España mantiene su liderazgo mundial en donación de órganos con un nuevo récord

“La clave del modelo español radica en que hemos establecido protocolos de todos y cada uno de los pasos del proceso de donación y trasplante, donde nada queda a la improvisación. Y a la vez hemos ido buscando nuevas vías para aumentar la disponibilidad de órganos, como la donación en asistolia (fallecimiento por parada cardíaca irreversible), el fomento de la donación renal de vivo o el establecimiento de una mayor colaboración entre los coordinadores de trasplantes y los médicos que trabajan fuera de las UCIS”, explica Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Los datos son rotundos, se registra el mayor aumento en el número de donantes en la historia de la ONT, lo que ha permitido alcanzar los 39,7 donantes por millón de población (p.m.p) y un total de 4.769 pacientes trasplantados a lo largo de 2015. Asimismo, por primera vez, todas las comunidades autónomas superan los 30 donantes y se ha llegado a otro máximo histórico: 13 trasplantes diarios.
Aumenta la edad de los donantes
Otro de los datos recogidos en 2015 es que se acentúa el envejecimiento de los donantes, constituyendo, por quinto año consecutivo, los mayores de 60 años, más de la mitad de los donantes. El envejecimiento de la población afecta también a los receptores, la edad media de los pacientes en lista de espera también ha aumentado.
“El perfil ha cambiado de forma radical en los últimos años. En los años 90, cuando se creó la ONT, la mitad de los donantes eran personas jóvenes fallecidas a consecuencia de un accidente de tráfico. Hoy en día, los donantes por tráfico, afortunadamente, apenas si constituyen el 4%, pues en un país desarrollado como el nuestro, se implantan medidas para prevenir y reducir todas aquellas muertes evitables. De no ser por los mayores, es evidente que nunca podríamos alcanzar las cifras de donación que tenemos. Por eso, tenemos que agradecerles a ellos y a sus familiares la gran contribución social que realizan mediante donación de órganos”.
Junto con el aumento de los trasplantes, y el cambio de perfil, el balance de actividad de 2015 apunta a que se reducen las negativas familiares. España es el país del mundo con menor porcentaje de negativas familiares, sin embargo, tal y como apunta el doctor Matesanz, “esto no significa que de entrada estemos más concienciados con la donación de órganos, sino que contamos con profesionales, como los coordinadores de trasplantes, que saben muy bien hacer su trabajo en el momento en el que tienen que hablar con sus familias y pedirles su consentimiento para la donación”.
Estrategia 2015
El año pasado también se puso en marcha la Estrategia 2015, que tiene como objetivo aumentar en cinco años un 10% el número de donantes y un 20% el de trasplantes, hasta alcanzar los 5.000 pacientes trasplantados en 2020. Pero a la vista de los logros alcanzados el año pasado, este horizonte se presenta cercano.
“2015 ha sido un año histórico, con 1.851 donantes, lo que representa un aumento del 10% respecto al año anterior y sitúa a España cerca de los 40 donantes por millón de población, una tasa que amplía la distancia que ya tenemos con el resto del mundo. En el ámbito de la donación, en un solo año hemos conseguido los objetivos que nos habíamos propuesto para 2020. Realizar cerca de 4.800 trasplantes, una cifra muy cercana a los 5.000 que no habíamos puesto por objetivo. Es un logro que se debe en gran parte al desarrollo de la donación en asistolia y a la colaboración de los médicos de urgencias con intensivistas y coordinadores de trasplantes en la detección de donantes potenciales, cuya eficacia hemos podido comprobar. De seguir así, espero que en poco tiempo podamos superar los 5.000 pacientes trasplantados”, apunta Matesanz.
Asimismo, se ha puesto en marcha el Plan Accord España, al que están adheridos 69 hospitales, que busca detectar posibles donantes fuera de las UCIS.
“El Plan Accord España se basa en una de los aspectos cruciales del modelo español de trasplantes: el papel crucial de las Unidades de Cuidados Intensivos y de los médicos intensivistas en la detección de posibles donantes. El programa incluye una serie de protocolos de actuación para que los intensivistas incorporen de manera sistemática la donación, previa autorización familiar, como parte de los cuidados al final de la vida. La donación de órganos debe ser considerada un derecho de todos los ciudadanos al final de su vida. Es un concepto ético que todos deberíamos tener en cuenta”, defiende el director de la ONT.