Tras el anuncio de una Estrategia de Lucha contra la Pobreza de la UE, AGE toma posiciones

AGE Platform Europe (AGE) y sus miembros se han congratulado tras el compromiso adquirido por la vicepresidenta ejecutiva de Derechos y Capacidades Sociales, Empleos de Calidad y Preparación de la Comisión Europea, Roxana Mînzatu, de “desarrollar una Estrategia de Lucha contra la Pobreza de la UE que sea eficaz para apoyar a los más desfavorecidos de nuestra sociedad y para hacer frente a las desigualdades sociales”.

En opinión de esta entidad es fundamental adoptar un enfoque global y transversal que reconozca y aborde la interacción de las causas complejas y multidimensionales de la pobreza, y para favorecer esta labor presentó, a mediados de febrero, un documento orientativo, Tackling old-age poverty (Lucha contra la pobreza en la tercera edad), que incluye una serie de recomendaciones para abordar, concretamente, esta situación en la vejez.
CONTEXTUALIZANDO
AGE hace un llamamiento a la Comisión Europea para que reconozca el impacto de la discriminación por razón de edad, que es un obstáculo importante para reconocer y abordar las causas de la pobreza entre las personas mayores en Europa. Para ello, la entidad –en el documento– aporta una serie de datos a tener muy en consideración. Así, señalan que en 2023, casi el 20% de las personas de 65 años o más y el 20,9% de las personas de 50-64 años estaban en riesgo de pobreza o exclusión social. “En siete Estados miembro, más del 30% de las personas mayores de 65 años estaban en riesgo de pobreza y exclusión social (Bulgaria, Estonia, Croacia, Letonia, Lituania, Malta y Rumanía). Sin embargo, el edadismo perpetúa una discriminación que agrava estas dificultades económicas y limita la aplicación de soluciones adecuadas”, señala.
Por otro lado, AGE recuerda que las personas mayores con otras características relacionadas con su género, orientación sexual, discapacidad, origen social o etnia “pueden enfrentarse a barreras y retos adicionales que limitan aún más su acceso a los recursos económicos y sociales”.
Por su parte, las mujeres mayores, por ejemplo, se ven desproporcionadamente afectadas y corren mayor riesgo de pobreza, con tasas de pobreza de hasta 7,1 puntos porcentuales superiores a las de los hombres en el caso de las mujeres mayores de 75 años.
“Es esencial que la nueva Estrategia de Lucha contra la Pobreza adopte un enfoque interseccional que tenga en cuenta las perspectivas y experiencias vividas de las personas mayores, así como la complejidad de las desventajas, prejuicios y sesgos que pueden experimentar las personas, y que las exponen a un mayor riesgo de pobreza”.
ENFOQUE GLOBAL Y TRANSVERSAL
El documento que aporta AGE a la CE para la elaboración de la Estrategia Antipobreza incluye ocho consideraciones a tener en cuenta en el caso del colectivo senior.
En primer lugar, instan a reconocer y abordar el edadismo como un obstáculo importante en la lucha contra la pobreza entre las personas mayores en Europa y recomendar la adopción de la Directiva horizontal sobre igualdad para prohibir la discriminación por edad en todos los ámbitos de la vida social.
Asimismo, proponen adoptar un enfoque basado en los derechos humanos, es decir, la estrategia debe garantizar el bienestar y la dignidad, en paralelo con los objetivos de la UE de crecimiento económico y competitividad, mejorando la seguridad financiera de todas las edades.
También, se debe promover el trabajo decente garantizando salarios justos, incluso mediante la aplicación de la Directiva de 2022 sobre salarios adecuados.
En cuarto lugar, hay que alentar a los Estados miembro a adoptar una indexación automática de las pensiones, fortaleciendo al mismo tiempo el mecanismo de indexación para los ingresos más bajos y garantizando instrumentos adicionales para apoyar el poder adquisitivo en períodos de alta inflación.
Es necesario apoyar a los Estados miembro en la implementación de la cobertura sanitaria universal para garantizar el acceso gratuito o asequible a servicios esenciales, incluida la atención preventiva y de salud mental.
Es también prioritario abordar las causas de la pobreza energética mediante la abolición de los límites de edad para el acceso al crédito y a los sistemas de crédito.
Piden también que se garantice el derecho a participar a todas las edades, adaptado a las preferencias y capacidades individuales.
Por último, piden prestar especial atención a las mujeres de mayor edad y abordar la importante brecha salarial de género que afecta las pensiones y contribuye a un mayor riesgo de pobreza entre las de mayor edad.