lunes, 30 junio 2025
InicioSaludUna nueva prueba de biomarcadores supera los análisis actuales para detectar la neurodegeneración del Alzheimer en la sangre

Una nueva prueba de biomarcadores supera los análisis actuales para detectar la neurodegeneración del Alzheimer en la sangre

Investigadores estadounidenses y suecos han validado su ensayo en más de 600 muestras de pacientes de cinco cohortes independientes, incluidas las de pacientes cuyo diagnóstico de Alzheimer se confirmó tras su muerte y personas con deficiencias de memoria indicativas de Alzheimer en fase inicial
Un grupo de neurocientíficos dirigido por Thomas Karikari, autor principal y profesor adjunto de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, ha desarrollado una prueba para detectar un nuevo marcador de la neurodegeneración de la enfermedad de Alzheimer en una muestra de sangre. Un estudio sobre sus resultados se ha publicado el 27 de diciembre, en Brain
 
El biomarcador, denominado "tau derivado del cerebro", o BD-tau, supera los resultados de las actuales pruebas de diagnóstico en sangre utilizadas para detectar clínicamente la neurodegeneración relacionada con el Alzheimer. Es específico de la enfermedad de Alzheimer y se correlaciona bien con los biomarcadores de neurodegeneración del Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo (LCR). 
 
"En la actualidad, para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer es necesario realizar pruebas de neuroimagen", afirma Karikari. "Esas pruebas son caras y tardan mucho en programarse, y muchos pacientes, incluso en Estados Unidos, no tienen acceso a escáneres de resonancia magnética y PET. La accesibilidad es un problema importante". 
 
Actualmente, para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, los médicos utilizan las directrices establecidas en 2011 por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y la Asociación de Alzheimer. Las directrices, denominadas Marco AT(N), exigen la detección de tres componentes distintos de la patología del Alzheimer -la presencia de placas amiloides, ovillos de tau y neurodegeneración en el cerebro-, ya sea por imágenes o mediante el análisis de muestras de LCR.
 
Por desgracia, ambos enfoques adolecen de limitaciones económicas y prácticas, lo que impone la necesidad de desarrollar biomarcadores de AT(N) cómodos y fiables en muestras de sangre, cuya recogida sea mínimamente invasiva y requiera menos recursos. El desarrollo de herramientas sencillas que detecten signos de Alzheimer en la sangre sin comprometer la calidad es un paso importante para mejorar la accesibilidad, afirmó Karikari. 
 
"La utilidad más importante de los biomarcadores sanguíneos es mejorar la vida de las personas y mejorar la confianza clínica y la predicción del riesgo en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer", afirmó Karikari. 

Los métodos actuales de diagnóstico sanguíneo pueden detectar con precisión anomalías en la beta amiloide plasmática y la forma fosforilada de tau, dos de los tres criterios necesarios para diagnosticar con seguridad el Alzheimer. Pero el mayor obstáculo para aplicar el marco AT(N) a las muestras de sangre radica en la dificultad de detectar marcadores de neurodegeneración específicos del cerebro y no influidos por contaminantes potencialmente engañosos producidos en otras partes del organismo.  
 
Por ejemplo, los niveles sanguíneos de neurofilamentos ligeros, un marcador proteínico del daño de las células nerviosas, se elevan en la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson y otras demencias, lo que los hace menos útiles cuando se intenta diferenciar la enfermedad de Alzheimer de otras afecciones neurodegenerativas. Por otra parte, la detección de tau total en la sangre resultó ser menos informativa que el seguimiento de sus niveles en el LCR.  
 
TÉCNICA DESARROLLADA
Aplicando sus conocimientos de biología molecular y bioquímica de las proteínas tau en distintos tejidos, como el cerebro, Karikari y su equipo, que incluye científicos de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), desarrollaron una técnica para detectar selectivamente la BD-tau evitando las proteínas "big tau" flotantes producidas por células ajenas al cerebro. 
 
Para ello, diseñaron un anticuerpo especial que se une selectivamente a la BD-tau, haciéndola fácilmente detectable en la sangre. Validaron su ensayo en más de 600 muestras de pacientes de cinco cohortes independientes, incluidas las de pacientes cuyo diagnóstico de Alzheimer se confirmó tras su muerte, así como las de pacientes con deficiencias de memoria indicativas de Alzheimer en fase inicial. 
 
Las pruebas demostraron que los niveles de BD-tau detectados en muestras de sangre de pacientes con Alzheimer mediante el nuevo ensayo coincidían con los niveles de tau en el LCR y distinguían con fiabilidad el Alzheimer de otras enfermedades neurodegenerativas. Los niveles de BD-tau también se correlacionaron con la gravedad de las placas amiloides y los ovillos de tau en el tejido cerebral confirmada mediante análisis de autopsias cerebrales.

Los científicos esperan que el control de los niveles sanguíneos de BD-tau pueda mejorar el diseño de los ensayos clínicos y facilitar la selección e inscripción de pacientes de poblaciones que históricamente no han sido incluidas en las cohortes de investigación.  
 
"Existe una enorme necesidad de diversidad en la investigación clínica, no solo por el color de la piel, sino también por el nivel socioeconómico", afirma Karikari. Para desarrollar mejores fármacos, los ensayos deben incluir a personas de distintos orígenes y no sólo a quienes viven cerca de centros médicos académicos". Un análisis de sangre es más barato, seguro y fácil de administrar, y puede mejorar la confianza clínica en el diagnóstico del Alzheimer y la selección de participantes para ensayos clínicos y el seguimiento de la enfermedad."  
 
Karikari y su equipo tienen previsto realizar una validación clínica a gran escala del BD-tau en sangre en una amplia gama de grupos de investigación, incluidos los que reclutan participantes de diversos orígenes raciales y étnicos, de clínicas de la memoria y de la comunidad. Además, estos estudios incluirán adultos mayores sin evidencia biológica de la enfermedad de Alzheimer, así como aquellos en diferentes etapas de la enfermedad. Estos proyectos son cruciales para garantizar que los resultados de los biomarcadores sean generalizables a personas de todos los orígenes, y allanarán el camino para que BD-tau esté disponible comercialmente para su uso clínico y pronóstico generalizado.    
 
Otros autores de este estudio proceden de la Universidad de Gotemburgo, Suecia; de Reino Unido; de la Universidad de California, San Diego; y de la Universidad de Brescia, Italia. 
 
Esta investigación ha sido financiada por el Consejo Sueco de Investigación, la Alzheimer's Association, la BrightFocus Foundation, la International Society for Neurochemistry's Career Development Grant, la Swedish Alzheimer Foundation, la Swedish Brain Foundation, la Fundación Sueca para la Demencia, la Fundación Sueca para el Parkinson, la Fundación Gamla Tjänarinnor, la Fundación Aina (Ann) Wallströms y Mary-Ann Sjöbloms, la Fundación Agneta Prytz-Folkes y Gösta Folkes , la Fundación Gun y Bertil Stohnes y la Fundación Anna Lisa y el Hermano Björnsson, entre otras fuentes. 

Lo más visto

Redacción EM
Redacción EM
Información elaborada por el equipo de redacción.

Más información

Resumen de privacidad

En nuestra Política de privacidad explicamos cómo nuestra organización maneja cualquier información relativa a nuestros clientes, proveedores o empleados que hemos recopilado en nuestras operaciones.Política de Privacidad de EntreMayores