‘El Consejo hace muchas cosas dignas de destacar dentro de su cometido actual, pero puede mejorar su funcionamiento’

Respuesta:Dentro del Consejo sí hay aspiraciones, por algunos consejeros, de que este órgano de consulta y propuesta del numeroso sector de población que formamos las personas mayores no sólo haga ese papel, sino que sus criterios sean vinculantes. Pero es una cuestión compleja, puesto que habría que dar una nueva definición de sus funciones; para lo cual tendría que reformarse en profundidad la norma legal por la que se creó y rige. Desde mi punto de vista, el Consejo hace muchas cosas dignas de destacar dentro de su cometido actual, pero puede mejorar su funcionamiento. Debe ser escuchado de forma más precisa para servir eficazmente de vehículo a las múltiples necesidades y demandas que, a través de las organizaciones en él representadas, llegan a la Administración del Estado. Y también, muy importante, que su trabajo se conozca no sólo de puertas para adentro, sino que en la calle se sepa de su existencia y del interés de su labor. Sorprende, por tanto, que las opiniones unánimes o mayoritarias expuestas por las asociaciones de personas mayores y tratadas en el Consejo Estatal no salgan al exterior como opinión de este órgano de representación, y el motivo de esto -es difícil imaginar otro-, es su estructura directiva. Como nota aclaratoria para quienes no lo conozcan: la presidencia del Consejo Estatal de las Personas Mayores no la ocupa, como parece lógico, un representante de las organizaciones de mayores, sino quien en ese momento sea titular del Ministerio de Sanidad, y las Vicepresidencias primera y segunda, altos cargos de la Administración del Estado -respectivamente, la secretaria general de Política Social y Consumo y el director general del Imserso-. Por lo cual es difícil que cuestiones de interés que puedan entrar en contraste con los criterios o posturas del Gobierno trasciendan desde el Consejo Estatal a los medios de comunicación. Resolver esto sí sería un paso importante para el funcionamiento del Consejo Estatal, en cuanto a imagen de credibilidad y eficacia del mismo. Insisto en que nosotros entendemos el Consejo como lo que es, un órgano de consulta y propuesta ante la Administración donde se dé asesoramiento y respuesta a todo lo que, desde el ámbito del Estado, atañe a este numeroso sector de población que representamos. Pero no como instrumento de presión, ni tampoco como válvula de escape de nuestras inquietudes.
Pregunta: ¿Considera, entonces, que el Consejo Estatal de Personas Mayores debería despolitizarse?
Respuesta:No sé si a lo que se refiere es a la presencia de representantes de la Administración en el propio Consejo. Ya sabe que es un órgano colegiado formado por representantes de las organizaciones de personas mayores y de las administraciones públicas, de ámbito general, autonómico y local. Por lo demás, esta institución no es -en el sentido estricto del término- un órgano de representación política, sino social. Ya sé que es difícil deslindar en la actividad humana lo político de lo social; pero la representación de las asociaciones es meramente social. Aunque sería ingenuo ignorar que, tanto las organizaciones presentes en el Consejo -cada una con sus matices- como las personas que en él las representan, tienen ideología. Ideología que da coherencia a actitudes y comportamientos dentro de la sociedad. Por lo que no es malo, sino enriquecedor, y permite superar el monólogo, siempre que se desarrolle dentro de los límites de la corrección.
Pregunta: ¿En qué medida cree que es necesario impulsar el movimiento asociativo, de manera que se consiga promover más la participación activa del colectivo senior en la sociedad?
Respuesta:Por supuesto. Es fundamental que una sociedad de democracia avanzada tenga un tejido social articulado. Tengo la certeza de que la sociedad será madura cuando profundice en la democracia, y para ello tendrá que continuar abriendo espacios de participación ciudadana, pese a las dificultades e impedimentos que siempre habrá. Resultaría triste pensar que la democracia pudiera quedar anclada en una etapa de emisión de voto cada cuatro años y que, en una realidad tan ágil y cambiante, se dejará un cheque en blanco a quienes gobiernen. El ciudadano, para crecer y ser eficaz, tiene que asociarse y comprometerse activamente, con el fin de alcanzar una sociedad cada vez más humana, en consonancia con la naturaleza.
Pregunta: ¿Considera que las personas mayores están bien representadas en la sociedad actual?
Respuesta:Creo que no; pero no sólo las personas mayores. Tampoco lo están las mujeres, los jóvenes, etcétera, a través de sus colectivos. La representación es aún insuficiente, porque superar la realidad requiere abrir puertas desde las instituciones del Estado y, sobre todo, que la ciudadanía, consciente de sus deberes y derechos, fuerce su apertura obligando a los poderes públicos.
Pregunta: ¿Qué iniciativas propone para construir una sociedad para todas las edades?
Respuesta:Trabajar con método en las organizaciones ciudadanas, políticas y sociales, para descubrir, a quienes no lo hayan hecho todavía, la necesidad e importancia de asociarse a todos los niveles, y participar activamente en la transformación y mejora de la sociedad. Sin alcanzar ese convencimiento, las personas -los ciudadanos, sólo de nombre- serán presa fácil de oportunistas y aprovechados que, utilizando a su favor los ámbitos de poder cedidos de forma ingenua, harán que todo funcione al ritmo de sus propios intereses.