Los organizadores de la iniciativa ‘Cultura para Todos’, junto con los programas sociales de Fundación La Caixa, han invitado, recientemente, a un grupo de personas cuidadoras informales a la exposición inmersiva ‘Somos Naturaleza’, en CaixaForum Barcelona. Esta invitación a participar en la experiencia tiene como objetivo ofrecer una pausa este colectivo, así como perspectiva y “la certeza de que no están solas”, señalan desde Fundación La Caixa.

La mayoría de las personas cuidadoras que visitaron la exposición y que participan en la Escuela de Cuidadores, del programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de Fundación La Caixa, son mujeres en torno a los 60 años. La muestra les permite desconectar por unas horas. ‘Somos Naturaleza’, producida y distribuida por OASIS Immersive Studios en colaboración con National Geographic, habla de la importancia de preservar el equilibrio de la Tierra y anima a sus visitantes a actuar de un modo positivo frente a los problemas que afronta hoy la biodiversidad.

La exposición puede verse ahora por primera vez en Europa tras su paso por Montreal y México. Después de su paso por CaixaForum Barcelona, la experiencia también podrá vivirse esta temporada en CaixaForum Madrid.

Por otro lado, ‘Cultura para Todos’ es un proyecto en la que se trabaja desde hace algunos años para eliminar barreras y facilitar el acceso a la cultura a quienes más lo necesitan, personas que en algún momento de su ciclo vital se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Esto es, desde grupos de duelo de adolescentes hasta personas mayores en situación de soledad, pasando por personas en proceso de inserción laboral, madres solteras con niños y niñas en situación de pobreza, personas en la fase final de su vida o, como en este último caso, cuidadoras no profesionales.

La visita a ‘Somos Naturaleza’ no es una actividad aislada ya que forma parte de un trabajo que ‘Cultura para Todos’ desarrolla de manera transversal con los programas sociales de Fundación La Caixa. La meta final es poner todos los recursos culturales y educativos de la institución al servicio de quienes más lo necesitan.

“Trabajamos con mucha escucha activa, adaptando contenidos y formatos a las necesidades de cada colectivo”, explica el equipo que lo hace posible. No se trata solo de abrir las puertas de las instituciones, sino también de diseñar actividades específicas, de acompañar, de crear espacios seguros donde las personas puedan expresarse, conectar con otras y experimentar el poder transformador de la cultura.

Los beneficios están documentados. Según varios estudios del Observatorio Social de Fundación La Caixa, la participación cultural aumenta la creatividad, mejora la salud, favorece el crecimiento personal y contribuye a la construcción de sociedades más plurales, reflexivas e inclusivas. En el ámbito individual, la cultura nos hace más felices y refuerza el capital social.

Para colectivos vulnerables como el de las personas cuidadoras —que dedican 24 horas al día y siete días a la semana a estar pendientes de otro ser humano—, estas experiencias culturales no son un entretenimiento, sino una necesidad vital, uno de los pocos momentos de autocuidado. “En la Escuela de Cuidadores intentamos promover la toma de conciencia de que pueden, puntualmente, dar un paso atrás en las tareas de cuidado y dedicarse un tiempo a ellas mismas, ya sea con los talleres en los que impartimos formación, con los grupos de soporte o con actividades como la de hoy, en las que intentamos acercar la cultura como un derecho y no como un lujo”, defiende Marta Gutiérrez, psicóloga y docente de la Escuela de Cuidadores.

RECORRIDO INMERSIVO

Durante la visita, una educadora de CaixaForum conduce al grupo a la primera planta. Allí comienza el recorrido por una instalación audiovisual inédita en España que invita a reflexionar sobre la biodiversidad, la interdependencia de los ecosistemas y la urgencia de proteger el planeta.

Las personas cuidadoras avanzan por un pasillo en penumbra para encontrar, tras una cortina, una gran sala con proyecciones en 360 grados que se llena de imágenes de animales y paisajes de todo el mundo. Cuando el suelo se inunda virtualmente con olas, una de las cuidadoras simula caminar sobre el mar. “Dan ganas de descalzarse y andar por encima del agua”, dice alguna de ellas.

En una segunda sala, las imágenes son abstractas, creaciones de arte digital que evocan universos, células u organismos interconectados, como si el grupo caminase por el interior de un microscopio. Un mensaje en pantalla reza: “Nuestra visión del mundo determina nuestras acciones”, algo que resuena en algunas de las participantes.

La tercera sala cierra el recorrido con imágenes poderosas de la naturaleza, que se entremezclan con proyectos en los que se trabaja para su protección. El mensaje es que trabajando de manera colectiva, un planeta mejor es posible.

Uno de los grandes valores de ‘Cultura para Todos’ es ofrecer experiencias pensadas para personas que atraviesan situaciones similares. En el caso de las cuidadoras, muchas llegan con una sensación de soledad y agotamiento acumulado. Como explica Gutiérrez, “cuando contactan con la Escuela de Cuidadores suelen sentirse perdidas, solas; y esa soledad, muchas veces, proviene de un aislamiento real”.

Participar en una actividad como esta, en un espacio cultural “inspirador y fuera del contexto habitual, genera una conexión profunda”, aseguran desde la organización. Estar con otras personas que han vivido lo mismo, añaden, “permite relajarse, compartir sin tener que dar explicaciones y sentirse comprendidas de forma inmediata”.