domingo, 16 marzo 2025
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Cómo disfrutar del verano sin que nuestra salud se vea resentida por el calor y el sol

Los mayores son el colectivo más vulnerable ante la llegada del periodo estival, ya que cuando aprieta el calor, las personas de edad avanzada tienen más dificultades para autorregular su temperatura y mantener una hidratación adecuada
La llegada del verano implica un subida de temperaturas y una mayor exposición a los rayos de sol. También supone poder disfrutar de la playa, la piscina y la montaña pero siempre con la protección adecuada para evitar las consecuencias de una exposición inadecuada al sol.
Quemaduras solares en piel y ojos, que pueden derivar en dolencias más graves como cáncer; y deshidratación por golpes de calor, son los problemas más habituales a los que nos enfrentamos durante el periodo estival. En este sentido, el colectivo de personas mayores debe extremar las precauciones ya que, tal y como recuerda la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), “corren más riesgo de sufrir un golpe de calor al responder peor a las temperaturas extremas y porque la sensación de sed en ellas es menor y suelen olvidarse de beber. Además, este riesgo se ve incrementado si la persona sufre sobrepeso, enfermedades crónicas o está medicada”.
Con la edad, no solo se pierde habilidad para regular la temperatura corporal, sino que la piel de los mayores es más fina y no ofrece tanta protección contra los rayos solares.
El golpe de calor se produce si la temperatura corporal normal de 37 grados llega a sobrepasar los 40 grados y el cuerpo es incapaz de eliminar el exceso de calor. Por ello, es importante saber detectar los síntomas de la hipertermia: dolor de cabeza; sensación de boca seca y pastosa; náuseas; vómitos; mareos; escalofríos; piel seca y enrojecida; calambres musculares en brazos, piernas o vientre; desorientación; pérdida de conciencia o confusión y no sudoración ante las temperaturas altas.
En caso de observar estos síntomas se debe avisar a los servicios de emergencia, ya que un golpe de calor puede tener consecuencias serias si no se revierte la situación, se refresca el organismo y se restablece el equilibrio corporal.
Para prevenir la hipertermia, los profesionales médicos recomiendan tomar muchos líquidos; realizar comidas ligeras; evitar la exposición al sol cuando las temperaturas son elevadas; no realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor; mantener la casa fresca y ventilada; no permanecer en vehículos estacionados o cerrados; evitar llevar ropa ajustada y usar gorros o sombreros.
Por su parte, Sara González, directora médica del Grupo Adavir, empresa especializada en la gestión de centros para mayores en la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, destaca las claves para ayudar a los mayores a sobrellevar las altas temperaturas y la exposición al sol: mantener la hidratación; no hacer comidas copiosas; fraccionar las comidas, seguir realizando actividad física pero en horas de menor insolación; y evitar los cambios bruscos de temperatura.
Las personas mayores también son uno de los grupos más vulnerables ante los resfriados, y aunque es un virus que se asocia a las épocas de más frío, durante el verano se experimenta un elevado repunte debido a los fuertes cambios de temperatura.
“El colectivo de edad más avanzada es el más sensible frente a los cambios de temperatura ya que sus niveles de defensas son más bajos y su capacidad de autorregulación de la temperatura corporal está comprometida”, explican desde Sanitas Residencial.

Una exposición a los rayos solares sin protección de gafas de sol puede originar lesiones en la retina
Con la llegada del periodo estival, es importante prestarle atención al cuidado de la visión ya que los ojos también pueden sufrir quemaduras solares. La exposición a los rayos solares puede originar en la retina lesiones fototóxicas como la maculopatía solar al mirar al sol sin filtros especiales, o la predisposición a padecer Degeneración Macular Asociada a la Edad (Dmae).
Más del 60% de la radiación ultravioleta llega entre las 10 y a las 14 horas, especialmente si se está sobre la arena o en el mar, ya que son superficies que reflejan el 15% y el 25%, respectivamente, de la radiación ultravioleta. Por ello, los oftalmólogos inciden en que es imprescindible utilizar gafas de sol que filtren la luz ultravioleta y que a la hora de adquirirlas se debe comprobar que sean gafas homologadas. Asimismo, recuerdan que con la edad va disminuyendo el pigmento natural de los ojos, haciendo que sean más vulnerables a los efectos de la luz.
Un equipo multidisciplinar de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) estudió las consecuencias de la actividades realizadas en verano en la incidencia de infecciones oculares y disfunciones visuales. En la investigación se concluyó que durante la época estival, los problemas de conjuntivitis, fotoqueratitis, erosiones corneales y ojo seco, aumentan un 25% en comparación con otras estaciones del año. Igualmente, la ingesta de medicamentos como ciertos antibióticos, anticonceptivos orales, o antiinflamatorios pueden aumentar la sensibildad de los ojos.

El colectivo de personas mayores es el más afectado por la deshidratación
Las personas de edad avanzada tienden a beber de forma insuficiente al sentir menos sed, y la presencia de ciertas enfermedades, el consumo de fármacos y las condiciones climáticas adversas, hacen que este colectivo sea especialmente vulnerable a padecer deshidratación.
Es importante que los mayores beban cantidades pequeñas durante todo el día para evitar llegar a notarse sedientas. Los profesionales médicos recomiendan que la ingesta de agua se realice de forma gradual a lo largo del día, al menos un vaso de agua en cada una de las comidas para favorecer la ingestión de solidos, así como otros cuatro vasos de agua repartidos en el resto de la jornada. Por otro lado, las personas con trastornos cognitivos, como la demencia, pueden no ser capaces de poner remedio a sensaciones básicas como la sed, o incluso pueden no llegar a sentir el calor como tal.
Por todo ello, es fundamental prestar mucha atención a la ingesta de líquidos por parte de las personas mayores pero, además, para prever el golpe de calor es recomendable la utilización de prendas ligeras y de colores claros, así como evitar la exposición en las horas centrales del día.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos puso en marcha, junto con Aquarius y Coca-Cola España, una nueva edición de la campaña sanitaria “Cinco claves en hidratación” que se está llevando a cabo durante el verano en las farmacias españolas. Beber sin esperar a tener sed; consumir entre 2 y 2,5 litros de líquidos al día en forma de alimentos y bebidas; rehidratarse con bebidas con sales minerales, hidratarse antes, durante y después de cualquier actividad física; y si se está realizando algún tipo de dieta aumentar la ingesta de agua, son las cinco pautas que se recomiendan en esta campaña.

Protegerse la piel durante todo el año y no exponerse al sol en las horas centrales
Aunque, en la actualidad, existe una mayor concienciación sobre la protección frente al sol entre la población española, aún queda mucho por hacer para adoptar unos hábitos óptimos. La mayoría de la población se protege solamente en verano de la radiación solar y, principalmente, cuando acude a la playa o la piscina, pero muy pocas personas tienen la costumbre de protegerse a lo largo de todo el año. Los expertos recomiendan prestar especial atención a las zonas más sensibles y que están más expuestas a los rayos solares todo el año, puesto que el 85% de los tumores malignos aparecen en zonas de cara, escote y cuero cabelludo. Asimismo, desaconsejan exponerse al sol en las horas centrales del día.
Ipsos y los laboratorios La Roche-Posay presentaron recientemente el Informe 2015 sobre las actitudes, hábitos y percepción de los riesgos del sol en 23 países. Los datos indican que España tiene una especial pasión por el sol: el 80% de los españoles considera que estar bronceado les hace parecer más atractivos y saludables. Asimismo, el 94% considera que estar expuesto al sol puede causar problemas de salud y acelerar el fotoenvejecimiento, sin embargo, solo el 22% se protege diariamente. El 18% de los españoles nunca se ha revisado sus propios lunares y el 43% nunca ha acudido al dermatólogo para hacerse una revisión. De hecho, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que cada año se detectan 5.000 nuevos casos de cáncer de piel en España.
Por otra parte, la exposición inadecuada al sol puede producir insolaciones, envejecimiento prematuro de la piel, irritación, alergias e incluso agravar ciertas patologías dermatológicas.

>> Entrevista con el doctor Agustín Buendía.

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