Unas redes de apoyo sólidas mejoran el día a día de las personas mayores con cáncer

Ser mayor, tener cáncer y estar en riesgo o situación de soledad son tres realidades que unidas pueden reducir la calidad de vida de quienes las sufren. Por eso, y con el objetivo de paliar estas situaciones, la Fundación Grandes Amigos y la Asociación Española contra el Cáncer en Madrid (AECC) firmaron un convenio marco de colaboración, en virtud del cual ambas entidades facilitarán la derivación de los usuarios de una asociación a los servicios de la otra.
Gracias a esta colaboración, los pacientes oncológicos mayores en riesgo o situación de soledad podrán beneficiarse de los programas de acompañamiento afectivo y socialización de Grandes Amigos y de los programas de apoyo a personas con cáncer que desarrolla la Asociación Española contra el Cáncer. Además, las dos organizaciones han acordado la posibilidad de impulsar proyectos conjuntos que combinen esfuerzos y recursos para abordar problemáticas sociales y sanitarias.
María José Méniz, responsable de Voluntariado de la Asociación Española contra el Cáncer en Madrid, explica que este acuerdo surge de las carencias que detectan cuando van a los barrios. «Desde el voluntariado comunitario nos acercamos a los distritos para identificar qué necesidades hay en personas con cáncer del barrio, especialmente, las personas mayores. Registramos varias situaciones de soledad no deseada y los recursos con los que contaban, que no eran suficientes, por eso, acordamos con Grandes Amigos colaborar, puesto que teníamos un objetivo común que es mejorar el día a día de esas personas afectadas por cáncer y que están solas. Por lo tanto, decidimos firmar un acuerdo de colaboración para trabajar en proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas que se encuentran en situaciones vulnerables, de soledad no deseada y que, además, tienen cáncer».
Méniz detalla que el trabajo de ambas entidades es fundamental porque ellos realizan una labor más inmediata y el papel de Grandes Amigos completa ese trabajo y lo extiende en el tiempo. “Nosotros visitamos a las personas mayores, bien en los hospitales o en sus domicilios, les acompañamos y les ofrecemos nuestros servicios profesionales gratuitos, como atención psicológica o social. Además, los voluntarios apoyan a esa persona durante el tiempo que lo necesiten. Pero ese acompañamiento, a veces, se alarga en el tiempo, y en este punto es cuando se necesita algo más, sobre todo, cuando hay situaciones de soledad no deseada, que implica insertar a la persona en el barrio, en los recursos que pueda tener en su entorno».
María José Méniz resalta la gran labor que hace Grandes Amigos en este sentido: «Conocen bien los barrios, los apoyos que tienen allí y esto es fundamental para insertar a esa persona en el tejido social. Por eso, nosotros les pondríamos en contacto con ellos, para que se encarguen del acompañamiento a largo plazo. Siempre con la visión comunitaria y del barrio en el que residen”.

La edad y la soledad hacen más difícil llegar a ellos
Los servicios que ofrece la Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid son varios para cubrir todas las necesidades que tienen las personas afectadas. Estos son: atención psicológica, social, orientación sanitaria médica y de enfermería, bienestar físico y, por supuesto, acompañamiento del voluntariado, bien en los domicilios o bien en 34 hospitales de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, llegar a todas las personas que sufren soledad no deseada y tienen cáncer no es tarea sencilla, puesto que cada vez se aíslan más y es difícil que acudan a los servicios que les pueden prestar ayuda.
“Para llegar al mayor número de personas posibles, lo que hacemos es dar visibilidad a la asociación, a través de mesas de información, dípticos informativos, redes sociales, participación en diversos foros, a través de los medios de comunicación, etcétera. Además, en esos 34 hospitales hay voluntarios y un coordinador de voluntariado. Ellos, a todos los familiares que pasan por allí, les ofrecen los servicios de la asociación”, detalla María José Méniz.
“A nivel comunitario –continúa–, en los barrios y distritos en los que estamos, procuramos contactar con todos los agentes sociales para participar en mesas informativas, en los centros sociales y de salud, es decir, acercando la Asociación española contra el Cáncer a todos los vecinos. Contamos con más de 5.000 voluntarios que nos ayudan, puesto que Madrid es muy grande, pero aún, así a veces se hace difícil llegar a todo el mundo. De aquí surge la importancia de la colaboración con Grandes Amigos, que conocen muy bien la realidad de las personas mayores que viven solas y conocen a fondo los barrios. Y cuando contactan con una persona mayor con cáncer, nos la derivan a nosotros para que les podamos ayudar en lo que necesiten”. Por esto, y en relación con este acuerdo, Méniz destaca que “las redes de asociaciones y fundaciones son muy importantes, porque lo que una no puede cubrir lo hace otra y así lograremos tener esa equidad en la atención a las personas afectadas”.
La salud emocional y la física están relacionadas
La Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid recuerda que existe una conexión muy estrecha entre la salud emocional y la salud física, lo que pone de relieve la importancia de contar con acompañamiento afectivo cuando se afrontan problemas de salud como el cáncer, a la vez que demuestra la utilidad del voluntariado para generar bienestar y favorecer comunidades más igualitarias. Por eso, este convenio es un paso importante para ofrecer un apoyo integral a quienes más lo necesitan, evidenciando que la colaboración entre entidades sin ánimo de lucro puede marcar una diferencia significativa en la vida de las personas que atraviesan situaciones de vulnerabilidad.