El Informe sobre la adecuación de las pensiones de la UE 2024, que elabora la Comisión Europea y el Comité de Protección Social cada tres años, fue presentado recientemente en una conferencia de alto nivel. Esta evaluación consta de dos partes: por un lado, analiza la adecuación general de las pensiones de la UE y el impacto de las crisis recientes en el nivel de vida de los pensionistas; y por la otra ofrece perfiles detallados de los sistemas de pensiones en cada uno de los 27 Estados miembros y Noruega.
En la conferencia intervino AGE Platform Europe, que puso sobre la mesa las “cifras inaceptablemente altas de pobreza entre las personas mayores, que en la actualidad afectan a más de una de cada tres personas en siete Estados miembro”, según el estudio, en el que se insta a la necesidad de garantizar unos ingresos adecuados para este colectivo con el objetivo de la UE de sacar a al menos 15 millones de personas de la pobreza y la exclusión social para 2030. En este sentido, la plataforma europea señala que para cumplir con este compromiso, “las instituciones europeas deberían intensificar el análisis de los sistemas de pensiones y proponer reformas para mantener pensiones mínimas universales, accesibles y adecuadas”.
A su vez, esta entidad ha hecho un repaso por los efectos de la pandemia y la crisis de Ucrania entre los mayores, quienes, en muchas ocasiones, pudieron apoyar la economía familiar. “Esto demuestra que una pensión adecuada tiene un valor tanto moral como económico”, apuntan.
Por otro lado, la salud y los cuidados de larga duración también tuvieron un papel protagonista y AGE propone realizar “reformas ambiciosas en el marco de la Estrategia de Asistencia de la UE para garantizar una atención asequible, accesible y de calidad, especialmente la atención comunitaria y domiciliaria”.
RETRASAR LA EDAD DE JUBILACIÓN Y BRECHA DE GÉNERO
El informe prevé que las pensiones disminuyan, por lo que se requieren políticas reforzadas para promover carreras profesionales más largas, políticas de envejecimiento saludable, mercados laborales inclusivos y una mayor flexibilidad en las vías de jubilación. En este contexto, AGE Platform insiste en que “en lugar de centrarnos en las edades legales de jubilación, necesitamos una ofensiva en pro de la calidad del trabajo: debemos eliminar el edadismo y la discriminación por edad en el lugar de trabajo y ofrecer flexibilidad en la conciliación de la vida profesional y privada, entre otras sugerencias”.
Otra de las conclusiones aborda la brecha de género. En la UE, las mujeres reciben, de media, un 26,1% menos de ingresos por pensión que los hombres, la exclusión social afectan a una de cada cuatro mujeres mayores de 75 años y el 5,3% de las mujeres no reciben pensión alguna. Por lo que AGE propone “fomentar que los hombres tomen descansos para cuidar de sus hijos, ampliar la educación y el cuidado en la primera infancia, fortalecer unos servicios de atención a largo plazo asequibles, pero llegan demasiado tarde para las mujeres que actualmente son mayores. La UE debería intensificar el reconocimiento del trabajo de cuidados no remunerado, realizado mayoritariamente por mujeres, en forma de créditos de pensión”, concluyen.