Pregunta.- ¿Qué recomendaciones generales advertiría, a la sociedad en general, en materia de prevención frente a la gripe?
Respuesta.- La gripe se puede evitar mediante medidas de higiene general (lavado frecuente de manos e higiene de secreciones respiratorias y nasales) y con medidas de inmunoprofilaxis, es decir, las vacunas preventivas. Estas últimas son la mejor manera de evitar el padecimiento de esta infección viral y por tanto todas las complicaciones, riesgos y consecuencias que esta acarrea y el propio proceso en sí de la infección gripal.
La gripe puede complicarse en los grupos de riesgos –y los mayores de 60 años son uno de ellos– y traer severas consecuencias sobre la salud, ocasionando gran cantidad de ingresos hospitalarios y en algunos casos llegar al fallecimiento de los afectados. Las complicaciones de la gripe son predominantemente respiratorias: neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis. Puede haber también deshidratación y empeoramiento de enfermedades crónicas preexistentes como diabetes, asma o problemas cardiacos. La gripe puede ocasionar reagudización de su patología en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o fibrosis quística y también provocar la exacerbación aguda de su enfermedad en asmáticos. Complicaciones neurológicas muy raras de la gripe incluyen el síndrome de Reye y el síndrome de Guillain-Barré.
Además, son también resaltables la incidencia de la gripe sobre el absentismo laboral, el incremento de consultas con el sistema sanitario, y consumo de medicamentos y lo más importante deteriorar la salud de personas que tienen una patología de base crónica y ponerlas en riesgo vital.

P.- ¿Por qué es importante que los grupos de riesgo se vacunen frente a la gripe?
R.- Los grupos de riesgo, per se, no tienen mayor incidencia de gripe pero sí una mayor incidencia de patologías derivadas del padecimiento (neumonías y accidentes cardiovasculares), y graves descompensaciones de su enfermedad de base. La vacunación de todas las personas incluidas en los grupos de riesgo podría lograr evitar casi el 50% de las entre 2.000 y 3.000 muertes que se producen cada año en España por las complicaciones derivadas de la gripe.

P.- Sigue habiendo un porcentaje de personas mayores reticentes a vacunarse. ¿Por qué sucede esto?
R.- No cabe duda que la “benignidad” (no muy alta virulencia) de las últimas temporadas gripales ha supuesto un factor importante en el descenso de coberturas tanto en España como en la mayoría de los países occidentales. Este fenómeno, unido a la percepción de una gestión inadecuada de la pandemia gripal de 2009 por parte de los organismos sanitarios supranacionales, ha hecho perder el miedo a la gripe en la población de riesgo.
Existe también un infundado recelo sobre la seguridad de las vacunas en general que también afecta a la vacuna gripal. Hay que ser taxativo y transparente en este tema, cualquier medicamento, incluso los considerados inocuos por la población, tiene un riesgo que se contrabalancea con los beneficios en salud que aportan. En el caso de las vacunas ­–que son también medicamentos, no hay que olvidarlo–, en general estos riesgos son menores que en otros fármacos, de hecho son las vacunas los fármacos de menor riesgo y, de forma expresa, la vacuna gripal porque la mayoría de complicaciones son muy leves y de corta duración, como un ligero dolor en la zona del pinchazo durante uno o dos días siguientes a la inyección vacunal. Las reacciones tales como fiebre, malestar o dolores musculares pueden aparecer tras la vacunación y son más frecuentes en niños de menos de 12 años y vacunados por primera vez. Estas reacciones se inician en las primeras 6-12 horas y suelen persistir uno o dos días. Estas reacciones afectan en todo caso a un número realmente muy bajo de personas.

P.- El protocolo de contingencia de este año, ¿qué medidas contempla? 
R.- Lo más importante es la vacunación de los grupos de riesgo y la vigilancia epidemio-virológica. Además se realiza un seguimiento diario, varias veces durante cada jornada de la incidencia asistencial a través de los centros de salud de la comunidad, servicios de urgencia y centros hospitalarios que permite la toma de decisiones de carácter organizativo en cuanto a refuerzo de medios humanos, resdistribución de las actividades clínicas y recursos de ingreso si fuese necesario adoptarlas en función de las demandas y necesidades potenciales derivadas de los procesos gripales durante estos meses.

P.- También han adquirido 20.000 dosis de vacunas antineumocócicas. ¿Quiénes son las personas que deben protegerse? ¿Cuándo y quién debe recibir la vacunación de recuerdo?
R.- La vacuna antineumocócica evita infecciones graves causadas por el Streptococcus pneumoniae. Los grupos a vacunar son similares a los de la gripe y aunque se pueden vacunar en cualquier momento del año, al no ser infecciones estacionales, puede recibirse concomitantemente con la de la gripe. Es conveniente y necesario informar de manera adecuada a las personas mayores y/o pertenecientes a grupos de riesgo de las posibilidades de vacunación frente a neumococo. Entre otras razones porque existe mayor desconocimiento en la población general sobre esta vacuna que sobre la vacuna de la gripe. 

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