La seguridad del paciente repercute en su calidad de vida y en la sostenibilidad del sistema
Como explicó el doctor Juan Gómez-Arnau, jefe del Área de Anestesia y Cuidados Críticos del Hospital Fundación Alcorcón de Madrid y director del curso, "la seguridad del paciente está ya en la agenda de prácticamente todas las organizaciones sanitarias y debiera ser parte integral de la formación de los profesionales en estos momentos".
En concreto, explica el doctor Gómez-Arnau, este curso se diferencia de otros en que "no está conceptualizado para proveer a los asistentes de herramientas o técnicas que puedan aplicar directamente en sus hospitales o con sus pacientes, sino que es un curso teórico de actualización de aspectos de seguridad del paciente". Unos aspectos muy útiles a juicio de este experto, "ya que este tema es una disciplina nueva, que tiene aproximadamente 15 años, con cada vez más contenido teórico y en el que todavía estamos estudiando cómo trasladar ese contenido teórico a la práctica clínica".
La homogeneización de los protocolos sanitarios en los diferentes centros hospitalarios es el primer paso para reducir los eventos adversos y poder aumentar así la seguridad del paciente. Para ello, tal y como explicó el doctor José Manuel Ramírez, del Servicio de Cirugía del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, se importaron los protocolos nórdicos ya existentes y se adaptaron a la idiosincrasia española, hasta llegar a los modelos actuales de los que disponemos. "Actualmente, estamos ofertando el mejor tratamiento, muy homogéneo y basado en la evidencia, lo cual supone automáticamente seguridad del paciente y, por tanto, un aumento de la percepción del paciente en cuanto a la calidad asistencial", aseguró este doctor.
Además, al mismo tiempo que aumenta la calidad de vida de los pacientes, la homogeneización de estos tratamientos y el incremento de la seguridad de los pacientes también repercute de manera directa y positiva en los costes del sistema sanitario público, ya que se reducen la estancias hospitalarias, las visitas médicas y la administración de tratamientos, entre otros aspectos. "Se estima que los costes de la no seguridad suponen aproximadamente el 6% del total del gasto sanitario", aseguró el doctor Pedro Ruiz, cirujano general y coordinador de Calidad del Hospital Universitario 12 de Octubre, de Madrid, quien también señaló que "la mitad de ellos son prevenibles". "Si realmente pusiéramos en marcha prácticas seguras dirigidas a disminuir estos eventos adversos, la repercusión económica sería muy grande, porque además está demostrado que gran parte de estos eventos adversos producen el deterioro crónico de los pacientes", remarcó el doctor Ruiz.
En la tarea de reducir este impacto, es importante la labor de los profesionales, pero también la de todos los agentes que trabajan en el ámbito de la salud, incluyendo el sector privado. En este sentido Regina Revilla, directora ejecutiva de Policy, Communications and Corporate Affairs de MSD, señaló que "concretamente en este ámbito de la seguridad del paciente, MSD ha venido desarrollando acciones en los últimos años para responder a la preocupación de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales en esta materia. De hecho, ya estamos trabajando con las comunidades autónomas, las principales sociedades científicas implicadas y con los agentes asistenciales tanto del ámbito hospitalario como de la Atención Primaria y estamos poniendo en marcha programas de formación, recursos y alertas dirigidos al profesional del ámbito sanitario, siempre con el objetivo de mejorar la calidad asistencial que reciben los pacientes".
Un ejemplo reciente de la implicación de MSD es, como explicó Regina Revilla, el consenso aquiles (anestesia quirúrgica para lograr eficiencia y seguridad), una iniciativa conjunta de la Sociedad Española de Anestesia y Reanimación y la Asociación Española de Cirujanos que cuenta con la colaboración de MSD.
De este proyecto y muchos otros se habló durante la jornada, con el objetivo de revisar las nuevas líneas de trabajo y los retos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios y los demás agentes implicados. Así, por ejemplo, el doctor Gómez-Arnau destacó la conferencia magistral impartida por el doctor Hernández Medrano, del Hospital Ramón y Cajal sobre la medicina apoyada por la inteligencia artificial o el debate acerca de "qué prácticas en cuanto a seguridad del paciente aumentan de verdad la eficiencia y la calidad de los cuidados". También se repasaron, por parte de Paloma Casado, subdirectora general de Calidad y Cohesión del Ministerio de Sanidad las líneas generales de la actualización de la Estrategia Nacional de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud para los próximos cinco años.
Esta jornada forma parte de las actividades de la cátedra extraordinaria UIMP-MSD de Salud, Crecimiento y Sostenibilidad, creada entre ambas entidades hace tres años con el objetivo de establecer un foro que permita a España posicionarse como referente de pensamiento sobre políticas y sistemas de salud.