Blanca Cobián, el paradigma del buen paciente

“Por pura chiripa”, dice Blanca Cobián que supo de su enfermedad. Un simple análisis le puso en alerta, ante las plaquetas tan bajas que presentaba en sangre. Ella, una persona de 81 años diagnosticada de PTI en 2018, junto a la doctora Teresa Arquero, hematóloga de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, protagonizan el primer episodio de ‘Diálogos en PTI’, en el que se aborda, de una manera muy pedagógica y cercana, el impacto de esta enfermedad en las personas mayores.
Blanco nos explica que los síntomas que presentaba cuando supo que tenía PTI –cardenales, cansancio, etcétera…– no le llamaron la atención, sobre todo porque su vida entonces estaba dedicada al cuidado de su marido Fernando, enfermo de Alzheimer, y ella achacaba algunos de esos síntomas a esa situación. Asumió la enfermedad “sin dramatizar”. Además de por su carácter, ella también cree que la preocupación por su esposo le ayudó a no pensar tanto en lo que le acababan de comunicar.
También señala que ha sido fundamental el papel de su hematóloga, el poder acceder fácilmente a ella ante cualquier duda. En este sentido, Reyes Calzada, directora médica de Sobi, recuerda que “hemos desarrollado una Guía de Reflexión sobre la PTI. Se trata de una herramienta sencilla y fácil de usar que ayuda a las personas que viven con esta enfermedad a reflexionar y priorizar sus objetivos, necesidades y preferencias en materia de atención y cuidados, ayudándoles a centrar las conversaciones con el equipo médico”.
Blanca Cobián es el paradigma de buen enfermo y buen paciente. Hace su vida normal, no ha limitado para nada su manera de vivir. De hecho, cuando la doctora Arquero le propone participar en los Diálogos, acababa de llegar de Cancún. Y accedió a participar en este vídeo, como también lo ha hecho a hablar con nosotros, porque, como reconoce, “hay un gran desconocimiento sobre esta enfermedad”, pero sobre todo, “por si con su testimonio puede ayudar a alguien”.