Maite Peña / Diputada de Cuidados y Políticas Sociales de la Diputación Foral de Gipuzkoa
“Estamos promoviendo políticas que aseguran la calidad y la transparencia, y favorecen la personalización de la atención”
La Diputación Foral de Gipuzkoa se encuentra inmersa en plena transformación de su modelo de cuidados y Maite Peña, que lidera el departamento dedicado a estos cuidados y a las políticas sociales del territorio, nos cuenta cuáles son los puntos fuerte de su estrategia ‘Gipuzkoa Zaintza Lurraldea’
PREGUNTA.- Quería empezar por una de las cuestiones sociales más de actualidad, los cuidados, y en la que más consensos se están buscando, tanto a nivel regional como nacional, para confeccionar un nuevo modelo que se adapte mejor a las necesidades y estilos de vida de hoy. Precisamente, en febrero de este año escenificaron junto al Gobierno Vasco –así como las principales capitales y el resto de diputaciones forales– un acuerdo institucional con 14 compromisos para un futuro pacto vasco por los cuidados. ¿Cómo se imagina ese futuro de los cuidados en Gipuzkoa?
RESPUESTA.- Fundamentada en nuestra filosofía de ‘Gipuzkoa Zaintza Lurraldea’, estrategia que propone reformar nuestro modelo de atención y cuidados. En lugar de enfocarnos únicamente en los servicios, estamos avanzando hacia un modelo que sitúa a las personas y a sus comunidades en el centro de la atención. Este enfoque, que es tanto estratégico como colaborativo y tiene metas a largo plazo, tiene como objetivo asegurar una mejora continua en la calidad de vida de quienes utilizan nuestros servicios sociales. Para materializar este futuro, es esencial llevar a cabo procesos de innovación y evaluación que permitan una adaptación progresiva de los servicios, garantizando que se alineen con las necesidades de la población.
Adicionalmente, al adoptar un enfoque ecosistémico, estamos promoviendo políticas y mecanismos que no solo aseguran la calidad y la transparencia, sino que también favorecen la personalización de la atención y el cuidado cercano, alentando el apoyo comunitario. De este modo, cada gipuzkoana y gipuzkoano se sentirá valorado y atendido según sus necesidades individuales, lo que a su vez fortalecerá la cohesión social y el bienestar integral de la comunidad y las personas.
P.- De aquí a 2027, tienen previsto construir tres nuevas residencias: Arbes en Irun, Adinberri en Pasaia –en obras– y Errezabal en Elgoibar. Además, una treintena de residencias del territorio tienen en marcha su remodelación para adaptar su arquitectura al nuevo modelo de unidades convivenciales. ¿Cuáles son los puntos fuertes de esta propuesta, con plazas residenciales, centros de día y apartamentos tutelados?
R.- La propuesta de construir tres nuevas residencias y remodelar varias existentes en Gipuzkoa presenta varios puntos fuertes que respaldan la creación de un modelo de atención y cuidados personalizado. De este modo, la adaptación física y arquitectónica de los centros existentes hacia un enfoque de hogarización mejorará la calidad de vida de las personas usuarias, haciendo que los espacios sean más acogedores y familiares.
Otro aspecto relevante es la creación de un marco regulador que satisfaga las demandas futuras de servicios. Los centros de atención diurna se conciben como ecosistemas de cuidados que no solo ofrecerán atención en el domicilio, sino que también establecerán conexiones con las residencias, fomentando así un continuo de cuidados a nivel local y fortaleciendo el vínculo entre personas usuarias, familias y comunidades.
Finalmente, la diversificación de opciones para vivir en domicilios con apoyos permitirá que las personas permanezcan en sus hogares el mayor tiempo posible, recibiendo servicios personalizados que se adapten a sus necesidades individuales. En conjunto, estos elementos contribuyen a un modelo integral de atención que prioriza la personalización y la conexión comunitaria.
P.- En cuanto a los cuidados a domicilio, recientemente, acaban de presentar un informe con los resultados obtenidos en Pasaia Zaintza HerriLab, en el marco de una iniciativa puesta en marcha en 2018 que persigue impulsar el desarrollo de ecosistemas locales de cuidados (ELC). Sabemos que hay en marcha 14 ELC más, y siete municipios ya han mostrado interés en sumarse a la estrategia. ¿En qué consisten exactamente estos ELC y cómo se consigue desarrollar en los municipios?
R.- Los ecosistemas locales de cuidados en Gipuzkoa son una estrategia destinada a integrar servicios de salud, sociales y comunitarios con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores en situación de fragilidad y dependencia que viven en sus hogares. Esta iniciativa se basa en la prevención para retrasar o evitar la institucionalización, la coordinación entre los sistemas de salud y servicios sociales para ofrecer una atención integral y continuada, y la innovación en el desarrollo de productos y servicios que permitan una atención personalizada centrada en las necesidades de cada individuo. Además, promueve el cuidado comunitario mediante el fortalecimiento de redes vecinales y la promoción del autocuidado, al mismo tiempo que busca fortalecer las capacidades locales para gestionar los ELC y desarrollar modelos de evaluación que permitan establecer políticas informadas y sostenibles. Como comentas, actualmente, hay 14 ELC en marcha y varios municipios están interesados en unirse a esta estrategia para crear un entorno más solidario y eficaz para el cuidado de las personas mayores en sus comunidades.
P.- Otra iniciativa relacionada con la llamada ‘nueva longevidad’, que se está desarrollando en Lezo, es el proyecto Bizitza Berria eta Betea (BIBE), que está a punto de iniciar la segunda fase, y cuyo objetivo es alcanzar una vida plena en la vejez. ¿Qué conclusiones han sacado hasta ahora y qué esperan conseguir?
R.- Hasta el momento, las conclusiones preliminares del proyecto ‘Bizitza Berria eta Betea (BIBE)’ apuntan a que se están logrando avances en la promoción de un envejecimiento activo, saludable y con sentido, lo que está alineado con el objetivo general del programa.
El proyecto, impulsado en el marco del Programa Berpiztu del Gobierno Vasco, ha puesto en marcha diversas iniciativas orientadas a mejorar la calidad de vida de las personas mayores en Lezo y la comarca de Oarsoaldea. Los actores involucrados, incluyendo la Diputación Foral de Gipuzkoa a través de Adinberri y organizaciones como la Fundación Aubixa y el Ayuntamiento de Lezo, han trabajado conjuntamente en la creación de un entorno favorable para el desarrollo de una vida plena en la vejez.
La segunda fase del proyecto se enfocará en aplicar el conocimiento adquirido para proponer un proceso individual y colectivo que promueva una vida plena en la vejez. Se implementarán acciones de capacitación y empoderamiento para las personas mayores de Lezo, fomentando también su responsabilidad social hacia otras generaciones. Además, desde septiembre, una Conectora Comunitaria está en Lezo para facilitar el desarrollo de esta fase.
P.- Otra preocupación de nuestro tiempo es la soledad no deseada, una problemática social que afecta cada vez a más personas, tanto a nivel físico como emocional. Recientemente, Gipuzkoa acogió a diversos expertos internacionales del proyecto Korale para compartir sus experiencias en torno a este fenómeno; además, están avanzando con una iniciativa propia: el proyecto ‘Kalelagun’, que tiene el reto de transformar varios espacios públicos de Gipuzkoa y elaborar después una guía con pautas de diseño para generar lugares que ayuden a reducir las soledades no deseadas. ¿Qué se ha hecho hasta ahora y se hará a corto plazo en este sentido?
R.- La Estrategia Hariak, activada en 2019 por la Diputación Foral de Gipuzkoa a través de Adinberri, tiene como objetivo prevenir y abordar las soledades no deseadas, mejorando el bienestar de la población y promoviendo una vida activa y conectada, especialmente entre las personas mayores. Dentro de este marco, Gipuzkoa ha sido seleccionada para liderar el proyecto internacional Korale en el programa Interreg Europe, con el fin de situar la soledad no deseada en el centro de las políticas públicas europeas, tanto en jóvenes como en mayores. En este proyecto, que incluye la participación de regiones de Austria, Dinamarca, Irlanda, Bélgica y Portugal, se identificarán buenas prácticas y casos de éxito en la prevención de la soledad, y al finalizar se publicará una guía que compartirá 24 buenas prácticas entre los estados miembros de la Unión Europea.
Por su parte, el proyecto Kalelagun, también parte de Hariak, trabaja en la transformación de espacios públicos en Gipuzkoa para fomentar la interacción social y reducir la soledad. A través de un enfoque arquitectónico y urbanístico, se están diseñando espacios de encuentro amigables que promuevan las relaciones sociales y la actividad física, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas mayores y del conjunto de la comunidad.
P.- Finalmente, y en relación a tercer sector social, acaban de constituir la Mesa de Diálogo Civil de Gipuzkoa, y realizado la primera reunión en julio. ¿Cuáles son los objetivos inmediatos que están encima de la mesa de este nuevo órgano?
R.- La Mesa de Diálogo Civil de Gipuzkoa ha iniciado su labor como un espacio de colaboración que representa a todo el tercer sector del territorio, con el objetivo de estructurar su participación en la elaboración de planes y programas de la diputación foral.
Entre los objetivos inmediatos se encuentra la contribución al diseño de la Agenda 2030 de Cuidados y Políticas Sociales del Departamento, así como la realización de un diagnóstico de las entidades de voluntariado de Gipuzkoa. Este diagnóstico servirá como base para desarrollar un plan que fomente el voluntariado social, además de recoger las aportaciones de estas entidades para las nuevas bases reguladoras de las ayudas a la iniciativa social.
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