivofácil. Ya no hablamos de un botón de telemonitorización, sino un programa completo de servicios, que incluyen: consultas médicas y psicológicas, asistente para temas de ocio y entretenimiento, telefarmacia de medicamentos, consultas con abogados, etcétera.
A medida que la teleasistencia se ha vuelto más prominente, esto ha incidido en una mayor profesionalización del sector. Además, con el continuo avance de la tecnología y la creciente conciencia sobre los beneficios de la teleasistencia, “se espera que este servicio juegue un papel aún más relevante en el sistema de atención médica y bienestar social de España en los próximos años. La combinación de la tecnología con la empatía y el cuidado humano ha hecho de la teleasistencia una herramienta poderosa para brindar apoyo, protección y comodidad a las personas en diferentes etapas de sus vidas”, auguran desde la entidad.
Además de este estudio, Vivofácil acaba de implementar el programa ‘Ilumina una vida’, en colaboración con la Fundación Vivofácil (antes Fundación Alares). A través de esta iniciativa, diferentes profesionales y voluntarios ofrecen compañía a las personas mayores una vez a la semana durante dos horas. Este tiempo compartido incluye conversaciones, lectura, paseos y la oportunidad de compartir inquietudes, brindando un valioso apoyo emocional y social.