“La revolución va a seguir viniendo de la mano de la investigación. Ha costado más de 20 años, pero parece que se ha encontrado el camino a seguir”. Así de contundente se muestra Jesús Rodrigo, CEO de la Confederación Española de Alzheimer y otras demencias (Ceafa), ante el reciente anuncio de la aprobación, por parte de la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA) del uso de donanemab, de Eli Lilly and Company, para el tratamiento de adultos en fases tempranas sintomáticas de la enfermedad de Alzheimer.
Esta indicación incluye a personas con deterioro cognitivo leve, así como aquellas en etapa de demencia leve causada por enfermedad de Alzheimer con confirmación de patología amiloide. Simplificando. El amiloide es una proteína que se produce de forma natural y que, en ocasiones, puede depositarse en forma de placas. Una acumulación excesiva de las mismas en el cerebro puede producir deterioro cognitivo y funcional. Lo que hace donanemab es ayudar a eliminar esa acumulación excesiva, por lo que reduce la progresión del deterioro relacionado con la capacidad de las personas para procesar nueva información, como recordar fechas importantes, preparar comidas, usar electrodomésticos, gestionar finanzas o incluso quedarse solas.
Una de las claves para la eficacia de este fármaco es el diagnóstico precoz. “Donanemab ha demostrado resultados muy significativos para personas con síntomas iniciales de la enfermedad que necesitan urgentemente opciones de tratamiento efectivas”, destacó Anne White, vicepresidenta ejecutiva de Eli Lilly and Company. En esta línea también está Pascual Sánchez-Juan, director científico de la Fundación CIEN: “El diseño de los ensayos clínicos que han propiciado su aprobación pone de manifiesto que los pacientes con menos carga patológica al inicio del tratamiento obtienen mejores resultados (…) Aunque se tendrán que confirmar conforme aumente el número de pacientes tratados, constituyen una llamada a la necesidad de un diagnóstico precoz”.
¿PARA CUÁNDO EN ESPAÑA?
A España llegará en unos meses. Jesús Rodrigo nos indica los pasos: “Ahora habrá que esperar a la EMA, la Agencia Europea del Medicamento, que deberá analizar y evaluar el fármaco y, proceder a su dictamen sobre su aprobación. Tras este trámite, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) deberá hacer lo propio. Y, finalmente, deberá ser el Ministerio de Sanidad quien lo adopte e integre en la cartera de medicamentos”. Pero lo importante es el optimismo que ha inoculado esta noticia.
El CEO de Ceafa subraya que “detrás de estos fármacos vendrán otros, seguramente más efectivos y eficaces, más baratos y a disposición de un público cada vez más amplio. Todo ello contribuirá al cumplimiento de los derechos amparados por la legislación española en materia de diagnóstico y tratamiento, restringidos hasta el momento por lo tardío del diagnóstico y la falta de medicamentos”.