OPINIÓN
Política Integral de Envejecimiento Positivo
Por Rosa Kornfeld, directora del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama)

Los resultados de la encuesta de Caracterización Socio Económica (Casen) 2011 en relación al Adulto Mayor, son reveladores. En los últimos 20 años, en Chile se ha duplicado la población de personas mayores, la que hoy asciende a 2.638.351 personas, es decir, el 15,6% de la población del país es adulto mayor.
Del total de personas mayores en Chile, el 57% corresponde a mujeres y el 43% a hombres, pero más allá de la estadística, uno de los aspectos más relevantes que visibiliza la encuesta Casen 2011 es el envejecimiento de la vejez. Esto quiere decir que no sólo aumenta la proporción de personas mayores, sino que dentro de este grupo etario también crece la cantidad de personas mayores de 80, en el que hoy se encuentran cerca de 453 mil personas. Este incremento en la expectativa de vida, que hoy se estima en 79 años, nos habla de avances en la ciencia, la tecnología y, por cierto, en la medicina, que han sido capaces de erradicar ciertas enfermedades que años atrás eran consideradas mortales.
La realidad demográfica actual del país nos presenta grandes desafíos: las nuevas generaciones de personas mayores tienen aspiraciones y expectativas renovadas frente al envejecimiento, demandan una gama de servicios de cuidado y salud más amplia y de mejor calidad; y sus necesidades tienen implicancias importantes para el sector público y privado.
En este sentido, es que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, a través del ministerio de Desarrollo Social y del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), impulsó la creación de una Política Integral de Envejecimiento Positivo, la que busca enfrentar el desafío del envejecimiento y la vejez en nuestra sociedad. Esta política representa el primer gran esfuerzo del Estado por hacerse cargo del cambio demográfico, pero también de la necesidad de generar un cambio cultural en la sociedad, para que ésta mire de manera positiva y alentadora la vejez.
La Política de Envejecimiento Positivo define un marco de acción con orientaciones concretas que permiten responder a los desafíos que impone el envejecimiento de la población, planteando una serie de medidas y programas para facilitar un envejecimiento activo y saludable para las personas mayores en tres grandes áreas: protección de la salud funcional de los adultos mayores; mejoramiento de la integración económica, social y espacial; y el incremento del bienestar subjetivo y felicidad en los adultos mayores. Esto, a partir de la información aportada por diferentes ministerios, servicios públicos y organizaciones sociales de personas mayores que participaron en el levantamiento de información.
A través de la implementación de la política, se pretende enfrentar el desafío del envejecimiento y la vejez en toda su magnitud, y para ello se requiere de un esfuerzo multisectorial, que incluye al Estado, la sociedad civil, el mundo privado y las familias.
Si bien esta política resume y potencia el trabajo realizado hasta hoy, su relevancia radica en que genera las sinergias necesarias para abordar el fenómeno del envejecimiento con una perspectiva de futuro. La Política Integral de Envejecimiento Positivo no sólo enfrenta los desafíos actuales, sino que prepara a Chile para el futuro.
Es importante que como país comprendamos que las personas, al entrar en la adultez mayor, no pierden sus facultades y capacidades; es necesario que como sociedad tomemos conciencia de que una persona que jubiló puede seguir contribuyendo, tanto en su entorno cercano como en el progreso del país.
La ciencia ha demostrado que el desarrollo psicológico y espiritual no se detiene al comenzar la adultez mayor; de hecho, se perfecciona el juicio y se logra mayor equilibrio para evaluar hechos negativos y positivos, lo que los lleva a tener respuestas y reacciones de mayor sabiduría. Las personas mayores pueden desarrollar nuevos roles que signifiquen un incremento en sus ingresos económicos o apoyo a sus hijos en la educación de sus nietos.
Los mayores tienen mucho que aportar en la sociedad, sobre todo en transmisión de sabiduría, tradiciones, experiencia y afecto. Es tarea de nosotros abrir espacios y dar oportunidades para que esta contribución se lleve a cabo.
Del total de personas mayores en Chile, el 57% corresponde a mujeres y el 43% a hombres, pero más allá de la estadística, uno de los aspectos más relevantes que visibiliza la encuesta Casen 2011 es el envejecimiento de la vejez. Esto quiere decir que no sólo aumenta la proporción de personas mayores, sino que dentro de este grupo etario también crece la cantidad de personas mayores de 80, en el que hoy se encuentran cerca de 453 mil personas. Este incremento en la expectativa de vida, que hoy se estima en 79 años, nos habla de avances en la ciencia, la tecnología y, por cierto, en la medicina, que han sido capaces de erradicar ciertas enfermedades que años atrás eran consideradas mortales.
La realidad demográfica actual del país nos presenta grandes desafíos: las nuevas generaciones de personas mayores tienen aspiraciones y expectativas renovadas frente al envejecimiento, demandan una gama de servicios de cuidado y salud más amplia y de mejor calidad; y sus necesidades tienen implicancias importantes para el sector público y privado.
En este sentido, es que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, a través del ministerio de Desarrollo Social y del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), impulsó la creación de una Política Integral de Envejecimiento Positivo, la que busca enfrentar el desafío del envejecimiento y la vejez en nuestra sociedad. Esta política representa el primer gran esfuerzo del Estado por hacerse cargo del cambio demográfico, pero también de la necesidad de generar un cambio cultural en la sociedad, para que ésta mire de manera positiva y alentadora la vejez.
La Política de Envejecimiento Positivo define un marco de acción con orientaciones concretas que permiten responder a los desafíos que impone el envejecimiento de la población, planteando una serie de medidas y programas para facilitar un envejecimiento activo y saludable para las personas mayores en tres grandes áreas: protección de la salud funcional de los adultos mayores; mejoramiento de la integración económica, social y espacial; y el incremento del bienestar subjetivo y felicidad en los adultos mayores. Esto, a partir de la información aportada por diferentes ministerios, servicios públicos y organizaciones sociales de personas mayores que participaron en el levantamiento de información.
A través de la implementación de la política, se pretende enfrentar el desafío del envejecimiento y la vejez en toda su magnitud, y para ello se requiere de un esfuerzo multisectorial, que incluye al Estado, la sociedad civil, el mundo privado y las familias.
Si bien esta política resume y potencia el trabajo realizado hasta hoy, su relevancia radica en que genera las sinergias necesarias para abordar el fenómeno del envejecimiento con una perspectiva de futuro. La Política Integral de Envejecimiento Positivo no sólo enfrenta los desafíos actuales, sino que prepara a Chile para el futuro.
Es importante que como país comprendamos que las personas, al entrar en la adultez mayor, no pierden sus facultades y capacidades; es necesario que como sociedad tomemos conciencia de que una persona que jubiló puede seguir contribuyendo, tanto en su entorno cercano como en el progreso del país.
La ciencia ha demostrado que el desarrollo psicológico y espiritual no se detiene al comenzar la adultez mayor; de hecho, se perfecciona el juicio y se logra mayor equilibrio para evaluar hechos negativos y positivos, lo que los lleva a tener respuestas y reacciones de mayor sabiduría. Las personas mayores pueden desarrollar nuevos roles que signifiquen un incremento en sus ingresos económicos o apoyo a sus hijos en la educación de sus nietos.
Los mayores tienen mucho que aportar en la sociedad, sobre todo en transmisión de sabiduría, tradiciones, experiencia y afecto. Es tarea de nosotros abrir espacios y dar oportunidades para que esta contribución se lleve a cabo.