La artrosis, una enfermedad reumática caracterizada por el deterioro del cartílago en las articulaciones, le afecta la cuatro de cada diez personas de más de 70 años y es una de las principales causas de discapacidad laboral. Junto a esto, el perfil demográfico de Galicia y del norte de Portugal y la falta de cura para esta dolencia hacen que la detección temprana tenga en este caso especial importancia. Conscientes de esta realidad el Instituto de Bioenxeñaría en Red para el Envejecimiento Saludable, Iberos, puesto en marcha el pasado mes de junio y en el que participan grupos de investigación de Galicia y del norte de Portugal, acaba de poner en marcha tres proyectos de investigación centrados en enfermedades óseas relacionadas con el envejecimiento.
Los tres proyectos, primera iniciativa puesta en marcha por la red, se presentaron en las II Jornadas Iberos, celebradas en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt) de A Coruña, un encuentro en el que coincidieron buena parte de la comunidad investigadora implicada en una red que involucra la ocho entidades público-privadas y la más de 270 investigadores de la Eurorregión. Se trata de aumentar las colaboraciones entre grupos para mejorar la calidad de vida de una población cada vez más envejecida, objetivo para lo cual cuentan hasta 2020 con un presupuesto de cerca de 2 millones de euros con cargo al programa Poctep (Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza Interreg España-Portugal 2014-2020).
ATAJAR LIMITACIONES DE DIAGNÓSTICO
La investigadora del Grupo de Investigación en Reumatología del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), Paula Casal, presentó en las jornadas el proyecto en el que colaboran con la Universidad de Vigo para atajar las limitaciones de los métodos diagnósticos actuales mediante radiografía, sólo capaces de detectar la enfermedad en una etapa avanzada. El objetivo de este nuevo proyecto es trabajar en biomarcadores ópticos que, a través de una leve irradiación láser en la articulación, permita identificar los pequeños cambios moleculares que apuntan a una artrosis en fase temprana. Este método no invasivo, rápido y económico podría realizarse mismo en consulta y permitiría mejorar la calidad de vida de los pacientes al tiempo que se reducen los costes de tratamiento.
Mientras el método anterior no esté implantado, las técnicas de regeneración del cartílago siguen siendo, segundo expusieron estos expertos y expertas, la alternativa con mayor potencial para tratar los casos en los que la enfermedad le afectó de manera moderada a la articulación. Este es el campo en el que colaboran el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) del CSIC, el grupo TeamNanoTech de la Universidad de Vigo y el grupo 3 B’ s de la Universidad del Minho. Segundo expuso Jesús Valcárcel, del IIM, por una parte se está incorporando una sustancia extraída de pescados cartilaxinosos (el sulfato de condroitina) la estructuras capaces de imitar el medio que rodea las células presentes en el cartílago. Por otra, se está desarrollando un hidroxel también con materiales de origen marina que incorpora nanopartículas capaces de promover la regeneración del cartílago.
REGENERACIÓN DE TEJIDOS
Procedente del Instituto de Engenharia Biomédica de Oporto, Marco Araújo explicó los avances de su grupo, el Biocarrier, en el campo de los biomateriais aplicados a la medicina rexenerativa y a la ingeniería de tejidos. Su trabajo se centra en el cultivo de células en entornos 3D gracias al uso de hidroxeles biofuncionalizados, lo que permite su uso como andamios para la regeneración de tejidos como la piel y el hueso.
También en el marco de Iberos, Manuela Frasco, del Instituto Superior de Engenharia de Oporto, expuso su proyecto para desarrollar sensores portátiles y de bajo coste para el diagnóstico y el seguimiento de enfermedades asociadas al envejecimiento. Su trabajo, que realiza en el marco del grupo Biomark Sensor Research, incluye la utilización de materiales avanzados como los nanomateriais y los polímeros inteligentes, capaces de responder a determinados estímulos.
Además de acoger la presentación de proyectos desarrollados en el marco de Iberos, la jornada contó con la participación de otros investigadores e investigadoras que trabajan en campos relacionados con el envejecimiento activo y saludable, con el objetivo de abrir nuevos ámbitos de colaboración interdisciplinar. Entre otros, intervino el fundador de la compañía Biofabrics, Pedro Costa, quien explicó la actividad de su empresa en el desarrollo de modelos avanzados de tejidos artificiales que sean más eficientes y sostenibles para testar fármacos y cosméticos que los usados actualmente en cultivos in vitro y experimentación animal.