sábado, 3 mayo 2025
InicioInternacionalLa esperanza de vida cae en picado en Gaza: de 75 a 40 años. ¿Qué más se puede decir?

La esperanza de vida cae en picado en Gaza: de 75 a 40 años. ¿Qué más se puede decir?

Contextualizamos un conflicto que acaba de romper el acuerdo decidido en enero sin miramientos. The Lancet publica los datos fríos de solo 12 meses de una guerra que está socabando el futuro de la sociedad civil y que está más viva que nunca

El 19 de enero prometía ser un día esperanzador en la vida de los gazatíes, aunque sin duda llegaba demasiado tarde: más de 465 días –después de 15 meses de destrucción– y 46.000 vidas perdidas. Pero sin querer mirar atrás, se había puesto en marcha un alto el fuego en Gaza tras el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás. También llamado acuerdo de liberación de rehenes, este convenio se llevaría a cabo en tres etapas. La primera, que duraba seis semanas, finalizaba el 3 de marzo.

Hasta ese momento, habían ido sucediendo diversos hechos contradictorios que no destilaban todo el optimismo que debería haber emanado. Como relatan desde Médicos sin Fronteras (MSF), el 27 de enero, de madrugada –algo bueno– se abrió el corredor de Netzarim, que divide el sur y el norte de Gaza. Se calcula que más de 560.000 personas pudieron a sus hogares en el norte de Gaza tras la retirada de las fuerzas israelíes de las dos carreteras principales a lo largo del corredor de Netzarim. Pero el 5 de febrero, Donald Trump anunció un plan estadounidense para “tomar el control” de Gaza –algo malo– provocando fuertes reacciones y “planteando una amenaza de limpieza étnica”, describe la organización. De ejecutarse, este plan se consideraría contrario al derecho internacional. Este anuncio se produjo pocos días después de la decisión del presidente norteamericano de congelar la ayuda exterior estadounidense y del abrupto desmantelamiento de la infraestructura básica de la ayuda humanitaria. La pérdida de servicios apoyados por la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) afectará a millones de las personas más vulnerables del mundo, como ya hemos denunciado desde este medio y que sigue pendiente de reconsiderarse. Un funesto punto de inflexión justo días después de iniciarse la segunda fase del acuerdo, “de la noche a la mañana, nuestros peores temores se hicieron realidad”, señaló Tom Fletcher, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU. Israel reanudó los ataques aéreos sobre Gaza el 17 de marzo y cientos de muertos fueron el funesto balance de una noche sangrienta.

Los modestos avances alcanzados durante el alto el fuego quedaron destruidos. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu justificó que «la reanudación de la lucha es una necesidad». Hamás se había negado a liberar a los rehenes y había rechazado repetidamente –según el líder israelí– todas las ofertas de Estados Unidos y los países mediadores. Pero los prolegómenos vuelven a ser importantes.

La realidad era que desde el 2 de marzo, las autoridades israelíes habían bloqueado la entrada de todos los suministros esenciales, como alimentos, medicamentos, combustible y gas para cocinar para 2,1 millones de personas. Las reiteradas solicitudes para recoger ayuda en el cruce fronterizo de Karem Shalom también habían sido rechazadas sistemáticamente; no se habían liberado a más rehenes e Israel cortó el suministro eléctrico a la planta desalinizadora del sur de Gaza, limitando el acceso al agua potable a 600.000 personas, como señaló el representante de la ONU.

CAÍDA EN PICADO DE LA ESPERANZA DE VIDA

Con este nivel de desesperación, puede ser que no hubiera nada que perder ya para los gazatíes. Si bien las acciones extremistas de Hamás no pueden justificarse, son el chivo expiatorio perfecto para acometer todas las tropelías infames que están pasando en este territorio contra civiles que nada tienen que ver y que simplemente un dato frío puede arrojar más luz sobre un asunto que conmueve a cualquier ser humano: la esperanza de vida en Gaza ha caído de los 75,5 años a los 40,6 años. Así lo señala el estudio publicado recientemente en The Lancet: Pérdidas de esperanza de vida en la Franja de Gaza durante el período de octubre de 2023 a septiembre de 2024. Los autores señalan que “nuestro enfoque para estimar las pérdidas de esperanza de vida en este estudio es conservador, ya que ignora el efecto indirecto de la guerra sobre la mortalidad. Incluso ignorando este efecto indirecto, los resultados muestran que la guerra en curso en la Franja de Gaza generó una pérdida de esperanza de vida de más de 30 años durante los primeros 12 meses de la guerra, reduciendo casi a la mitad los niveles previos a la guerra. Es probable que las pérdidas reales sean mayores”.

Para HelpAge International, “este asombroso descenso subraya el devastador costo del conflicto, destacando la enorme magnitud de las vidas perdidas , particularmente entre las generaciones más jóvenes que ahora nunca llegarán a una edad avanzada”. Esta guerra sin cuartel en curso y sin visos de tener un final que jamás será feliz, arroja una “extrema tasa de mortalidad que no solo está destruyendo a las futuras generaciones de personas mayores, sino también el tejido social que depende del apoyo intergeneracional. Las familias se están desintegrando, dejando a las personas mayores de hoy sin cuidadores, mientras que el impacto a largo plazo será un futuro con menos personas mayores que transmitan conocimientos, orienten y mantengan unidas a las comunidades”. concluyen desde esta organización humanitaria.

Lo más visto

Emma Vicente
Emma Vicentehttps://entremayores.es/
Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Cubre la información de salud e internacional de entremayores y la edición de Castilla y León.

Más información

Resumen de privacidad

En nuestra Política de privacidad explicamos cómo nuestra organización maneja cualquier información relativa a nuestros clientes, proveedores o empleados que hemos recopilado en nuestras operaciones.Política de Privacidad de EntreMayores