El Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs) reclama al Gobierno que incluya la situación del sistema de atención a la dependencia en el orden del día de la Conferencia de Presidentes. La organización, que representa al 60% del sector, pide aprovechar este foro clave para abrir un debate de Estado entre todas las autonomías sobre el modelo de cuidados que un país que presume de Estado del Bienestar debe tener.

“Blindar nuestras fronteras está en el centro del debate político, pero ¿quién protege a quienes ya viven dentro de ellas y envejecen atrapados en la dependencia y el abandono institucional?”, se pregunta el presidente de CEAPs, Rafael Sánchez-Ostiz, quien recuerda que cada 15 minutos fallece una persona en situación de dependencia esperando una ayuda, una plaza o un servicio que, por derecho, le corresponde.

Para CEAPs, en una Conferencia de Presidentes que pretende abordar los grandes desafíos del país, “no pueden quedar fuera las personas mayores y dependientes”. “Lo que pedimos no son privilegios, sino justicia social”, apostilla Sánchez-Ostiz.

CEAPs reclama un giro urgente en la política de cuidados. “No se trata solo de más recursos, sino de voluntad política. Cuidar no es un gasto: es una inversión que genera empleo estable, dinamiza el entorno rural, promueve la igualdad y refuerza la cohesión social”, defiende Sánchez-Ostiz.

Además, CEAPs reclama que se declare al sector de los cuidados como servicio esencial, del mismo modo que lo es la sanidad, y que se asuma la financiación de infraestructuras críticas como la instalación de generadores en residencias.

También pide un debate riguroso y urgente sobre el grave déficit de profesionales, que amenaza con colapsar el sistema si no se adoptan medidas efectivas para atraer talento, mejorar condiciones laborales y facilitar la contratación en origen, así como la acreditación de personas extranjeras.

Reivindica, además, que se legisle escuchando a quienes cuidan cada día —profesionales, usuarios, familiares y entidades del sector—, y no desde los despachos, desconectados de la realidad asistencial.