Conselleira de Política Social e Xuventude de la Xunta de Galicia
Fabiola García: “Sin abordar la financiación, no es posible un avance real en el sistema de atención a la dependencia”

Pregunta.- El nuevo Plan de agilización y simplificación de la dependencia y discapacidad es, sin duda, una gran apuesta por parte de la consellería y, como usted explicaba recientemente, ya está permitiendo ver los primeros avances. ¿Cuáles son esos resultados iniciales desde que entró en vigor el plan, el pasado mes de enero?
Respuesta.- Hemos realizado un primer balance al cumplirse los dos meses de aplicación del plan y lo cierto es que los resultados son optimistas. De hecho, las cifras revelan que, en estos primeros 60 días las resoluciones emitidas sobre el grado de discapacidad aumentaron casi un 60% y un 24% los expedientes resueltos sobre dependencia. Nuestra previsión es finalizar el primer trimestre del año con 20.000 expedientes resueltos.
P.- El objetivo final es agilizar las valoraciones por dependencia: ¿qué reto se han marcado al respecto y cómo esperan alcanzarlo? Es decir, ¿en líneas generales cuáles son las líneas destacadas que seguirá este plan para cumplir con las expectativas que se han marcado?
R.- Nos marcamos como objetivo resolver las solicitudes en un plazo máximo de seis meses. Y para conseguirlo hemos diseñado este plan, en que invertiremos en total 90 millones de euros. De hecho, uno de los pilares del plan es la reducción al máximo de la burocracia, ya que solo hay que presentar un único documento: la solicitud. Además, en el caso de que se solicite también la discapacidad los dos procesos se resolverán al mismo tiempo. Estas medidas van acompañadas de otras que tienen que ver con el refuerzo de personal, la mejora de la citación o el establecimiento de vías preferentes.
P.- Uno de los puntos destacados es que esta estrategia abre una vía preferente de atención para las personas mayores de 80 años. ¿En qué consiste exactamente y qué ventajas supondrá para los gallegos en esta franja de edad?
R.- Esta vía preferente, destinada a personas mayores de 80 años y enfermos de ELA, significa darles la máxima prioridad y preferencia en la tramitación de la dependencia, con el objetivo de que puedan tener la atención lo antes posible. Además, otra novedad muy importante del plan de agilización es que los casos más graves se resolverán automáticamente y se les reconocerá un grado 3 de dependencia. Estoy hablando de personas encamadas, con Parkinson en fase 5, un proceso oncológico terminal, tetraplegia y otros supuestos en los que se deduzca claramente su gravedad.
P.- Alertaba usted recientemente la falta de compromiso del Gobierno central con las personas mayores. ¿En qué áreas cree que, por tanto, sería urgente reforzar ese compromiso con los sénior?
R.- Desde Galicia llevamos tiempo reclamando al Gobierno central que cumpla la Ley de Dependencia y aporte lo que tiene que aportar, el 50% de la financiación. Con todo, lejos de subir su aportación, lo que hace el ministerio es bajarla del 40% al 34,9% en un año. Hace poco tuve la oportunidad de dirigirme al ministro para recalcar que los derechos sin financiación generan frustración en la gente. Y esto es lo que está pasando con la Ley ELA y con la modificación de la ley de dependencia, en la que hay muy buena voluntad, pero esto no mantiene el sistema de dependencia. Una vez más, se introducen cambios a espaldas de las comunidades y de los municipios sin ir acompañadas de financiación, algo que se agrava, además, por la falta de Presupuestos Generales del Estado (PGE).
P.- Hace unas semanas se aprobaba en el Consejo de Ministros el anteproyecto para modificar y actualizar la Ley de Dependencia. En su opinión, y como así han manifestado desde la patronal de la dependencia a nivel nacional y numerosas organizaciones, ¿ha existido una falta de consenso de este anteproyecto con las comunidades autónomas?
R.- Lamentamos que, una vez más, el Gobierno central no haya consultado una reforma de este calado ni con las comunidades, ni con los ayuntamientos, que también se ven afectados, y que lo haga sin aportar los fondos necesarios. Por ejemplo, amplía el servicio de ayuda a domicilio a actividades fuera del hogar (como acompañamiento al médico o a hacer la compra) pero sin tener en cuenta si los ayuntamientos, que son los que gestionan este servicio, disponen de personal suficiente para prestar esos servicios, financiación o disponibilidad en los contratos vigentes.
P.- ¿Qué reclamaciones hacen al Ejecutivo central al respecto de esta reforma que se está planteando? Es decir, ¿qué medidas cree que es urgente adoptar para que garantizar la atención adecuada a las personas con dependencia y que no se están teniendo en cuenta en este anteproyecto?
R.- Lo que solicitamos, principalmente, es financiación, que los cambios vayan acompañados de fondos para poder afrontarlos. Es sencillo, pedimos que la modificación de la Ley de Dependencia vaya acompañada de un completo estudio de costes y de la financiación necesaria para poder cubrirlos. Porque lo cierto es que sin abordar la financiación, no es posible un avance real en el sistema de atención a la dependencia. También solicitamos la actualización del baremo de la dependencia y que se establezca que el envejecimiento de la población y la dispersión tengan un mayor peso en los criterios generales de financiación, algo que es clave para Galicia.
P.- El refuerzo y mantenimiento del Servizo de Axuda no Fogar es una de las “patas” que, en Galicia, sustentan la buena atención a los mayores. ¿Qué propuesta plantearán próximamente a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para garantizar, de manera conjunta, el mantenimiento de este recurso tan importante para miles de gallegos?
R.- Este mes de marzo, hemos iniciado la negociación con la Fegamp y considero que hay buena sintonía. Desde la Xunta somos conscientes de la importancia que tiene el Servizo de Axuda no Fogar (SAF), a través del que reciben atención cerca de 25.000 gallegos y gallegas con dependencia. Por eso, acabamos de abrir este proceso de negociación con la Fegamp, con el fin de llegar a un pacto que sea beneficioso para la ciudadanía. Tenemos voluntad de llegar a un acuerdo porque entendemos que el entendimiento en este aspecto será beneficioso para la ciudadanía, ya que el SAF es el servicio con más demanda de la cartera que se ofrece en la actualidad. Por esta misma razón, también confío en que el Gobierno central se implique en la mejora de la financiación de este servicio y de la dependencia en su conjunto.

P.- Un informe concluía recientemente que Galicia es la segunda comunidad más envejecida, después de Asturias. Desde la Xunta mantienen una firme convicción de que esta tasa de envejecimiento es un logro y una oportunidad, algo que se manifiesta en el modelo de cuidados que impulsan desde la Consellería de Política Social e Xuventude. ¿Qué pilares sustentan este modelo de atención residencial que ya ha sido reconocido por otras regiones?
R.- Lo cierto es que Galicia es una de las regiones europeas con mayor esperanza de vida y eso lleva unido también una mayor calidad de los años. Es algo que no solo nos afecta a nosotros, sino al conjunto de España. Frente a este hecho, el Gobierno gallego está adoptando medidas de revitalización demográfica y también para garantizar la atención a las personas mayores. Hemos impulsado un nuevo modelo de cuidados en las residencias, pero no queremos limitar a una sola las opciones para envejecer. Así, en los últimos años reforzamos los servicios de proximidad y los cuidados en los domicilios para los que quieren envejecer en sus casas y al lado de los suyos, que es la opción preferida. Por eso, seguiremos apostando por iniciativas pioneras como el Bono Coidado no Fogar o las Casas do Maior.
P.- Desde su llegada a la consellería, hace ya nueve años, ha sido clave la coordinación con la cartera de Sanidade para articular medidas conjuntas en favor del bienestar de los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores. ¿En qué áreas seguirán colaborando, de manera preferente, a lo largo de este año?
R.- En estos últimos años, hemos ido avanzando hacia un nuevo modelo de cuidados en residencias que se basa en cuatro pilares: la humanización de los centros, la coordinación sociosanitaria, la apuesta por las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías y el avance en mejoras estructurales. En colaboración con el área sanitaria, hemos implantado en todos los centros residenciales de la Historia Clínica Electrónica IANUS, que se comparte con los servicios médicos para mejorar los flujos de información y también la atención sociosanitaria de los usuarios de las residencias. Y, además, hemos habilitado una vía para que los hospitales sirvan directamente la medicación a todas las residencias de más de 90 plazas, lo que permite aliviar la presión asistencial de la atención primaria, que no tiene que preparar recetas para más de 5.500 usuarios. Seguimos avanzando, y, en este momento, la colaboración con Sanidade se enmarca también en el Plan de agilización de la dependencia para seguir reduciendo al máximo los trámites y la burocracia.
P.- Finalmente, y hablando de mayores, es imprescindible hablar de la soledad no deseada. La Estrategia que diseñaron incluía, entre otras cuestiones, la creación de un censo de personas afectadas con el objetivo de articular una red de atención. ¿Qué balance realiza del despliegue de esta estrategia y cómo la seguirán implementando?
R.- La soledad no deseada es un problema silencioso que afecta a la vida de cada vez más personas en Europa. Es una fuente de sufrimiento para las personas y afecta su derecho a participar plenamente en la sociedad. Por eso, desde Galicia hemos diseñado una estrategia que estamos ultimando y que pronto será aprobada. Lo que queremos es proporcionar un marco estratégico que sirva para todas las actuaciones que la Xunta lleve a cabo en relación con la atención a la soledad no deseada en Galicia. El objetivo es actuar en cuatro pilares: la sensibilización de la sociedad gallega, la detección de la soledad no deseada, la prevención, el envejecimiento activo y la participación en la comunidad y el apoyo y acompañamiento a las personas. Entre las medidas previstas se incluye, entre otras, la implantación de un protocolo de detección y atención temprana a personas en esta situación y la elaboración de un censo de soledad no deseada.