Aturuxo, expresión de alegría sobre las tablas
Este grupo de teatro, cuyo miembro más joven tiene 63 años, acaba de actuar en la Semana dos Maiores de Ourense con el mismo espíritu de siempre: probarse a sí mismos pero, sobre todo, divertirse

La capacidad del teatro para sacar los sentimientos más profundos del ser humano tanto en el espectador como en el propio actor que se desnuda de forma simbólica ante la audiencia es conocida por muchos. No obstante, quizás quede todavía por explorar, cómo esta virtud se multiplica cuando se trata de personas mayores cuyas capacidades físicas que, en muchos casos, se han visto mermadas por el paso de los años, pero cuya fuerza para sorprender y sorprenderse permanecen intactas. Ésta es la tesis que defiende el grupo de teatro Aturuxo, formado por personas entre 64 y 83 años, en su mayoría mujeres, como sucede en gran parte de las compañías.
“El grupo surgió hace unos 14 años”, comenta Javier Millán, director de Aturuxo, aunque no recuerda exactamente cuándo se fundó esta compañía al frente de la cual lleva una década. “Nació como una iniciativa de la Consejería de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ourense, con el propósito de convertirse en una actividad de entretenimiento para que la gente mayor tuviese la oportunidad de hacer alguna cosilla más. Fue arraigando, la gente fue enganchándose y pasó de ser un grupo formado por unas ocho personas en sus primeros años, hasta las 25 o 27 que integran ahora el grupo”, señala. Aturuxo funciona como una especie de taller o aula de teatro que culmina después de ocho o nueve meses de trabajo con el estreno de una obra, aunque después suelen realizar alguna representación más asociaciones de vecinos o centros de mayores.
Recientemente estrenaron su obra “Caras” con motivo de la semana que Ourense dedicó a sus mayores. En contra de lo que se podría pensar, “ésta es una obra diferente al resto, en la que se mezcla teatro audiovisual y de escena. Vino mucha gente y el teatro principal se llenó durante dos días. La gente se emocionó y apreció la valentía de los mayores sobre el escenario, los actores se quedaron muy contentos que, en definitiva, es el objetivo”, señala el director del grupo.
Millán explica, además, que las diferencias de este grupo de mayores que hacen teatro y cualquier otro formado por gente de diferentes edades no son tan grandes como se pueda pensar.
“Tiene las mismas características que cualquier otro grupo, sólo tienes que tener en cuenta la problemática que supone cumplir muchos años. Lo que más puede influir son los límites que puedas encontrar por enfermedades, algún achaque o tratamiento de enfermedad de larga duración, aunque hay que tener en cuenta estos aspectos sin limitar a ello el trabajo que vayas a hacer”. Por el contrario, si alguien tiene un problema de movilidad, audición o lenguaje, precisamente, se trata de trabajar desde ahí para que esos límites sean lo más pequeños posibles, todo ello se contrarresta con la ilusión, las ganas y el empeño que ellos ponen para superar estas barreras.
Millán reconoce que cuando le propusieron asumir la dirección de este grupo, la pauta que le dieron fue que sirviese como entretenimiento, momento de ocio, tiempo libre y esparcimiento para los mayores. “Los límites los ponen ellos pero si tú, desde la dirección, intentas que vayan más allá, mejor, porque sino, poco a poco, se van empequeñeciendo y dejan de hacer cosas por sus problemas. Aquí es, precisamente, al revés, por eso decimos: Vamos a hacer esto que es complicado, para ver si somos capaces de llegar, y, normalmente, llegan y sobrados”. De ahí, quizás, el nombre del grupo, que alude al grito agudo, fuerte y prolongado, típicamente gallego, que se emite en señal de alegría, en las fiestas.
“El grupo surgió hace unos 14 años”, comenta Javier Millán, director de Aturuxo, aunque no recuerda exactamente cuándo se fundó esta compañía al frente de la cual lleva una década. “Nació como una iniciativa de la Consejería de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ourense, con el propósito de convertirse en una actividad de entretenimiento para que la gente mayor tuviese la oportunidad de hacer alguna cosilla más. Fue arraigando, la gente fue enganchándose y pasó de ser un grupo formado por unas ocho personas en sus primeros años, hasta las 25 o 27 que integran ahora el grupo”, señala. Aturuxo funciona como una especie de taller o aula de teatro que culmina después de ocho o nueve meses de trabajo con el estreno de una obra, aunque después suelen realizar alguna representación más asociaciones de vecinos o centros de mayores.
Recientemente estrenaron su obra “Caras” con motivo de la semana que Ourense dedicó a sus mayores. En contra de lo que se podría pensar, “ésta es una obra diferente al resto, en la que se mezcla teatro audiovisual y de escena. Vino mucha gente y el teatro principal se llenó durante dos días. La gente se emocionó y apreció la valentía de los mayores sobre el escenario, los actores se quedaron muy contentos que, en definitiva, es el objetivo”, señala el director del grupo.
Millán explica, además, que las diferencias de este grupo de mayores que hacen teatro y cualquier otro formado por gente de diferentes edades no son tan grandes como se pueda pensar.
“Tiene las mismas características que cualquier otro grupo, sólo tienes que tener en cuenta la problemática que supone cumplir muchos años. Lo que más puede influir son los límites que puedas encontrar por enfermedades, algún achaque o tratamiento de enfermedad de larga duración, aunque hay que tener en cuenta estos aspectos sin limitar a ello el trabajo que vayas a hacer”. Por el contrario, si alguien tiene un problema de movilidad, audición o lenguaje, precisamente, se trata de trabajar desde ahí para que esos límites sean lo más pequeños posibles, todo ello se contrarresta con la ilusión, las ganas y el empeño que ellos ponen para superar estas barreras.
Millán reconoce que cuando le propusieron asumir la dirección de este grupo, la pauta que le dieron fue que sirviese como entretenimiento, momento de ocio, tiempo libre y esparcimiento para los mayores. “Los límites los ponen ellos pero si tú, desde la dirección, intentas que vayan más allá, mejor, porque sino, poco a poco, se van empequeñeciendo y dejan de hacer cosas por sus problemas. Aquí es, precisamente, al revés, por eso decimos: Vamos a hacer esto que es complicado, para ver si somos capaces de llegar, y, normalmente, llegan y sobrados”. De ahí, quizás, el nombre del grupo, que alude al grito agudo, fuerte y prolongado, típicamente gallego, que se emite en señal de alegría, en las fiestas.