La sede en Génova de la Organización Mundial de la Salud acogió, a comienzos de febrero, la sesión 146ª de la junta ejecutiva de la entidad. Entre otros muchos temas, se desarrolló la propuesta para la implementación del Decenio del Envejecimiento Saludable 2020-2030.
En el documento aprobado –y recomendado para su ratificación en la 73ª Asamblea Mundial de la Salud, que tendrá lugar en mayo–, se propone que la iniciativa aspire a un mundo “en el que todos puedan vivir una vida más larga y saludable” a través de cuatro focos de acción: cambiar la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos con los mayores y el envejecimiento; desarrollar comunidades que promuevan las habilidades del colectivo senior; proveer atención integral centrada en la persona en los servicios de Atención Primaria y, por último, favorecer el acceso a los cuidados de larga duración.
Las actividades relacionadas con el Decenio del Envejecimiento Saludable se darán a nivel local, nacional, regional y global, con la idea de abordar los desafíos que enfrentan los mayores, y anticipándose al futuro a través de una perspectiva de ciclo vital. Estas actividades se crearán de forma que superen las desigualdades físicas que existan entre los distintos grupos de edad.
Hasta el momento, son siete los países que se han adscrito y mostrado su favor hacia la implementación de la iniciativa: Brasil, Israel, México, Eslovenia, Sri Lanka, Suecia y Suiza.
También son varias las entidades que han mostrado su conformidad al planteamiento de la década temática. La secretaria general de la International Federation on Ageing (IFA), Jane Barratt, afirmó que “las cuatro áreas de acción reflejan las necesidades más urgentes y desafiantes para las futuras generaciones de personas mayores. El Decenio del Envejecimiento Saludable debe tener un periodo en el que se aúnen el poder y la influencia no solo de los Estados miembro, sino también de quienes trabajan con las generaciones actuales y futuras de personas mayores”.
MÁS DE 160 MILLONES
El presupuesto necesario para implementar el Decenio del Envejecimiento Saludable, tal y como está propuesto, asciende a un total de 161,8 millones de dólares, es decir, cerca de 150 millones de euros.
Desglosado por años, para el primer bienio (2020-2021), se estima una inversión de 21,9 millones de dólares (algo más de 20 millones de euros). Concretamente para este período, no está clara la forma en que se va a financiar la iniciativa: solo se dispone de 6,1 millones de dólares, y el informe solo precisa que “se está desarrollando una estrategia de movilización de recursos”.
En el bienio 2022-2023, se destinará un total de 31,2 millones de dólares (casi 29 millones de euros), y desde 2024 hasta 2030, se necesitará un total de 108,7 millones de dólares para llevar a cabo las actividades relacionadas con la década temática.
Aunque la mayor parte del presupuesto se queda en las sedes de la OMS (70,1 millones), destaca el desembolso realizado en el continente americano (26,4) en comparación con el resto de regiones.